Capítulo 2

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-Lauren, es tarde-La sentí susurrar cerca de mi oído.-Debes levantarte, cariño.-Los escalofríos que me provocaron su voz tan cerca me hicieron despertar.

-¿Qué pasa?-Dije aun medio dormida, cuando recordé que tenía que ir a trabajar mis ojos se abrieron de golpe.-¿Qué hora es?-Me exalté.

-Prefiero no decirte, solo levántate y dúchate, he llamado a tu secretaria para decirle que llegarás un poco tarde. Date prisa, el desayuno está listo.-Anunció saliendo de la habitación, sonreí al escuchar la última frase. En las pocas ocasiones en que me quedaba dormida ella hacia el desayuno porque sabía que si no me levantaba era porque en serio estaba cansada.

Me duché lo más rápido que pude, luego me dispuse a colocarme mi ropa, un pantalón negro de vestir, tacones del mismo color, una blusa blanca y un abrigo color gris. Sequé mi cabello, me maquillé ligeramente y salí rumbo a la cocina, me encontré con la mesa puesta con dos platos, los cuales contenían dos waffles, fruta picada y por un lado jugo de naranja.

-¿Qué esperas?-Dijo levantando la vista de su celular, estaba sentada en una silla frente a la mesa, al parecer esperándome para desayunar.

-¿Te has levantado muy temprano?-Pregunté tomando asiento, generalmente era yo quien se levantaba antes.

-Si, pero no te preocupes, ayer me he dormido muy temprano y amanecí como nueva. Además, no creas que no me di cuenta de que te dormiste tarde investigando el problema de la sobrina de Vives.-Me miró severamente.

-Lo siento, es que... en serio me interesa.-Dije apenada. Ella odiaba que me durmiera tarde y yo pensaba lo mismo con respecto a ella.

-Lo sé, por eso te dejé dormir más tiempo y no te he despertado.-Tomó un sorbo de su jugo.

-Gracias.-Le sonreí mientras comía un bocado de fresa.

-Ni lo menciones. ¿Cuándo tienes la próxima cita con Vives?-Se puso seria.

-En una semana, a la misma hora. ¿Por qué la pregunta?-La miré curiosa.

-Por nada.-Se encogió de hombros. Odiaba esa respuesta de Camila, rodé los ojos y ella sonrió porque lo sabía. Una vez que terminamos me puse de pie y caminé hacia el lavabo para poder lavar los trastes.-¿Qué haces? Deja eso o llegarás tarde. Ve, yo me encargo.-Me quitó de ahí.

-Pero...-Traté de protestar.

-Nada, anda que es tarde.-Me sacó de la cocina a empujones, dejó un beso en mi frente y se volvió a meter, negué con la cabeza y salí de ahí.

***

Mi día iba rápido, sin embargo me preocupó el hecho de que Miranda no había ido a su cita ese día, quería pensar positivo pero imaginar que había tenido una crisis me daba escalofríos. Me había encariñado mucho con ella, en realidad lo hacía con todos mis pacientes y realmente me preocupaban. Unos golpes se escucharon en la puerta sacándome de mis pensamientos...

-Adelante.-Dije aun con la mirada perdida.

-Lauren, recibí una llamada de la señora Amanda.-Su mirada reflejaba nerviosismo e incluso algo de tristeza.

-¿Qué ha pasado?-Pregunté atenta.

­-Miranda... tuvo una recaída, al parecer un familiar muy cercano a ella falleció y ella... ha intentado.-Tragó en seco. Un nudo se formó en mi garganta, era desgarrador pensar en eso.

-¿Murió?-Mi voz apenas se escuchó.

-Si.-Dijo con dificultad. Las lágrimas se acumularon en mis ojos, una presión terrible en mi pecho se hizo presente. Había convivido con ella por casi dos años y saber que había muerto, que yo no había podido ayudarla lo suficiente, que mi trabajo no sirvió de nada, me hacía sentir mal, muy mal.

Unexpected (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora