-No, Jack, no, no, no, no-gritaba mi chica mientras corría por toda la casa y reía.
-Te voy a atrapar, nena-le dije mientras la perseguía y escuchaba su carcajada mientras subía las escaleras.
Estamos juntos hace algo así como un año, y cada momento con ella había valido la pena.
Subí corriendo las escaleras y la atrapé cuando entro a la habitación. Se quedó quieta cuando se dio cuenta que no tenía escapatoria.
-No, tiempo fuera-hablo agitada- no tengo a donde ir.
-Lo siento, babygirl.
Y comencé a hacerle cosquillas mientras la tiraba en la cama. Ella reía todo el tiempo y eso era música para mis oídos, en serio. Me quedé quieto mirándola mientras recuperaba el aliento, soltando pequeñas risitas en medio.
Aprovechó que estaba distraído y en un movimiento rápido, se impulso y quedó arriba mío agarrando mis manos por encima de mi cabeza.
-Eso fue muy injusto.-musitó y, a continuación, acerco su boca a la mia, cerré mis ojos pero antes que nuestros labios se toquen, se levantó y salió corriendo.
-Babygirl-grite.
-Lo siento, babe.-imito mis palabras, haciéndome reír.
Me levanté y fui a la cocina. Ella estaba en frente de la heladera sacando algo para comer. Me alegraba que ella haya podido salir de lo que pasó, avanzar.
Me acerqué y la abracé por la cintura. Besé su cuello y sonrió. Apreté su cintura para darla vuelta y la besé, con todas mis ganas. Sonrió a mitad del beso y yo le copié. Unimos nuestras frentes y volví a besarla luego de unos segundos, pero con más intensidad. La subí a la mesada y me puse entre sus piernas, le quite la remera y ella hizo lo mismo con la mia. Besé su cuello y fuimos a nuestra habitación.
•••
Narra Katherine:
Desperté por un ruido molesto que provenía de mí celular. Froté mis ojos y miré a mí lado. Jack estaba dormido con el pecho desnudo, bueno no solo eso estaba desnudo. Reí ante mis pensamientos. Se veía tan lindo.
Volví a la realidad y tome mí celular lo desbloquee y miré una notificaciones de Twitter, la abrí y me hubiera gustado no haberlo hecho. Eran miles de mensajes de las fans de Jack, pero no eran mensajes lindos, no, todos eran algo así como "es demasiado fea para Jack", "Está muy gorda", "Jack merece algo mejor", "Debería dejar de comer", "O respirar".
Mierda.
Una lagrima rodó sin permiso de mis ojos. Tape mí boca rápidamente para no despertar a Jack y comencé a ahogar sollozos con la almohada. Levanté mí cabeza para seguir leyendo pero un fuerte sollozo escapó de mí boca, pose mí mano sobre esta rápidamente pero Jack ya había abierto un ojo. Puse mí cara en la almohada.
-¿Nena?-dijo con voz ronca.
-Hey babe-trate de sonar normal pero no lo conseguí.
-Hey, ¿Estas bien?
-Si, no te preocupes.-sonreí débilmente. Me miro frunciendo el ceño y se apoyó sobre su costado.
-Estás llorando-toco mis mejillas y yo las seque rápidamente.-¿Que pasa, nena?
Negué con mí cabeza y volví a llorar involuntariamente. Él solo me abrazó, mientras sobaba mí espalda y me tranquilizaba. Cuando me calme, habló:
-¿Me cuentas que pasó, bebé?
Yo solo lo mire, tome mí celular y le mostré los comentarios. Comenzó a leerlos y cerró los ojos con fuerza sobándose la cien.
-Sabes que esto no es verdad, ¿cierto?
-Una vez hablaba con mí mamá y me dijo que si la gente habla mucho de algo, es porque es verdad. Y hay cientos de personas que lo piensan.
-No, no, no.-tomo mí cara entre sus manos después de tirar mi celular hacia un costado.-Ellas lo dicen por celos, no porque sea verdad. Siempre hacen lo mismo, solo lo hacen porque estás conmigo. No es verdad, nada de eso nena, tú eres hermosa ¿si?-beso mis labios y apoyo su frente en la mia.
-Es que... Tú sabes por lo que pase y que me digan esto, solo... Me hace mal ¿entiendes?
-Claro que entiendo bebé, pero sabes que estoy para ti siempre ¿verdad?-hablo mientras me abrazaba y besaba mí frente.
-Si lo sé Jack.
-Y no tienen que importarte esas mierdas, tu Vales Mucho Más que eso.-nos miramos y besé su labios.
-Te amo, ¿lo sabías?-le dije y volvió a besarme.
-Tambien te amo, nena.-sonreí y bese su cuello, lo escuche reír- Ahora a dormir, nena.
Me acurruqué en su pecho y caí dormida, agradeciendo por la persona que me había tocado tener a mí lado.
