Lágrimas saladas caían por las rosadas mejillas de Will.
El hombre peli-rojo lo tomó por el mentón y soltó una bofetada.
—¡Para de llorar, perra! A nadie le importas. ¡Sólo sirves para sexo!
Will sólo lloraba.
Siempre lo hacía.
¿Quién lo podía culpar?
Lo lastimaron en lugares que ni siquiera él conocía.
William... mira tus muñecas están moradas...
Te ha lastimado mucho.
Ni hablar de tu cadera, está destrozada.
No temas, mañana volverás al carrusel.
ESTÁS LEYENDO
A million men. | PhillWill.
Fiksi Penggemar[¡ H I S T O R I A Y A O I !] Cuando pensé que la esperanza de salir de aquí, de ser libre, se había perdido... apareció él. Me has salvado del millón de hombres con los que dormía, Phillip Cipher.