Flowers at Last.

3

Rodé los ojos al escuchar los gritos de mi padre provenientes del piso de abajo. Con cada visita, surgía un nuevo problema entre él y Britney.

Me levanté de mi cama desganada y me dirigí a la puerta, con toda la intención de cerrarla y apaciguar un poco el sonido de los gritos, pero al escuchar mi nombre en la conversación, no pude evitar mantenerme estática, escuchando con atención.

—Ella merece más que esto, si tan sólo le dieras la oportunidad de...—Britney comenzó a hablar, y sabía que estaba hablando de mí. A mi hermana le encantaba defenderme en frente de mi padre, y una vez que él se iba, yo dejaba de existir para los dos. A mi parecer, yo sólo era un tema más que ellos aprovechaban para incluir a su actividad favorita, discutir.

—¿Qué crees que diría ella si se enterara? Joder, Britany, ¿¡Qué pensaría de ti?! Necesito que uses tu cabeza.

¿Si me enterara? ¿Había algo que me estaban ocultando?

—Estoy segura de que ella lo entendería...

—¡Ella no entendería ni mierda! ¡Es una ilusa, una estúpida! Y lo sabes bien.

Fruncí el ceño y cerré la puerta lentamente, sin ganas de escuchar más. A la mierda ellos. A la mierda ellos y sus estúpidos secretos

Me tiré de espaldas a mi cama y suspiré. Algo tenía claro, averiguaría qué me estaban ocultando. Odiaba que la gente ocultara cosas que me incumbían, sobre todo si se trataba de mi propia familia.

Me encontré pensando en Kate, en lo que tenía para decirme; y en Luke, en nuestras voces juntas creando una linda armonía para Boys Don't Cry. Su voz era dulce, la mía rasposa, se complementaban bien. Hacia tres días de eso, y no lo había visto en lo absoluto, ni siquiera miradas rápidas por los pasillos, era como si hubiera desaparecido.

Y todo eso me llevó a pensar en la pulsera, que ahora se encontraba guardada bajo llave en mi cajón de los recuerdos. Realmente no sabía porque la pulsera de Emily se encontraba en aquel lugar, de vaga familiaridad para mí. Quizás estuvimos ahí alguna vez, aunque estaba segura de que recordaría aquel campo. Las casas y el camino a él me parecían familiares, más aquella hermosa familia de flores y pasto vivo no me traía nada a la mente.

Emily debió de haber estado ahí. Después de todo, Emily había estado en un montón de lugares sin mí, era una persona bastante solitaria, independiente. Admiraba eso de ella, parecía que no necesitaba de nadie ni nada para estar bien, aunque viéndolo desde el ahora, estaba segura de que un poco de apoyo de cualquier persona, incluyéndome, le pudo haber salvado la vida.

¿Cómo no me di cuenta antes?

Cuando salí de mis pensamientos y regresé a la realidad, noté que una lágrima resbalaba por mi mejilla. La limpié rápidamente y me levanté con calma, caminando hacia el espejo.

Y ahí estaba yo. Con mis ojos tristes y acuosos que me recordaban al mar cuando había marea fuerte, mis mejillas pálidas y mis labios sin vida, sin color. Eso era yo, no era más que dolor.

Saqué mi celular de mi bolsillo trasero al sentirlo vibrar, y una mueca de disgustó apareció en mi rostro al leer la pantalla.

Era un mensaje de Kate, lo sabía porque la tenía agendada con el icono de una serpiente.

"Veme en 30 min afuera del instituto. Sabes muy bien que te conviene hacerlo. xx"

Suspiré, debatiendo en mi mente mientras mil posibilidades cruzaban mi cabeza. Realmente no tenía idea de lo que quería. Normalmente lo ignoraría, pero a decir verdad, su mensaje había movido algo en mí, necesitaba saber qué estaba pasando.

Tomé mi usual chaqueta de mezclilla del perchero y abrí la puerta de mi recámara, saliendo apresuradamente de ella.
Un alivio recorrió mi cuerpo al bajar las escaleras y ver la sala de estar vacía, al parecer Britney y mi papá habían llevado su argumentación a otro lado. Tomé las llaves y salí de casa, con mis piernas temblando un poco a causa de la inquietud.

—Llegas tarde.

Rodé los ojos al ver a Kate sentada en una banca justo frente al colegio, con un cigarro entre sus manos. Sabía que lo hacía para intentar verse más atractiva o interesante, ella misma me lo había confesado en lo que parecía ser otra realidad, una realidad en la que éramos las mejores amigas.

—¿Qué quieres decirme? Ve al grano —me senté junto a ella sin dirigirle la mirada.

—De acuerdo. Te he visto, con Luke Hemmings.

—¿Huh? —la miré con una ceja alzada, deduciendo a donde iba esta ridícula charla. Seguramente terminaría pidiéndome una cita con él, o amenazándome para que me alejara del rubio.

—Te he visto hablando con él, son amigos ¿cierto? —preguntó interesada, mientras sacaba el humo directamente en mi rostro.

—¿Qué si lo somos? —espeté molesta, aunque yo no consideraba a Luke como un amigo, ni mucho menos.

—Luke Hemmings, novio de Emily Wood... o ex novio, las muertas no mantienen relaciones —habló burlona, apagando el cigarro con el tacón de aguja de su zapato rosa chillón.

—¿Qué es esto, Kate? Me voy —acomodé los cordones de mi pequeña mochila en mis hombros y me levanté dispuesta a marcharme, pero Kate tomó mi brazo bruscamente, obligándome a voltear.

—Luke tiene algo que necesito, y tú lo vas a conseguir.

—¿Por qué lo haría?

—Siéntate, te diré por qué. O mejor aún, te enseñaré.

A juzgar por el tono de su voz, Kate se encontraba ansiosa por enseñarme aquella cosa, así que tomé asiento de nuevo, frustrada.

La morena sacó su celular y viajó a través de los videos en su galería con una rapidez impresionante, para parar en uno y colocar el dispositivo enfrente de mí.

Mi pulso se aceleró desmedidamente al ver a Derek sonriéndole a la cámara, con aquellos ojos verdes venenosos que me habían quitado el sueño durante semanas enteras.

Y mi shock creció al ver quién estaba junto a él, riendo a carcajadas... era Emily.

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Hola! Bueno esta es una historia que tenía en borradores desde hace un año más o menos, y la voy a terminar por completo, ojalá les guste ❤️❤️

no se olviden de dejar sus votos y comentarios ❤️