Capítulo 4

218 30 2
                                    

Mientras mis pasos resonaban por el asfalto, también se escuchaba mis latidos calmados.
La campanita de la entrada resonó como siempre que la puerta era abierta, la bibliotecaria me dió sólo una mirada fugaz ya que no le extrañaba verme por ahí debido a mis constantes visitas. El lugar era grande, en algunos rincones habían un montón de mesas con sillas y sillones según la preferencia de la comodidad de la persona  al leer; había una sección en la que el piso está tapizado por una alfombra didáctica en la cual niños aprendían sobre el maravilloso ámbito de la lectura. De igual manera, grandes estantes llenos de libros formaban largas hileras; el lugar tenía un buen mantenimiento debido a la mensualidad que los integrantes del club de lectura aportaba, ya que más que ser una biblioteca era un club.
Caminé por un largo pasillo para llegar a la sección de novedades,  en el transcurso pude divisar una cabellera nada común color blanco.
Iba vestido con una larga sudadera, pantalones negros y botas tipo militar del mismo color.
Comencé a mirar uno de tantos libros que se encontraba en un estante de a lado de donde el chico estaba, de reojo pude divisar que en sus manos observaba un libro que por título llevaba el nombre de: GHOULS, en letras grandes blancas manchadas de lo que simulaba ser sangre, junto con el fondo de color negro. Sin poder contenerme me le acerqué lentamente.

—El tema sobre los ghoul se ha vuelto bastante viral ¿no?— dije mientras miraba la portada del libro en sus manos. Tras mis palabras logre que él volteara levemente su cabeza para mirarme, dando a saber que era más alto que yo —Soy Akira, un gusto. Eres nuevo en el club ¿no? No te había visto antes— murmuré después de que no me contestara.

—Kaneki— respondió mientras movía la cabeza en forma de saludo —Acabo de incluirme al club— explicó.

—Entiendo, ¿así que tienes cierto interés en los ghoul?— volví a preguntar, el sólo se encogió de hombros mientras dejaba en libro en su lugar, daba la vuelta y caminaba dejándome sola en aquel pasillo con el ceño fruncido.


Simplemente Un Asesino |Kaneki Ken|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora