Maléfica x Diaval ~Once Upon a Dream

Épico amor, Épico reencuentro

-¿Diaval…?- lo llamó Maléfica, fue hace mucho tiempo, como cuando Aurora tenía 7 años.

Maléfica lo vio flotando en el lago, en su forma de cuervo.

-¡Diaval!- gritó ella, el cuervo no se movía, corrió hacia él internándose en el agua -¡En un hombre…!-

Se transformó, sí… pero seguía flotando en el agua, ella llegó hasta él preocupada…

Tenía una herida de bala en el pecho, en esos tiempos, habían muy pocas armas de ese tipo… y eran muy letales.

-¡Diaval, despierta!- dijo ella y lo arrastró hacia la orilla del lago, no se movía -¡Por favor, no me hagas esto… no me dejes sola!-

Usó sus poderes e intentó cerrar la herida, sacó ese artefacto de hierro aunque la quemara.

-¡Diaval, despierta, maldita sea!- dijo Maléfica, la herida ya había cerrado, pero él no respiraba.

Maléfica no lo pensó dos veces y le dio respiración boca a boca, presionando inútilmente su pecho.

-¡Diaval, por favor, no me hagas esto!- suplicó ella llorando y siguió dándole respiración boca a boca, hasta que, la respiración, se transformó en un beso…

-Por favor, Diaval… despierta…- susurró llorando y se recostó en su pecho, no podía estar muerto… no podía.

Pero de repente, una mano acarició su cabello.

-Maestra…- susurró Diaval.

-¡Diaval!- dijo ella y besó su frente -No vuelvas a hacerme esto, mi pajarito bonito…

Diaval se dirigió nervioso hacia el bosque.

-Aurora, ¿qué tal si vienes tú?- dijo él con algo de miedo.

-Nop, deben estar solos, debe ser romántico…- dijo la rubia sonriendo -Maléfica quedó en venir aquí en el ocaso, debo irme-

-Muchas gracias, Aurora…- la abrazó y luego, la rubia montó su caballo para irse.

Llegó el ocaso y Maléfica fue, Aurora le dijo el lugar preciso y la hora, según ella, debía decirle algo muy importante… pero cuando llegó solo vio una figura negra caminar desde lo lejos hacia ella ¿Será… posible?

Sí, era él… ella sacó una daga (con mango de cuero para no lastimarse) y corrió hacia él.

Cuando llegó hacia el cuervo, mostró la daga y la puso frente al pecho del cuervo.

-Adelante… mátame, mi corazón es tuyo y puedes hacer lo que quieras con él- dijo el cuervo entregándose a su voluntad, ella soltó la daga y le dio un apasionante beso, ante el calor del ocaso, lo besó con ira, con amor… él la tomó de la cintura mientras la besaba…

En ese momento, ambos tuvieron el mismo recuerdo… él más dulce de todos…

...

Salieron del lago, desnudos… luego Maléfica se recostó en la orilla del lago y él, se puso lentamente sobre ella… procuró no lastimarla cuando se convirtieron en uno solo.

Luego, ella quiso todo el control y se puso sobre él… no tenía claro qué le gustaba más de Diaval… si eran la manera inocente en la que sus ojitos la miraban, su boca de la cuál escapaban leves gemidos, sus manos que la aprisionaban, su cuerpo que la poseía, o esa sonrisa dibujada en su rostro.

Ella también sonreía, no solo porque se sentía realmente bien sino porque tenía algo de timidez y a la vez, se esforzaba un poco por lucir atractiva para él.