Punto de Quiebre - yaoi (KaraIchi) (Osomatsu-san)

Capítulo 4

Jyushimatsu le entrego a cada uno un trozo de papel, donde escribieron sus nombres. Los depositaron en un zapato, lo agitaron hasta que consideraron que ya estaban revueltos. Jyushimatsu tomo el primer papel y lo desdobló.

–Todomatsu.– dijo.

–¡Yahooo~!– fue el grito de alegría que soltó al escuchar su nombre. Jyushimatsu volvió a meter su mano, sacando el segundo papel.

–Ichimatsu.– pronuncio esta vez. Ichimatsu ni se inmuto. Osomatsu casi se sacaba los ojos. Jyushimatsu volvió a meter su mano sacando el segundo papel.

–...– La tensión entre los hermanos restantes era palpable. Los restantes no sabían si Jyushimatsu estaba disfrutando poner ese tipo de tensión en ellos o si solo estaba nervioso. –Karamatsu.– Dijo finalmente.

Osomatsu estaba mas que deprimido, definitivamente no era su día de suerte. Pero ¿y Karamatsu? Se preguntaran. Bueno, estaba que no lo creía, simplemente se sentía afortunado de poder ir con sus hermano a aquel viaje, a pesar de que no todos irían. Estaba tentado a darle su lugar a Osomatsu o Choromatsu, pero realmente quería ir, así que por esta ocasión se abstendría de ceder. Quizás mas adelante podrían ir todos juntos a algún viaje similar.

Ichimatsu mientras tanto, se debatía internamente en ir. Por un lado odiaba estar rodeado de gente, pero Karamatsu iba a ir y no podía simplemente dejarlo solo... "¡¿POR QUÉ MIERDA TE GANASTE UN LUGAR?!" gritaba para sus adentros. Si tan solo Karamatsu no hubiera sido elegido podría fácilmente ceder su lugar a alguno de sus hermanos y quedarse con Karamatsu, pero no, el mundo lo odiaba y le quería joder la vida a cada oportunidad... de acuerdo quizás estaba exagerando un poco, pero eso no anulaba el hecho de que tendría que ir para cuidar a Karamatsu... un momento, ¿Cuidar a Karamatsu? No era su mamá como para hacer eso. Si, es verdad que desde lo ocurrido en el muelle agarró la costumbre de vigilarlo, pero llegar al grado de pensar en cuidarlo... definitivamente algo había cambiado dentro de él... pero el que quisiera admitirlo o no, era una cuestión totalmente diferente, de la que mas adelante hablaremos.

Mientras Ichimatsu estaba sumergido en sus pensamientos, Osomatsu rápidamente se acerco a Ichimatsu sin que los demás lo notaran. –I~ chi~ ma~ tsu~ – le llamo sacándolo de su cabeza. Este reaccionó al escuchar su voz, al ver al mayor supo lo que su estúpido hermano mayor quería. En cualquier otra circunstancia le habría dicho que si sin dudarlo, sin embargo las cosas eran diferentes ahora. Necesitaba— DEBÍA IR.

–No.– Le respondió antes de que siquiera formulara su pregunta. – No te daré mi lugar.– El mayor rápidamente le puso una cara de cachorrito. –No.– le volvió a repetir.

–El mundo me odia...– se lamentaba el mayor. Su única oportunidad de ir... ¡Perdida!

–Es lo mas probable.– le respondió cortante. No había necesidad de responderle cruelmente, pero de algún modo Ichimatsu disfrutaba insultar de vez en cuando a Osomatsu.

–A todo esto, ¿Cuántos días serán?– pregunto Karamatsu, llamando la atención de los presentes. Mientras que Todomatsu e Ichimatsu miraron fijamente a Jyushimatsu esperando una respuesta.

–¡Una semana!– contesto energéticamente. Todomatsu solo podía imaginarse el viaje y los lujos que habría. Karamatsu por su parte se imaginaba los lugares que verían. En cambio a Ichimatsu realmente no le emocionaba la idea pero tenia que vigilar a Karamatsu.