—Buenos días, alumnos. Por favor tomen asiento—
Cerca de las 8:30 am, la primera clase de la semana en la secundaria Landcourt estaba por dar inicio.
Daniel Calo se sacudió en su asiento al escuchar la voz del profesor que había ingresado al aula, haciendo todo lo posible por enderezar su postura curvada. Las clases de los lunes en la mañana eran su peor pesadilla; pero junto a sus faltas de la semana antepasada, si se saltara otra clase del lunes, sería sermoneado sin piedad de nuevo.
Inmediatamente puso sus libros sobre la mesa, el profesor de ciencias modernas, Harold Reing, habló a sus alumnos sobre el tema del día.
—Durante las siguientes semanas estarán preparando un proyecto para mostrar en la feria de ciencias próxima. Sé que ya escucharon algunos detalles de su profesor Bernard en la clase de física de la semana pasada, pero la nota se repartirá entre la clase de física y la de Ciencias modernas, por lo que deben trabajar en proyectos que se ajusten a las dos materias—
—Ehhhh...—Al unisonó, la mayoría de los alumnos gritó en protesta—
—Sin peros, alumnos. Repartan estos panfletos entre ustedes, márquenlos con su nombre y escojan un área en la que les gustaría trabajar. Cada área esta numerada, y se formaran parejas entre aquellos que escojan áreas similares—
Una de las alumnas, alentada por su grupo de amigas, levantó la mano y preguntó; — ¿No podemos escoger las parejas nosotros mismos, profesor Reing? —
—No. El objetivo es que se integren más como compañeros. La mayoría de ustedes no se conocen entre sí, y si siempre eligen a sus amigos, nunca saldrán de sus pequeñas burbujas. ¡Tienen cinco minutos para escoger! —
Inmediatamente, los alumnos se agruparon entre amigos para escoger en grupo que áreas podían trabajar para así estar en el mismo equipo, pero el profesor Reing los separó y les pidió que escogieran individualmente.
Daniel miró el panfleto con poco interés. Las asignaciones eran fáciles y los proyectos de ejemplo bastante sencillos, incluso si modificaba un poco el proceso, podía lograr algo lo suficientemente bueno para complacer a Reing y Bernard. El problema recaía en tener que trabajar con alguien más, algo que simplemente le era inconveniente.
De todos modos, siempre podía convencer a su compañero de dejarlo hacer todo el trabajo, aun si no podía convencer al profesor Reing de trabajar solo.
— ¡Tiempo! Traigan los panfletos a la mesa— ordenó el profesor cuando los cinco minutos se cumplieron.
Cuando todos los alumnos entregaron sus panfletos, el profesor Reing los agrupó y separó en parejas al azar. Luego, llamó los nombres de los alumnos en parejas y les entregó el material para su trabajo. Poco a poco, los nombres fueron agotándose y aquellos pocos que tuvieron la fortuna de trabajar con un conocido, celebraron con felicidad.
Casi al final, Daniel escuchó su nombre.
—Daniel Calo y Aiden Roden, trabajaran con circuitos. Aquí sus materiales—
Reing llamó a Aiden que continuaba parloteando con su grupo al fondo del salón y lo hizo caminar hasta el pupitre de Daniel. El alumno llegó bastante confundido.
—Profesor Reing, yo escogí el área de dinámica—
—La clase es un número impar, y decidí anexar a Garo al grupo de Porto, por lo que trabajaras en la asignación que Calo escogió—
—P—Pero...—
Aiden parecía reacio a dejarse vencer, pero una sola mirada del profesor Reing fue suficiente para hacerlo desistir, y tomó el material a regañadientes.
ESTÁS LEYENDO
Quizás mañana...
RomanceLuego de conocerse durante la secundaria y tener una historia que solo puede describirse como "complicada", Daniel Calo y Aiden Roden se reencuentran en extrañas circunstancias. Mucho tiempo ha pasado, y sus vidas han tomado rumbos muy diferentes, p...