Epílogo: Boda.
Cris se aferraba al brazo de su padre como si le fuese la vida en ello, apretando tanto que por un momento temió que se lo fuese a romper.
-Tranquila, pequeña. –Se observó en el espejo que había al lado de la puerta (http://www.polyvore.com/boda/set?id=76076364) antes de recoger la cola para no pisarla y de salir. Los invitados la miraban, sonriendo. Ella sentía que se iba a desmayar, pero su mirada chocó con la de Dani, que estaba en el altar. Al llegar, Marcos, el padre de Cris, entrelazó una de las manos de su hija con la que su prometido tendía.
-Estamos aquí reunidos para unir en santo matrimonio… -Los novios dejaron de escuchar y se dedicaron a sonreírse entre ellos y juguetear con sus manos entrelazadas. –Cristina, ¿Aceptas a Daniel como tu legítimo esposo para amarlo y respetarlo hasta que la muerte os separe?
-Sí, acepto.
-¿Y tú, Daniel, aceptas a Cristina como tu legítima esposa para amarla y respetarla hasta que la muerte os separe?
-Sí, acepto.
-Yo os declaro marido y mujer. –Miró al rubio. –Puedes besar a la novia. –Y así lo hizo. Le plantó el morreo de su vida delante de todos sus amigos y familiares. Algunos gritaban, otros reían, y alguno que otro tenía cara de indignado. << ¿Casada con dieciocho años? Estará embarazada>> pensaban algunos, pero se casaban porque se amaban, no por otra cosa.
Ángela (http://www.polyvore.com/dama_de_honor_03/set?id=76323863), Ainhoa (http://www.polyvore.com/dama_de_honor_01/set?id=76310062) y Marta
(http://www.polyvore.com/dama_de_honor_02/set?id=76322571) eran las damas de honor, mientras que Lucía (http://www.polyvore.com/verano_16/set?id=76647278) y Meri
(http://www.polyvore.com/verano_03/set?id=77666289) eran invitadas ‘normales’. Todas estaban junto a sus novios.
-Te necesito. –Le susurró Dani a Cris. –Ahora y siempre. –Ella enroscó sus brazos alrededor del cuello del chico, sus ojos brillando por la emoción del momento.
Dani pasó sus brazos por la cintura de ella, acariciando la tela del vestido. Sabía que Cris estaba a punto de llorar, y no entendía cómo no había llorado aún él mismo. La respuesta era sencilla: Aún no se lo creía.
-Sé que no te lo crees. –Susurró ella en su oído, secándose el rostro. –Pero esto es real. Es más real que nunca.
-Eres mía y yo soy tuyo. –Murmuró él. –Y cualquier otra cosa es inconcebible.
-Repito que amo que leas. –Sonrió, una sonrisa que fue correspondida por el chico.
-Y yo repito que te amo a ti. –Las manos de él pasaron de su cintura a sus mejillas, acariciándolas con ternura. – ¿Real o no real?
-Real. –Se mordió el labio. -¿Juntos?
-Juntos. –La pegó un poquito más a él. -¿Always?
-Always. –Acarició el pelo del chico. –Nunca creí que diría esto, pero… ¿Podemos dejar los libros para otro momento y me besas ya? –Él rió.
-Eres impaciente, princesa.
-Sí, sí. Lo que tú digas. –Le besó, sus lenguas acariciándose con dulzura. El momento fue interrumpido por las risas de sus amigos.
-¿No podéis comeros ya en la noche de bodas? –Cris y Dani, totalmente sincronizados, le pegaron una colleja a David.
-¡Au!
-¡Ey, dejad a mi niño! –Ainhoa se interpuso y le achuchó, mientras que él hacía un tierno pucherito.
-Ala, mírala a ella. –Les sacó la lengua.
El día pasó entre risas, felicitaciones y regalos. Y al fin llegó la noche.
Cris y Dani ya habían llegado a su destino: París.
Ella se acercó al balcón de la habitación y se apoyó en la barandilla, mirando hacia la Luna.
-Es hermosa. –Susurró.
-No tanto como tú. –Dijo alguien a sus espaldas. Cerró los ojos mientras el chico apartaba su pelo de su cuello y besaba éste último. Se mordió el labio.
-Te amo, Dani. –Él la hizo girar para que quedaran el uno frente al otro.
-Te amo, Cris.
Unos años más tarde…
Cris movía nerviosamente entre sus manos el test de embarazo, ahora tenía veintidós años y Dani veinticinco. Ambos estaban preparados para tener un bebé. El aparato pitó y Cris aguantó la respiración mientras miraba el resultado. Estaba embarazada.
La puerta de la calle se abrió y por ella entró Dani, tan guapo como siempre.
-Hola, cari… -Se cortó al ver la cara de la chica. -¿Estás bien? –Ella escondió el test entre los cojines como pudo. Asintió, pero él negó. –No te creo.
-¿Cómo te digo esto? –Susurró ella mientras él se sentaba a su lado. –Digamos que… -Tragó saliva. –Que vamos a ser uno más.
Dani se quedó paralizado por unos segundos que para ella se hicieron eternos, pero luego se abalanzó sobre ella y comenzó a darle besos por toda la cara, alegre.
-¿De verdad?
-Pues claro, idiota. –Rió mientras le besaba. –Dani, al fin mi sueño se cumplirá. –Murmuró con emoción, acordándose del sueño que tuvo cuando aún no estaban ni casados.
-Para mí mi mayor sueño eres tú. –Ella se acomodó en su cintura mirándole desde arriba y luego le besó con una pasión inimaginable. Y justo cuando el rubio iba a quitarle la camiseta que llevaba, llamaron al timbre. –Mierda. –Murmuró Dani, causando la risa de ella, que se levantó y abrió la puerta.
-¡Cris! –David le dio vueltas en el aire.
Se saludaron todos y Cris y Dani pidieron silencio.
-La cosa es…
-Dilo ya, que nos estás preocupando. –Interrumpió Carlos.
-¡Estoy embarazada! –Y Cris soltó la bomba.
Todos fliparon, pero después se oyeron solo felicitaciones.
Álvaro y Marta también tenían algo que anunciar, por lo que se miraron.
-¡Nos vamos a casar! –Gritaron, felices.
Y más felicitaciones.
El tiempo pasó y ahora estaban todos casados y felices. Cris y Dani habían tenido a una niña preciosa, así que su sueño no se cumplió exactamente igual. Pero ambos se amaban y eso era lo importante. Auryn siguió durante muchos, muchos años.
Y así fue cómo unos chicos que se amaban consiguieron ser felices para siempre.
FIN.