Ángel/a

Ángel

Esa noche tampoco pude dormir bien y al día siguiente muy temprano mi madre fue a levantarme para ir a la iglesia.

Aproveche esa oportunidad para rezarle a todos los santos, todas y cada una de las oraciones que se me pudieran ocurrir, suplicando por un milagro o porque todo lo ocurrido la noche anterior hubiera sido un sueño.

Pero no, todo eso era más que real, y me aterraba por completo.

Al llegar a casa me encerré en mi habitación sin siquiera probar bocado recordando lo que había acordado junto a mis amigos.

Era un plan simple y digno de una mala producción cinematográfica.

Me haría pasar por Ángel una vez más, saldría con Morgan, le cortaría las alas de un solo tajo y desaparecería de su vida, dejando también a mi alter ego en el olvido.

Simple pero cruel. Muy, muy cruel, a decir verdad.

Aunque solo fue un beso. Nadie se enamora solo por un beso, pero...

Agite mi cabeza en un intento desesperado por aclarar mis ideas y tome el celular de Tamara que tenía en mi bolso. Me lo había prestado para usar su número y comunicarme con Morgan. Ni loca usaría el mío y, como fue su idea en primer lugar, no le quedó de otra que dejarme su móvil hasta que esta farsa llegara a su fin.

Ya había guardado en la agenda de contactos el número de Morgan y abrí la aplicación de Whatsapp para enviarle un mensaje.

Me quedé observando la pantalla un momento.

No tenía ninguna imagen que me diera a entender que el número en verdad era de él. Tampoco había ninguna otra información como su estado o su última conección y eso me tenía algo intranquila. Quizá podría mensajearlo o llamarle por teléfono...

¡No! Definitivamente no haría eso último.

No había de otra, al menos debía hacer el intento con el Whatsapp.

—hola 11:38 AM

El mensaje se envió, pero no ví ningúna señal por parte del destinatario. Quizá no responde a desconocidos... debí ser más específica.

Morgan: ¿Y tú eres? 11:39 AM

¡Mierda, contestó! Bien Ángela, guarda la calma, guarda la calma...

—Ángel 11:41 AM

Tardó un poco en contestar de vuelta, aunque a decir verdad yo también me tomé mi tiempo para contestar... De pronto pude ver que estaba "en línea" lo cual significaba que me había aceptado en sus contactos.

Morgan: ¿Puedo hacerte una llamada? 11:44 AM

Mi corazón dió un salto al leer ese mensaje. No habría problema porque me había escuchado hablar antes, pero no sabía si los nervios me dejarían articular palabra.

—no 11:45 AM
                  
¡Mierda! Eso fue demaciado cortante. ¿Y si se molestaba? Un segundo... ¡¿que mierdas me pasa?! Por mí mejor si se molesta, ¡así dejamos este asunto por la paz de una buena vez!

Morgan: Está bien, no te preocupes. 11:46 AM

Bueno, no se enojó. Creo. ¿Y ahora qué? Le contesto, o...

Morgan: ¿Estás molesto conmigo? 11:46 AM

—no 11:46 AM