Génesis [ADUS #3]

Capitulo 4

Terminamos de comer y puse los platos en el fregadero, cuando estoy a punto de abrir la llave del agua me detengo al instante.

-Sé que sonara de mala educación- me giro y me encuentro con la mirada de Ian- pero ¿podrías lavar los platos? Yo... no puedo mojarme- él me miro confundido.

-¿Por qué no puedes mojarte?

-Emm... ¿alergia? - el frunció el ceño- es complicado- se acercó y me tomo de los hombros.

-No te preocupes yo los lavare, es lo menos que puedo hacer por ti.

Me apartó y comenzó a lavarlos, me aleje y volví a sentarme en la mesa, no permitiría que él supiera mi secreto todavía, no se puede confiar en todos apenas los conoces, Kai es un gran ejemplo de eso. Tuve una sensación amarga al recordarlo.

Ian aún seguía con uniforme del equipo y sin camiseta, ayer no tuve tiempo de tomar sus cosas por lo que su teléfono también se quedó en la escuela.

Su familia debe estar preocupada

Estuve observando cada movimiento que hacía.

-Su espalda es tan sexy- dijo Katherine.

-Buenos días Kat, trata de no acosar a nuestro invitado.

-Si lo hago pensara que lo acosas tú, no seas tonta recuerda que estamos en el mismo cuerpo.

-¿Te gusta lo que ves?- preguntó el chico.

-A Katherine le gusta- dije inconscientemente.

-Te refieres a ti en tercera persona, es raro.

-Si...

La nombrada anteriormente se reía de mí, rodee los ojos.

-Tus cosas siguen en la escuela, no pude traerlas- termino y se giró a verme, trague en seco- y tu camiseta está en el cuarto de lavandería. Traté de sacar la sangre, pero no pude, se arruinó- él asintió mordiéndose el labio.

-¿Tienes algo de ropa?

-Si, sígueme.

Me levante y subí hasta la habitación de Derek, tome unos pantalones y camiseta.

-Creo que son de la misma talla, esto te quedara bien.

-Aun no entiendo cómo pudiste traerme hasta aquí- dijo cuándo se lo entregué- gracias.

-En algún momento lo descubrirás.

Lo deje para que se cambiara, también me cambie de ropa en mi habitación.

-Debería irme, gracias por todo de nuevo, nos vemos el lunes.

Ian se despidió, me pasé el resto del día nadando, encontré un escondite entre unos corales. Al regresar a la casa hice mis deberes de la escuela y me dormí temprano en la noche.

Mientras dormía sentí una acaricia en mi mejilla y un beso en la frente, segundos después abrí los ojos, pero no había nadie en mi habitación.

Tal vez fue un sueño.

Escuché ruidos en la planta baja, Derek aun no llegaba así que dudo que sea él. Me levanté y bajé las escaleras de forma sigilosa los ruidos venían de la cocina.

-¿Te desperté?- escuche su voz cuando atravesé la puerta.

-¿Klaus?- el nombrado se giró con un vaso de sangre en la mano, le dio un trago.

-Hola pequeña- sonrió dejando el vaso en la mesa y abrió sus brazos.

-¡Klaus!- corrí hacia él y lo abracé con fuerza- te he extrañado mucho.

-Es un gusto volver a verte Kate- me acaricio el cabello.

-No esperaba tu visita- dije cuando me separé.

-Y yo no esperaba que estuvieras tan hermosa- reí negando.

-Tú sigues igual que hace 11 años- me senté sobre la isla que había en el centro de la cocina.

-Los beneficios que trae la inmortalidad- se quedó mirándome- en realidad... te necesito en Nueva Orleans.

-¿Tienes una emergencia?

-Algo así- puso sus manos en mi cintura- ya sabes, los típicos problemas de territorio solo que con unas compañías indeseables.

-¿Cuáles exactamente?- lo mire con una ceja alzada- debe ser grave para que vengas a buscarme.

-Vampiros, ancestros... brujas- dijo por lo bajo, hice una mueca.

-No me agradan las brujas, lo sabes- asintió.

-Recuerdo cuando te salvé la vida de una bruja, eras una pequeña y ella iba a comerte.

-Si no hubieses llegado en ese momento habría muerto, es un recuerdo horrible.

~Flashback~

-¡Cole! Por favor sálvame- lloraba mientras era arrastrada en un saco por una mujer extraña que me había encontrado en medio del bosque.

Mis padres me habían dejado en el bosque con mi hermano, como siempre nos probaban y teníamos que sobrevivir un día y noche completo, solos. Él se había ido, lo perdí en una parte del bosque. Ahora estaba desesperada por volver a casa pero no lograba escapar- ¡Alguien ayúdeme por favor!- grite lo más fuerte que pude pero era inútil, nadie me escucharía.

Sentí que me golpearon con algo.

-Eres muy ruidosa, voy a coserte la boca para que no hables y luego te comeré. Si sigues llorando estarás muy salada para mi festín- su voz era aterradora, volví a romper en llanto.

Tiempo después me arrojo dentro de una jaula, aproveché para salir del saco donde estaba, fue peor de lo que imaginé. La jaula colgaba sobre un caldero con agua hirviendo. Iba a morir y apenas tenía 9 años.

Grite todo lo que pude por si alguien me escuchaba, en cambio la jaula comenzaba a bajar hacia el caldero, sentía que mi piel ardía por el calor y la horrible mujer seguía feliz viéndome como si nada malo pasara. De la nada salió un hombre y le arrancó el corazón a la bruja, luego de ver todo lo que hacía descubrí que eso era, mis padres me habían contado sobre ellas. Ella cayó al suelo muerta y yo me quede mirándolo asustada.

El hombre me saco de la jaula y me llevo a un lugar seguro.

-Es muy peligroso que una niña como tu este en el bosque a media noche, hay brujas por doquier.

-¿Cuál es tu nombre?- lo mire curiosa mientras sostenía su mano.

-Soy Niklaus ¿y tu?- me sonrió.

-Kate- lo mire directamente a los ojos, el temor ya se había esfumado.

-Kate...- repitió mi nombre- eres una niña especial para hacer este tipo de cosas- le sonreí mostrando todos mis dientes.

~Fin del Flashback~

-Qué bueno que ahora las brujas son más modernas y no comen niños, no te preocupes estarás a salvo conmigo.

-A salvo...- esas palabras resonaron en mi cabeza- Hay algo más que no me estás diciendo ¿Por qué deberías mantenerme a salvo? ¿estoy en peligro? - fruncí el ceño- Klaus dime que ocurre.

Se separó de mí y tomo un trago de sangre.

-Sabes que soy odiado por muchos, tengo muchos enemigos- asentí- no sé cómo descubrieron tu existencia y que estas relacionada conmigo, pero parece que algunas personas vengativas están buscándote para matarte y hacerme sufrir con eso.

Suspire expulsando el aire de mis pulmones. Clave la mirada en el piso.

-Esto no puede ser posible- murmuré- volví a entrar en el juego.

-Creo que al final nunca saliste.