A corazón abierto.

Mi abuelo.

Esto no es un poema, sólo que quería desahogarme y es la única manera que he encontrado.
Hace dos años y medio más o menos que mi abuelo falleció. Fue, es y será la persona que más quiero en el mundo, aunque él ya no esté aquí. Hizo de padre, de abuelo y de amigo. Fue mi apoyo en todo momento, mi gran soporte para no derrumbarme, aunque muchas veces aún así acabé en ruinas.

Recuerdo el día que murió como si hubiera pasado hoy mismo. Y recuerdo que no me despedí de la forma que quise. Me quedaron demasiadas cosas por decirle. De una semana a la otra él ya no estaba aquí y yo no supe encontrar el momento para hablar con él.

Se fue sin saber que su nieta era lesbiana.

Quizá para algunos es una tontería, pero me hubiera gustado decírselo, porque sé que él me hubiera apoyado en todo momento.

Se fue y no supe decirle cuanto lo quería. Hasta que lo vi, sin vida, y sólo siper decirle te quiero.

No fui la mejor nieta, ni soy la mejor hija, ni la mejor persona del mundo, y siento que sin él me cuesta más todo.

Y joder, sé que es el maldito ciclo de la vida, pero hay personas que deberían ser eternas.

Y cada día me hago una idea de que mi abuela un día también faltará.

Pero sé que nunca estaré preparada para decirle adiós, como no estuve preparada para decírselo a mi abuelo.

Y yayito, quiero que sepas que cada día me acuerdo de ti, y te escrito tanto, pero tanto...

Ya sabes, caminante...

Gracias por ser aquél padre, aquél abuelo y aquél amigo que siempre necesité. No me cansaré nunca de escribirte.

Te quiero, te amo yayo.