003 [V de vendetta]

229 9 2
                                    

¿Cuántas veces con el semblante de la devoción y la apariencia de acciones piadosas engañamos al diablo mismo?

— Quién ¡Quién! es solamente una forma de la función que ¿qué soy? Un hombre con una máscara.
— Si, eso ya lo veo.
— Naturalmente. No me cuestiono tu capacidad de observación simplemente señalo lo paradójico que es preguntarle a un hombre enmascarado quién es. Pero en esta noche tan prometedora permíteme que en lugar de banal sobre el hombre sugiera el carácter de esta dramatis persona. ¡Voilà! A primera vista un humilde veterano de Volevil en el papel de víctima y villano por vicisitudes del destino. Este visage ya no más a velo de vanidad, es un vestigio de la vos populi ahora vacua desvanecida. Sin embargo esta valerosa visión de una extinta vejacion se siente revivida y ha hecho voto de vencer el vil veneno de estas vivoras inavanzadas que velan por los violentos viciosos y por la violación de la voluntad. El único veredicto es venganza ¡Vendetta! Como voto y no en vano pues la valía y veracidad de esta un día indicara al vigilante y al virtuoso. La verdad esta visesuas de verborrea se está volviendo muy verbosa. Así que solo añadiré que es un placer conocerte y que puedes llamarme V.
— ¿Eres una especie de maníaco?
— Estoy seguro de que eso dirán, pero ¿con quién, si no es indiscreción, hablo?
— Me llamó Evey
— ¿Evey? Con v... claro, como no.
— ¿A qué te refieres?
— A que yo, al igual que dios ni juego al azar ni creo en la casualidad. ¿Estás herida?
— No, estoy bien. Gracias a ti.
—Ag, solo he hecho lo que debía. Pero dime, ¿te gusta la música, Evey?
— Supongo.
—Verás, soy una especie de músico y me dirigía a ofrecer una actuación muy especial.
— ¿Qué clase de músico?
— La percusión es mi especialidad, pero esta noche he reunido a toda la orquesta para este evento tan particular y sería un placer que me acompañaras.
—No puedo, creo que debería irme a casa.
— Te prometo que en tu vida habrás visto nada igual. Y después volverás a casa, sana y salva.

"— Este concerto se lo dedico a la señora justicia en honor a las vacaciones que parece se está tomando y en reconocimiento al impostor que ha ocupado su lugar. Dime, ¿sabes que día es hoy, Evey?
— Cuatro de noviembre.
— Ahora ya no. Recuerden recuerden el cinco de noviembre ¡conspiración, pólvora y traición! No veo la demora y siempre es la hora de evocarla sin dilación."

"¡Buenas tardes, Londres! Permitid que, primero, me disculpe por la interrupción. Yo, como muchos de vosotros, aprecio la comodidad de la rutina diaria, la seguridad de lo familiar, la tranquilidad de la monotoní­a. A mí, me gusta tanto como a vosotros. Pero con el espí­ritu de conmemorar los importantes acontecimientos del pasado (normalmente asociados con la muerte de alguien o el fin de alguna terrible y sangrienta batalla y que se celebran con una fiesta nacional), he pensado que podrí­amos celebrar este 5 de noviembre (un día que, lamentablemente, ya nadie recuerda) tomándonos 5 minutos de nuestra ajetreada vida para sentarnos y charlar un poco. Hay, claro está, personas que no quieren que hablemos. Sospecho que, en este momento, estarán dando órdenes por teléfono, y que hombres armados ya vienen en camino. ¿Por qué? Porque mientras puedan utilizar la fuerza ¿Para qué el diálogo? Sin embargo, las palabras siempre conservarán su poder, las palabras hacen posible que algo tome significado y, si se escuchan, enuncian la verdad. Y la verdad es, que en este país, algo va muy mal, ¿no? Crueldad e injusticia, intolerancia y opresión. Antes tenías libertad para objetar, para pensar y decir lo que pensabas. Ahora, tienes censores y sistemas de vigilancia que os coartan para que os conforméis y os convirtáis en sumisos. ¿Cómo ha podido ocurrir? ¿Quién es el culpable? Bueno, ciertamente, unos son más responsables que otros. Y tendrán que rendir cuentas. Pero, la verdad sea dicha, si estáis buscando un culpable, sólo tenéis que miraros al espejo. Sé por qué lo hicistéis, sé que teníais miedo ¿Y quién no? Guerras, terror, enfermedades. Había una plaga de problemas que conspiraron para corromper vuestros sentidos y sorberos el sentido común. El temor pudo con vosotros y, presas del pánico, acudisteis al actual li­der, Adam Sandler. Os prometió orden, os prometió paz. Y todo cuanto os pidió a cambio fue vuestra silenciosa y obediente sumisión. Anoche intenté poner fin a ese silencio. Anoche destruí­ el Old Bailey para recordar a este país lo que ha olvidado. Hace más de cuatrocientos años un gran ciudadano deseó que el cinco de noviembre quedara grabado en nuestra memoria. Su esperanza era hacer recordar al mundo que justicia, igualdad y libertad son algo más que palabras; son metas alcanzables. Así­ que si no abrís los ojos, si siguís­ ajenos a los crí­menes de este gobierno, entonces os sugiero que permitáis que el cinco de noviembre pase sin pena ni gloria. Pero si veis lo que yo veo, si sientís lo que yo siento y si perseguís lo que yo persigo, entonces, os pido que os unáis a mí­, dentro de un año, ante las puertas del parlamento Y juntos, les haremos vivir un cinco de noviembre que jamás, jamás nadie olvidará."

"Nada es seguro y todo es posible."

"El pueblo no debería temer a los gobernantes, los gobernantes deberían temer al pueblo."

"Los símbolos solo tienen el valor que les da la gente."

"Por el poder de la verdad mientras viva habré conquistado el universo."

"Cuando llevas una máscara tanto tiempo olvidas lo que hay debajo."

"Ya no tienes miedo... eres completamente libre."

"El odio fomentaba mi mundo no tenía prisionero, me enseñaba a comer, a beber, a respirar... creí que moriría con todo ese odio en mis venas. Pero entonces sucedió algo, me sucedió lo mismo que te ha sucedido a ti. [...] ¿No fue tu propio padre quien dijo que los artistas mienten para contar la verdad?"

"Una revolución sin baile no es una revolución que valga la pena."

"Lo único que tenemos en común usted y yo señor Creedy es que estamos apunto de morir [...] No, lo que tienen son balas y la esperanza de que cuando se les acaben, me hayan liquidado, porque de lo contrario, habrán muerto todos antes de recargarlas
—¿Por qué no mueres? ¿Por qué no mueres?
— Bajo esta máscara hay algo más que carne y hueso, bajo esta máscara hay unos ideales señor Creedy y los ideales son aprueba de bala."

—V de vendetta.

No sé si es gracias a la persona con la que por última vez he visto esta peli, pero me he enamorado de V.

Relacionado:

167: Cómic de V de Vendetta.

Instantes de LeyendaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora