No puedo más.
Necesito que la vida pare,
quizás sólo un segundo.
No lo sé.
Sólo que pare.
Necesito respirar.
Siento que me ahogo
y que ni yo mismo
puedo salvarme.
Siento que voy cayendo
y que cada vez es
más difícil
volver a subir.
No soy yo.
No puedo ser yo.
Y me ahogo.
Me ahogo y me marchito.
Me marchito tan
lentamente
que nadie se da cuenta.
Me hundo en tan poco
que casi no puedo resurgir.
Ese dolor.
Ese maldito
dolor en el pecho
que me impide respirar.
Ha vuelto.
Ha vuelto
lleno de miedos,
de rechazo,
de insultos,
ha venido
y promete no irse.
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A corazón abierto.
PoesieDesde bien pequeño me gustaba plasmar todo aquello que me pasaba por la cabeza en un papel, hoy lo hago aquí. Quería compartir este trozo de mi alma con los demás.