CAPITULO 24

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CAPITULO 24

SUPERALO.

No pude cerrar los ojos en toda la noche, a pesar de que Lux está dormida junto a mí y no debería preocuparme.

Demoró un poco en dormir.

Ella no quería estar sola así que regresamos juntos aquí, después de todo lo de Ian. Miro el reloj junto a ella en la mesita de noche, son apenas las seis de la mañana, o bueno es bastante tarde si se toma en consideración que no he descansado para nada.

Escucho los pasos de Weasley en el pasillo, creo que está bastante animado después de la atención que recibió ayer.

Los chicos dejaron la casa unos cinco minutos antes de que llegáramos y Judd me dejó un mensaje bastante largo sobre cómo puedo contar con él para todo, no existe ser más dramático que él.

La reunión se pospuso para la semana siguiente y ya estoy amenazado de que debo contar lo que sucedió.

Pero lo que me tiene desvelado no es Judd, ni Weasley, son las piezas de la historia, Ana es la mamá de Lux, de quien se separó, por obvias razones, y es la razón por la que detesta a Karla, la hermana de Karina.

Me siento en la cama y noto que llevo toda mi ropa puesta aun, esto ya ha sucedido dos veces con ella, digo con Cath no llevaba camisa... creo.

Sé lo que es estar perdido. Porque me parece a veces que aún no me encuentro, pero Lux está no solo pérdida, está llena de rencor por ella misma. Eso es algo que daña, y maldición, es difícil de curar.

Me siento estúpido al comparar mi historia con la de ella, pero no puedo evitarlo.

Y lo peor es que llevo toda la noche comparándola con Jessie.

Viendo cosas comunes en sus errores, y contemplando como son tan diferentes.

Soy una porquería.

¿Cómo puedo compararlas si quiera?

O ¿Cómo puedo comparar mi dolor con el de ella?

Si, Jessie murió y de paso me engaño, no tenía a quien superar. No tenía con quien pelear porque dolió lo que paso. Solo tenía malditas negativas de su parte y luego el darme cuenta de que no era el único y que ella ya no estaba.

Lux agoniza en sus recuerdos porque ve a su mejor amigo en sus brazos perder la existencia. Lo ve a través de los ojos de una niña de ocho años, para ella el pensamiento del recuerdo no creció.

Niego ligeramente, intentando disipar los pensamientos. No debo comparar.

La veo junto a mí, y no puedo negar que encuentro muchas diferencias con Jessamine. El color de sus cabello, sus ojos, sus maneras de expresarse, todo es tan diferente.

Los parpados de Lux comienzan a arrugarse, está despertando.

Por alguna razón me levanto y camino fuera de la habitación antes de que despierte, me detengo en la pared del otro lado.

¿Por qué hice eso?

Cuando entres no la compares con nada ni nadie. Son dos personas muy diferentes, eso ya lo sabes.

Respiro hondo, no sé si han pasado segundos o minutos, pero respiro hasta que el extraño instinto dentro de mí se controla.


Doy paso dentro de mi habitación, ella está dejando su bolsa en un sillón y vuelve a la cama.

Me mira, no sonríe, no hay ni un solo gesto.

Quito la mirada y me siento junto a ella, jamás vi tan pálidas las paredes de mi cuarto.

Desde El EdénDonde viven las historias. Descúbrelo ahora