MARATÓN 4/5
FINAL
No, no puede ser
—La última vez que te vi eras una niña. Pero mírate ahora. Eres toda una mujer, una mujer con buen gusto.—examinó mi ropa de arriba hacia abajo.—Debes tener cientos de pretendientes.—caminó hacia mi.
No había cambiado ni un poco; Vestido negro, sobre las rodillas y tacones tan altos como los míos. Cabello negro perfectamente arreglado y labios rojos.
Quería correr y tirarla al suelo, golpearla hasta que su rostro quedara irreconocible. Pero por alguna razón no podía moverme.
Era demasiado, los recuerdos son demasiado. Se han activado ahora más que nunca.—No tienes idea.—mantuve la misma posición altiva y desinteresada que ella estaba utilizando.
No sabía que estaba haciendo, pero necesitaba tantear el terreno primero.
—¿Extrañas a tus padres?
Tranquila, Alex
—A veces los recuerdo. De hecho, te gustará oir que pienso en ti.—sonreí.
¿Crees que puedes ser cínica? No me conoces.
—Es gratificante saber que permanezco en tus pensamientos.
—Sí, en ellos. Estás quemándote mientras tienes una soga atada al cuello.—eso la destabilizó un poco, pero se recompuso rápidamente.
—He escuchado que te has convertido en una cazadora de brujas. ¿Es cierto?.
—No lo sé. ¿Qué tal si te mato y lo averiguamos?
—Tienes sentido del humor. Me gusta. ¿Saben tus compañeros que eres una bruja?
Mierda.
—Que linda. Te preocupas por mi.—sonreí
—¡Alex, nos vamos!
Por favor no llegues aquí.
Por favor no llegues aquí.
—Aquí estás. Estamos buscándote desde hace media ho...—se fijó en la mujer de al frente y sacó una daga.
—¿Quién eres?.—preguntó acercándose
—Mason, vete.—le susurré
—¿Perdiste la cabeza?
—Él debe ser uno de tus pretendientes. ¿Qué sentiste cuando tu novia te dijo la verdad?
Es todo. Voy a matarla
—¿La verdad?.—Mason me miró
—Mason, vete por favor.—le rogué
—¿Cómo? ¿No te ha dicho?.—fingió sorpresa
Corrí en su dirección, pero ella me tiró al suelo con su magia.
Masón corrió hacia mí y me ayudó a levantarme.
—Vete.—le susurré
La bruja apartó a Mason del camino y lo lanzó contra la pared
—¿No quieres saber que es lo que tu chica te oculta?.—le preguntó con burla.
Tomé la daga que se había caído y me lancé contra ella.
Pero entonces sentí un ardor horrible en mi pie.—¡Ah!—me quité de encima de la bruja y miré mi pie
Había quemado el zapato y parte del pantalón, revelando mi marca de nacimiento.
Lo peor, Mason la vió.
ESTÁS LEYENDO
Cazadora de brujas
Novela JuvenilMi nombre es Alex y soy una cazadora de brujas ¿Saben que es lo irónico? Soy una bruja. Pero no esas brujas con berrugas gigantes y caras destrozadas. No, eso ya es pasado y estamos en el siglo XXI. Soy una chica de diecisiete años como cualquier ot...