Capítulo II

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Habían pasado ya dos días desde que Jace estuvo en su casa y aún le costaba tomar una decisión al respecto. ¿Valdría la pena esperanzarse por algo que creía imposible? No, definitivamente no. Ya había aceptado hace años que su madre no iba a volver, que nunca volvería a verla. Pero, ¿por qué le costaba tanto decirle que no a Jace? , decirle que la deje en paz, que no quería saber nada sobre ese asunto, que aceptara, al igual que ella, que Jocelyn no aparecería nunca. Simple, por más estúpido que fuera, se sintió como cuando tenía 17, con toda la esperanza y voluntad de encontrar a su madre.

Sabía que necesitaba hablar con alguien y conocía a la persona perfecta para eso, así que sin dudarlo llamó a Simon y lo invito a su casa con le excusa de que necesitaba hablar de algo importante.

-- Simon -- dijo media hora más tarde, luego de abrirle la puerta a su mejor amigo -- Ven, pasa.

-- Clary, ¿como estas? No tienes buena cara -- la siguió hasta la cocina y se sentó en una silla enfrente de ella.

-- Hay algo que quisiera hablar contigo.

-- Escupelo

Clary se mordisqueo el labio nerviosa mientras miraba a su amigo, y en ese momento se arrepintió de haberlo llamado. «Por Dios, es Simon» se dijo, sintiendose estúpida.

Era Simon, su mejor amigo desde que tenía memoria, su confidente, sabía que podía contar con él para cualquier cosa y que nunca la juzgaria, que la aconsejaría y la ayudaría a tomar esta decisión que para ella era muy importante.

-- Hace dos días un detective vino a verme -- comenzó a decir cuando por fin pudo hablar -- venía a hablar sobre el asunto de mi madre...

-- Y... - la alentó a seguir

-- El quiere encontrarla -- dijo por fin -- esta interesado en tratar de encontrar a Jocelyn.

--¿Y tu que opinas?

-- No lo se -- le respondió ocultando su cara en sus pequeñas y callosas manos -- Por un lado quiero encontrarla, volver a verla.

--¿Pero?

-- No quiero volver a esperanzarme y al final terminar destrozada como la otra vez.

-- ¿Quieres que sea sincero? -- Clary asintió -- Creo que deberías olvidarlo, dejarlo ir de una vez, aceptar la realidad por más dura que sea, porque sino vas a terminar haciéndote daño.

Simon sabía lo que ella había sufrido, él había estado allí cuando ella lloraba de impotencia al saber que su madre estaba perdida y ella no podía hacer nada, la acompaño en su sufrimiento y la consoló todo lo que pudo. También estuvo cuando ella despótrico contra Stephen Herondale cuando le dijo que ya no iba a buscar a su madre. Él sabía mejor que nadie cuanto le había dolido perder a Jocelyn, su madre, su mejor amiga. Él sabía que si aceptaba aquella propuesta volvería a caer en aque pozo de desesperación.

-- ¿En serio crees que debería dejarlo? -- sonaba como una niña pequeña

-- Si, deberías olvidarlo, dejalo ir Clary -- le aconsejó

Ella solo asintió con sus ojos verdes llenos de lágrimas, su amigo tenía razón, debía soltalo, dejarlo ir.

(...)

Cuando Simon se fue media hora después, Clary decidió irse a dormir, aún era temprano, pero se sentía agotada por todos los sentimientos del día.

Su amigo tenía razón, debía dejar ir a Jocelyn. Ella creía haberlo superado, pero se dio cuenta que no era cierto en cuanto Jace llegó dispuesto a encontrarla y ella volvió a esperanzarse, aún cuando sabía que su madre no volvería.

Pero, ¿por qué era tan difícil dejarla ir? ¿Por qué no solo podía olvidarla y seguir con su vida? Simple, como cuando su madre desapareció, se negaba rotundamente a creer que ella ya no estaba, que la habían arrancado de su lado, que en cierto modo estaba sola.

Dio vueltas en la cama toda la noche sin ser capaz de pegar un ojo. Y eso mismo se repitió por las dos siguientes noches hasta que en la tercera por fin logró dormir solo unas horas antes de despertarse llorando por una pesadilla de su madre.

Fue en ese momento que se dio cuenta que necesitaba buscarla, a pesar de que las posibilidades de encontrar la fueran casi nulas. Se dio cuanta que necesitaba al menos volver a intentarlo, aunque muy en el fondo sabía que fracasaria, pero le daba igual, quería volver a intentarlo y tal vez, solo tal vez, por fin podría estar en paz y dejar ir a Jocelyn.

Rápidamente tomó el teléfono que había dejado al lado de su cama y llamó a la primera persona que sabía que, sin importar que fueran las tres de la madrugada, le contestaría sin protestar.

-- Clary -- se escucho la voz somnolienta de Simon al otro lado del teléfono -- ¿Sabes que hora es?

-- Lo siento -- dijo sintiéndose culpable por haberlo despertado, bien podría haber esperado y llamarlo a una hora más razonable -- Sigue durmiendo, más tarde hablamos.

-- Bueno, ya estoy despierto, y para que me llames a esta hora debe ser importante -- sonrió por lo bien que la conocía -- Así que... ¿Que es lo que pasa?

--Estuve pensando...

-- Oh Oh, eso no suena bien.

--Quiero buscar a mi mamá -- siguió hablando ignorando el comentario de su amigo.

--Clary... Ya hablamos de eso, creo que no es buena idea.

--Es que... -- empezó a sollozar -- siento que no la dejare ir completamente si no la busco otra vez, si no le doy otra oportunidad.

Escucho el suspiro de Simon al otro lado de la línea. Sabía que él no estaría de acuerdo, pero también sabía que él la apoyaría por más que se decisión fuera incorrecta, y así lo hizo, accedió a ayudarla y a apoyarla sin peros.

(...)

--¡Voy! -- grito desde la cocina mientras terminaba de pintar el dibujo que llevaba horas haciendo. Amaba dibujar, era como respirar, desde pequeña había demostrado tener talento con los lápices.

Se sorprendío al encontrarse con Jonathan Herondale en la puerta, era obvio que volvería a su casa, pero lego de casi dos semanas de su última vez allí dio por hecho de que se había olvidado completamente del asunto.

--Hola -- le dijo en cuanto salió de su asombro -- ven, pasa -- se hizo a un lado para que pudiera entrar.

-- Hola Clarissa -- la siguio hacia la cocina luego de que ella cerrará la puerta.

-- Lamento esto -- dijo refiriéndose a los lápices y el dibujo sobre la mesa -- no sabía que vendrías -- junto los materiales sintiéndose incomoda por la forma en la que él la estaba  mirando.

--Lindo dibujo.

--Gracias -- sus mejillas se sonrojaron ligeramente y él tuvo que contenerse para no soltar algún comentario insolente -- siéntate.

--Vengo a buscar una respuesta.

--Si

--¿Si que?

--Si te ayudaré en lo que pueda para encontrar a mi madre.

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Nueva portada!! La hizo mi amiga 25MockingLawrence (amenla).
Que les pareció el capítulo?
Saludos, Izzy

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