Punto de Quiebre - yaoi (KaraIchi) (Osomatsu-san)

Capítulo 2

–¿Por qué demonios debo disculparme con el? – preguntaba irritado Ichimatsu.

–Esta de más esa pregunta.– le respondió Osomatsu mirándolo con cierto enojo.– Se que no te llevas bien con Karamatsu. Pero decirle que se muera es demasiado... incluso para ti...

Ichimatsu no respondió, puede que Osomatsu tuviera razón, era verdad que de entre todos sus hermanos Karamatsu era el que menos le caía, pero incluso el admitía que tal vez si se había sobrepasado con sus palabras...

–De acuerdo... iré a disculparme.– respondió resignado saliendo de su casa. Comenzó a buscar a Karamatsu, mientras pensaba como debía disculparse. Pensaba en lo sucedido. "Estúpido Kusomatsu." Lo maldecía internamente, no es que lo odiara... solo no podía soportar su confianza... confianza que el anhelaba tener... "Yo soy el que debería morir..." pensó con tristeza, a Ichimatsu le molestaba todo de Karamatsu, pero lo que mas lo molestaba era su confianza... esa confianza tan codiciada por el... Ichimatsu, sin saberlo, se sentía de misma manera que Karamatsu... despreciable... no deseado... las únicas dos diferencias entre Karamatsu y el era que las razones de esto eran diferentes, Ichimatsu comenzó a sentirse de esta manera por el constante rechazo de sus compañeros de clase, en el caso de Karamatsu fueron los constantes rechazos e insultos de sus propios hermanos. Karamatsu, por su parte, se había negado a aceptar su pesar, en cambio Ichimatsu prefirió aceptarlo.

"Maldito Karamatsu... ¿Dónde demonios esta?" pensaba molesto Ichimatsu mientras lo buscaba en los lugares donde solía estar. Trataba de pensar en los lugares mas dolorosos en los que podría estar su hermano. Busco en el puente donde normalmente acosaba a las chicas, el parque... pero su hermano simplemente no aparecía. Por su mente cruzo la vaga idea de buscarlo en el muelle, después de todo no perdía nada con ir a buscarlo ahí.

Y así lo hizo, comenzó a caminar en dirección hacia el muelle.  Pensaba en las palabras que usaría para disculparse, incluso se imaginaba la cara de su hermano diciendo algo como "No te preocupes brother, se que solo estabas enojado." Con su estúpido rostro, que para desgracia de Ichimatsu era igual al suyo. Se encontraba a pocos minutos del muelle, sin embargo algo le decía que allí estaría su hermano. Ichimatsu trataba de ir lento para poder pensar con algo de calma las palabras que le diría a Karamatsu. Iba tan concentrado en sus pensamientos que no se dio cuenta de cuando llego al muelle.  Alzo la vista tratando de encontrar a su estúpido hermano mayor. A lo lejos logró visualizar lo que parecía ser la silueta de su hermano. Ichimatsu estaba a punto de gritarle cuando vio como aquella silueta se desplomaba en el suelo. Ichimatsu pensó a que quizás su hermano lo había visto y trataba de engañarlo, así que no le tomo mucha importancia y siguió caminando con calma. Al estar a pocos metros de su hermano comenzó a notar, gracias a la poca luz que la luna le brindaba, como la sudadera de Karamatsu estaba manchada de sangre...

–Oi Karamatsu... esto no es divertido... –La voz de Ichimatsu temblaba sin que el se diera cuenta– ¡Levántate de una maldita vez!– grito, mientras la desesperación se apoderaba de el. Cayo en la cuenta de que no era una broma... "Karamatsu jamás haría una broma como esta." fue su primer pensamiento cuando noto que la cantidad de sangre aumentaba, corrió hacia donde estaba el cuerpo inmóvil de su hermano. –Vamos...– en un intento desesperado de despertarlo comenzó a sacudirlo ligeramente. Fue entonces cuando observo los brazos de su hermano... – No puede ser... – su primer pensamiento fue el de llevar a su hermano al hospital al observar las heridas que cubrían su brazo; heridas profundas y sangrantes cubrían los brazos de su hermano, fue entonces que cayo en la cuenta de que no llevaba su celular con el. Tomo entonces el brazo de su hermano sin importarle si se manchaba de sangre, se quito su sudadera y la rompió en retazos para al menos detener un poco la sangre que brotaba. Desesperado, esa era la única palabra que podría describir a Ichimatsu en esta situación. Comenzó a enrollar los retazos en el brazo del mayor.