"¡Que se apague todo, que se corte la luz! KABOOOM", gritó Matías al tirar de la palanca del generador y escuchar el ruido del motor apagándose de golpe. Corrió inmediatamente hacia la ventana, para ver la ola de oscuridad extenderse por la ciudad. Entonces, con una sonrisa, levantó la vista al cielo y vió las estrellas más brillantes que nunca. Se infló los pulmones, emocionado, y le gritó al mundo que levantara la vista y viera la verdadera luz
