II

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Temor 

Todo había pasado demasiado rápido, tanto que mis ojos se nublaban por las lagrimas que amenazaban con caer, como era posible, no lo podía creer. El chico con el que llevo tan solo unos meses se encuentra besando a una chica, pero no a cualquier chica, si no que a mi prima. 

- me pueden explicar que significa esto, porque por mas que trato de entender no lo hago!-mientras ambos se voltearon algo sorprendidos.

-Acaso tu estupidez no te deja asimilar lo que ves.

- Por que entre todas la personas tenias que ser tu, acaso no te cabe en la cabeza el término de familia?

Nunca nos habíamos llevado bien, pero yo nunca me atrevería a quitarle el novio a nadie y mucho menos si es parte de mi familia. No me rompe el corazón que el chico me aya engañado,  si no que mi prima me aya traicionado.

-Mikan yo necesito explic...- no le deje terminar debido a la cachetada que le deje implantada, tanto que sentí como se expandía el dolor por mi palma.

-¡No te atrevas a dirigirme una palabra más! Ambos me dan asco- de mis ojos comenzaron a caer las lágrimas que tanto trate de contener.

- ¿Y yo querida prima, también te doy asco?, por que si no lo recuerdas vivimos en la misma casa y me tendrás que ver día tras día, claro a menos que te quieras ir.

Y estaba en todo su derecho de decirlo, yo solo era la allegada en casa de mis tíos, unos pésimos tíos. Mis padres desgraciadamente habían fallecido en un accidente, donde un extraño animal los había atacado, así siendo yo obligada a permanece en casa de ellos. Lo único que me mantenía con fuerza era mi pequeño primo youshi, a él lo adoraba y es por eso que permanecía en esa casa, pero se que será sólo por poco.

Sin decir más di media vuelta y me aleje de ellos caminando a pasos considerablemente rápido, lo suficiente para quedar lejos de su visión,  para así comenzar a correr, corría sin prestar atención a mi alrededor, solo quería llegar al único lugar en el cual me podía sentir libre y con tranquilidad.

Ya después de comenzar a correr no se cuanto tiempo paso pero pude divisar el lugar en el que tanto anhelaba llegar,  mi prado el único lugar en el que puedo estar en paz. Me senté en una de las piedras que se encontraba y me dedique a soltar todo aquel dolor que me estaba matando, solté todo el llanto. No se cuanto tiempo habré estado llorando hasta que sentí una presencia detrás mio, levante mi cabeza para ver quien había invadido mi paz y lo que pude ver me de dejo atónita. Un chico de más o menos mi edad, a simple vista guapo, pero al ver sus ojos algo extraño me recorrió la espalda.

- Tu...¿quien ere?- pregunté a penas lo había visto.

- Dime ¿ quien eres tú?...- había respondido a mi pregunta con otra.

Le había respondido como comúnmente se me ah enseñado al hablar con un extraño, por muy joven que pueda ser. Imagine que al responder de aquella forma el se alejaría y me volvería a dejar sola, pero no contaba con que se presentará " Natsume" un nombre que nunca había escuchado.

Habíamos hablado un momento, el decía cosas que me extrañaba, hasta que pregunto la razón por que me encontraba llorando " cierto, se me había olvidado la principal razón por la que me encuentro en este lugar ", sentí como mis ojos nuevamente se llenaban de lágrimas.

-Por algo que en realidad es personal

-okay entiendo, pero no vuelvas a llorar, te vez mas linda cuando no lloras- eso en realidad me sorprendió, no esperaba que me respondiera con eso para poder tranquilizarme, pero al percatarse mi asombro trato de excusarse de sus propias palabras logrado una carcajada en mi.

Habíamos hablado un rato mas hasta pude darme cuenta que ya era hora de marcharme a mi supuesto hogar, me iba a despedir de el pero se encontraba mirando a un punto fijo. Intente mirar lo que veía , pero no encontré nada. Moví mis manos sobre su rostro, para asi sacarlo de su mundo.

- Natsume  es hora de irme, ya es demasiado tarde- dije aun si no me prestaba atención, ya había oscurecido mucho y debía apresurarme antes que sea mas peligroso.

-claro... al fin y al cabo nos volveremos  a encontrar- vaya eso si que es extraño.

-¿por que dices que nos volveremos a encontrar ?

- por que estamos destinado,  nos encontraremos nuevamente- dijo el como si nada. Sentí como los colores subían a mi cara, por lo que no atine a nada mas que a correr " eh corrido demasiado este día ".

Ya había dejado de correr, pero no había dejado de caminar rápido, sentía como algo me observaba o mas bien me seguía, era una sensación un tanto tenebrosa, por lo que mantenía un caminar un tanto acelerado. Ya un tanto mas cerca de casa pude escuchar como me llamaban, por lo que al girarme pude divisar a natsume, " vaya se ah tardado menos de los que yo eh demorado" 

-eh? natsume ¿que haces acá? , no se supones que estabas viendo las supuestas estrellas-  le pregunte, pensé que se quedaría ahí mucho mas tiempo.

- déjame que te acompañe hasta tu hogar- la verdad es que tenia miedo de aquella sensación que había tenido hace unos minutos, pero no debía dejar que un extraño sepa donde vivo.

- no te preocupes no es necesario ... enserio que no lo es - lo dije para convencerlo, pero mas bien era para convencerme a mi misma. 

-oh .... claro que lo es, déjame acompañarte, que clase de caballero crees que podría ser, si dejara que una dama vaya con los peligro de la noche- vaya al parece había podido adivinar el miedo que estaba sintiendo, ya sin mas decidí no oponerme a su compañía, puede que con eso me sienta mucho mas segura. 



El príncipe de las tinieblasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora