Cap 3- Mi compañero de celda y... Amigo?

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Como odio a ese tipo de personas. ¿Qué se creen?

-Ya no lo vuelvo a ayudar, lo he dicho!- solte un grito frustrado y fui camino a los comedores, era hora del desayuno así que salí de aquel lugar y camine entre el campo de entrenamiento.

Muchos soldados me quedaban viendo como si hubiera cometido un crimen pero no le tome importancia y seguí por mi rumbo. Sentí unas manos en mi cintura que me impedían seguir avanzando, una respiración en mi nuca que hizo que volteara y al hacerlo, logré ver a un chico que peligrosamente se acercó a mis labios. Intente golpearlo para que se alejara, pero antes de que pudiera hacerlo, me acorraló cinta una pared y inmovilizó mis manos, para después besar mi cuello asquerosamente.

-Suéltame idiota- murmuré e intente golpear su entrepierna con mi rodilla, pero fallé.

Sus besos se intensificaron y mi corazón se aceleró. Hacía de todo, lo mordía, arañaba, pero aquel monstruo ni se inmutaba.

-¡Déjala en paz maldito pervertido!- escuché a lo lejos una voz familiar y me sentí aliviada, aún que supiera que fuera el chico amargado de ayer.

Aproveché la distracción para estirar mi rodilla y empujarla a su entrepierna. Me soltó de su agarre gruñendo y se llevó sus manos a sus partes nobles chillando de dolor. Logan se acercó a mí agresor, lo tomo del cuello de la camisa, y lo azotó contra la pared para así comenzar a golpear su estómago.

- ¿Crees que es muy divertido para ti molestar a las damas?- gruñó Logan mientras seguía golpeando una y otra vez el estomago del pobre infeliz.- Ojalá fueras así de valiente para arreglar tus asuntos como hombre, ¡Marica!- puñetazo- ¡Bastardo!- otro puñetazo.

Oh Mierda, ¿Qué se supone que deba de hacer?

-Hey Logan, creo que deberías de...- fui interrumpida por el gemido de el chico que fue brutalmente azotado al suelo. Me sobresalté.

Logan tomó un respiro, y se agachó a la altura del herido.

-Si te vuelvo a ver que te acercas a ella, u a otra persona, te juro que no la cuentas.- susurró arrastrando las palabras.

Inesperadamente el chico se abalanzó contra el cuello de mi salvador y comenzó a golpear su cara, sacó una navaja de su bolsillo y dispuesto a apuñalarlo, se abalanzó contra el. Me acerqué corriendo y con todas mis fuerzas lo empuje fuera de el cuerpo de Logan, el cual pudo recuperarse e inmediatamente se lanzó contra el tipo de nuevo, ahora el tomando el control. 

Volaban puños y navajazos, que Logan hábilmente esquivaba y cada vez el tío, cansado y golpeado, dejaba de luchar.
En un fallo de cálculo, la mejilla del oji azul fue afectada por el arma blanca de mi agresor, haciéndola sangrar. Corrí a ayudar a mi compañero y quite la navaja de sus manos, mientras él siguió golpeando, ahora su cara, con aún más fuerza.

El apenas estaba dañado, tenía el mismo corte del labio de la mañana solo que ahora mas abierto,su ceja sangraba y su mejilla cortada por la navaja, también. En cambio la nariz de mi agresor estaba rota, uno de sus ojos estaba morado, su frente abierta sus labios hinchados.

Ustedes se imaginaran que todo este tiempo de la pelea, estuve parada comiendo palomitas. Pero no fue así, cabe recalcar que estaba histérica, buscando maneras de detenerlos y buscando ayuda, la cual, nadie me brindaba.

Después de un lapzo de 2 minutos escuche un silbato que me aturdió, en cambio, los chicos siguieron golpeandose si importar que de un momento a otro el general haya
llegado.

Camouflage •Logan Lerman•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora