Matrimonio arreglado (Cardverse/Dannard)

Cap 3

Leonard suspiró, tres semanas... Ojalá pasen lentas esas tres semanas...

-Hey-

El príncipe de espadas se sorprendió al escuchar esa voz, volteó y se encontró con un castaño sonriente.

-¿Qué ocurre?-

-¿Me muestras el lugar?-

Dante tenía mucha curiosidad por aquel castillo, era enorme y apenas conocía el salón de bailes, el salón de banquetes, unas habitaciones que les proporcionaron los reyes y el camino para llegar a estos lugares.

-Esta bien... ¿La princesa Helga no desea venir?-

Dirigió su mirada a la castaña que sólo los veía en silencio, cuando se percató de que era observada.

-¿Qué sucede?-

-¿Le gustaría conocer el castillo?-

-Oh, por ahora no, el viaje me tiene algo cansada, así que estaré en mi recámara, permiso-

La princesa hizo una reverencia junto a un guiño y se dirigió a su habitación.

¿Ella? ¿Cansarse? No iban juntas esas palabras, mas bien su mellizo es el perezoso, pero ella sabía que su hermano necesitaba ese tiempo a solas para conocer a su futuro esposo.

-¿Vamos?-

Leonard regresó su vista a Dante, cierto... Le tenía que mostrar el lugar, el rubio asintió y le comenzó a guiar por el castillo.

Pasaron por varios pasillos, le enseñaba habitaciones como la cocina, la sala de juntas, la biblioteca y varias otras salas.

Llegaron hasta el jardín.

-Wow...-

Era cierto que como cualquier castillo, el de corazones tenía un jardín... Pero, nada comparado con el jardín de Espadas.

Era inmenso, lleno de distintas flores de distintos tonos de azules.

-Es hermoso...-

Jones sonrió, recorrieron todo el jardín hasta llegar a la parte favorita del más bajo.

Sus rosas rojas.

-Aquí están... Lo mejor del jardín-

Estaban algo ocultas, pero cuando las veías resaltaban bastante.

El castaño se agacho para apreciar mejor a las rosas.

-Son lindas... Su color...-

Y como la ultima vez, al ver esas rosas recordó a su hogar y una sonrisa nostálgica apareció.

El heredero del reino de Pica no pudo evitar quedar hipnotizado por dicha sonrisa, serena... Tranquila...

Sacudió su cabeza para volver a la realidad.

Continuaron su recorrido por el castillo encontrándose con Yao, quien dio una sonrisa picara, un guiño y luego se alejo.

Oh, Leonard sabía perfectamente lo que él estaba pensando...

Llegaron hasta lo que eran las habitaciones.

-Y bueno, más adelante la puerta blanca con el símbolo de mi reino-

Dante asintió, la habitación de este estaba en dirección contraria a la suya.

-Joven príncipe-

Un soldado hizo una reverencia.

-¿Si?-

-El rey quiere hablar con usted-

Leonard asintió y el soldado se retiró.

-Disculpa yo...-

-No hay problema, se como regresar a mi habitación-

Leonard hizo una reverencia y se fue.

Dante se quedó pensando... ¿Qué haría ahora?

Tal vez podría buscar a su hermana y dar una vuelta por el reino, si es que sabiendo lo inquieta que es no se habrá ido ya.

Comenzó a caminar hasta que vio cierta puerta blanca con el símbolo de Espadas en ella.

-El cuarto de Leonard...-

Miró a todos lados, no había nadie...

¿Debería echar un vistazo?

Eso sería invadir su privacidad...

Pero... Por otro lado en poco tiempo estarían casados así que...

Abrió la puerta que estaba sin seguro por suerte.

Paredes azules, techo azul, piso azul.... Era demasiado azul para sus ojos.

Los muebles ya eran de una color blanco, una gran cama, varios libreros, una ¿Lira? Al parecer Leonard sabía tocar un instrumento.

En un escritorio le llamo la atención un peluche de... ¿Unicornio blanco?

Reprimió el reír, tal vez era muy preciado para él.

Lo tomo, si que era muy suave.

Entonces noto un libro marrón que estaba debajo del peluche ¿Qué sería?

Dejo el unicornio a un costado y abrió el libro, la letra estaba hecha a mano... Eso no era un libro cualquiera, era un diario.

Lo soltó, ya había irrumpido bastante en su privacidad al entrar a su habitación, leer su diario era demasiado.

Aun que le daba curiosidad, el príncipe de espadas siempre fue un reservado, esto tal vez lo ayudaría a conocerlo y que su matrimonio tenga lo mas importante, una amistad de por medio.

¿Debía leerlo?