Capítulo 5

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Ya era medio día, el tiempo había pasado muy rápido desde que los monstruos atacaron ayer. Ya se había cumplido el plazo que teníamos para salir antes de que se terminaran nuestras provisiones, no quedaba una ración y media a cada uno.

Liam sugirió que nos quedáramos más si yo no me sentía en condiciones de salir pero tarde o temprano debíamos salir. Prefería que fuera antes de que el miedo me dominara y luego no supiera controlarme.

Tomamos nuestras cosas y cargamos las mochilas, Liam me dio un beso en la punta de la nariz antes de salir y yo me tome un momento para decirle adiós a la cabaña, ya no la volvería a ver. Ya no regresaría jamás.

Salí y el aire fresco invadió mis pulmones. No sabíamos a donde dirigirnos ni donde estaban los monstruos así que sugerí que empezáramos buscando armas y provisiones, luego encontraríamos un refugio.

Caminamos tensos y con un poco de miedo ya que no sabíamos que quedaba de nuestro sector, no sabíamos si los monstruos estaban cerca o nos estaban siguiendo. Habíamos salido al mundo como un par de niños sin pistas. Del exterior, como si descubriéramos un mundo nuevo por nuestra cuenta.

Avanzamos hasta llegar al borde del sector, Liam se detuvo y se giró hacia mí:

- ¿Segura que estas lista para esto?

- Si- dije decididamente sin mirar a Liam – vamos.

Entramos por las puertas que antes estaban cuidadas por guardias y recordé el bolso que había encontrado días antes, había un arma allí y estaba ahora en mi casa.

Ver el sector me hacía recordar cosas, esperaba poder recordarlo todo.

Caminamos entre ruinas y edificios vacíos, había muchas cosas esparcidas en el suelo, había huellas de caos, de destrucción.

Llegamos al dentro del sector y le dije a Liam que vayamos a mi casa, quería coger el arma que había encontrado, además talvez recuerde algo de camino.

Yo conocía un atajo para llegar a mi casa desde el centro había que pasar por el hospital, era el camino más corto y se lo sugerí a Liam.

-Muy bien- dijo Liam – pues en marcha. Sabes te voy a dar un pequeño dato curioso, nos conocimos por primera vez en el hospital.

-¿En serio? Talvez al pasar por allí lo recuerde, mi mente está empezando a recordar cosas mientras veo el sector.

Caminamos en silencio hasta que llegamos al hospital y Liam sugirió que entráramos por dos razones: primero él quiera recoger medicamentos y suministros médicos para nuestro viaje y segundo, él quiera que yo recordara, que lo recordara a él.

Entramos y el olor a clínica, a enfermedad, a limpio, me mareo por un momento, camine por el pasillo principal y entre a el primer cuarto grande, el de heridos o enfermos leves, yo casi siempre trabajaba allí. Era un trabajo fácil casi nunca habían muertes. No me gustaba pensar en la muerte.

Camine dejando atrás muchas camillas vacías hasta que llegue a una con una mancha de sangre en la almohada, me acerque a ver y la poca luz que iluminaba el cuarto se apagó. El foco se había quemado.

Sumergida en la oscuridad recordé. El día en que conocí a Liam, estaba en el hospital, hubo un temblor, todo estaba oscuro, él estaba herido y yo lo ayude, el pido que regresara por él y yo lo hice. La luz volvió con Liam, traía una linterna. Lo vi y mis ojos se llenaron de lágrimas, estaba feliz, había recuperado mis recuerdos sobre él y también la confianza. Ahora lo sabía, sabía que no me mentía.

En un planeta de papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora