THE WALKING DEAD: SAGA

TWD1: CAPITULO 1 "COSAS"

THE WALKING DEAD: INFIERNO
CAPITULO 1 "COSAS"

Narra Amaya

Todos dicen que el mundo acabará algún día, por ello es que nacen muchas teorías, como: meteoros, mega huracanes, mega terremotos, cataclismos globales y todo ese tipo de cosas.
A veces me detengo a pensar en por que todas esas teorías pasan por mi mente, lo que importa ahora, es la felicidad de al fin poder independizarme y vivir sola como siempre lo quise, como siempre anhele y hoy se hace realidad.
Alberto (mi padre), es el que mas estaba triste el día de ayer cuando termine de empacar todo para trasladarme a mi departamento en la ciudad de San Fernando, pero por una parte es lo mejor que pudo pasar, ya que los constantes enfrentamientos con Ximena (mi hermana menor), ponían de punta los nervios de Constanza (mi madre) al punto de provocarle varias crisis de nervios. A sido un dia de reflexiones, cuando dejas mucho atrás para comerzar una nueva vida, miro el techo de mi habitación pasmada y hundida en el mar de pensamientos en el cual estoy fundida, así que es mejor que me levante a pintar el living, ya que su color gris, no me gusta en lo absoluto. Me quedaría hasta tarde a dormir pero ya son las 10 a.m y Angie (mi mejor amiga, vecina desde que vivía con mis padres en Barrio Norte), llegara en un par de horas para conocer mi nuevo hogar.
Tomé un rico vaso de juego de naranjas y un pan con palta (agucate) como acostumbro todos los días y me di cuenta que un radiante sol iluminaba todo el living del departamento. Un día perfecto para ir a la playa, pero este fin de semana tengo deberes con mi nuevo hogar, así que ¡manos a la obra!
Instale una silla cerca de la pared donde comenzaría a pintar, abrí el gran tarro de pintura que me regalo mi padre y hundiendo la brocha comencé a teñir las paredes verde agua, ya que siempre me fascino el color, me recuerda a mi antigua cosa ubicada en Barrio Norte, puesto que mi cuarto era de aquel color y ya m había acostumbrado a pasar la mayor parte de mi vida viendo las paredes teñidas de aquella tonalidad
Ha pasado media hora y me falta poco para terminar uno de los lados laterales del living, solo me queda un pequeño trozo en lo más alto, pero creo poder alcanzarlo con la brocha. Me estire a no más poder para alcanzar la parte decolorada, y de repente ¡Boom!, un fuerte estruendo se escucho de una manera impresionante que sucumbió el edificio completo y lo hizo temblar con una increíble fuerza, perdí el equilibrio y caí fuertemente al piso. Abrió los ojos lentamente con un fuerte dolor de cabeza, pero veía todo nublado y borroso. Mis ojos se cerraban en contra de mi voluntad y me perdí en una profunda oscuridad, que no se si me hizo soñar o delirar. Mi vista se fue a negro y desplomada en el piso, me desmaye sin saber el motivo que había gatillado aquella explosión.
Abrendo los ojos lentamente, mi vista comenzó a volver a su forma normal poco a poco. Con el espantoso dolor de cabeza, me senté en el piso mirando a todos lados, estaba literalmente desorientada y no tenia noción real del tiempo. Un dolor gigante comencé a sentir en mi nuca, por lo que al tocarme la parte trasera de la cabeza, sentí algo viscoso que al ver mi mano, era sangre. Me puse de pie a duras penas temblando como una niñita luego de mojarse los pantalones y al observar el piso, estaba con un enorme charco de aquel líquido rojo que se desplaza por nuestras venas.
Me fui de inmediato a la habitación y saque ropa limpia con una toalla. Entre al baño y corriendo el agua caliente de la ducha, ingrese y comencé a notar como la sangre corría por la tina y se iba por el drenaje. Al ver que mi cabello ya estaba limpio, corte el agua y tomando la toalla comencé a secarme el cuerpo, para después ponerme los jeans, las botas y una camisa de cuadros blancos y azules.
Salí del baño y secando con cuidado mi pelo rojizo, me mire en el espejo de la habitación, mis ojos azulados estaban aun desorientados con el golpe.
¡Angie!, aun no llegaba y ya se comenzaba a hacer tarde, por lo que tomando mi celular, observe que eran las 11:30 a.m. no había señal y mi extrañeza despertó. Fui al living caminando, y al ver el charco manchando el tapiz, me pongo las manos en la cintura:
-Tengo que limpiar este desastre
Antes de ir por la escoba y el trapero, el tono de mensaje de voz del teléfono sonó y al acercarme lentamente a el, tenia 109 llamadas perdidas, la ultima registrada hace 35 minutos, cuando aun seguía tendida en el suelo, 4 llamados de voz eran los que mas llamaban mi atención y presionando el botón para escuchar el primero, era Angie quien a las 10:15 a.m, me decía: