Pasaron los días de lunes a viernes como las golondrinas del poema de berker.
Era sábado, así que metí a lavar la ropa de Noah, y mi ropa, mi cabello crecía muy rápido ya me llegaba en la espalda alta, se me antojaron unas crepas, agarre un sartén y le puse mantequilla y use la masa de hot cakes para la masa, lo puse alrededor, comencé a hacer la crepa, cuando la termine la puse en un plato y lo puse en la mesa, agarre un vaso y le serví jugo, me senté y con el control prendi el televisor.
Cuando termine, lave lo que ensucie y apague el televisor y subí a ducharme.
Hoy tenia que trabajar, acaricie a mis pequeños y me metí al baño, me abrí la regadera y me metí.
Recuerdo que mi madre no quería que trabajara, quería que primero estudiara y luego haría mi deber pero, esas palabras se esfumaron.
Salí de la ducha y me puse mi ropa interior, me puse un pantalón gris y una playera de cuadros color café, agarre unos combers viejos, cuando me los puse, me fui al sofá, faltaba una hora para irme, no había dormido bien, así que me estaba durmiendo.
Pero abrí mis párpados de golpe, ya que escuche mi timbre, mire por la mirilla y era Noah, ¿que hacia aquí?, abrí la puerta y agarre mis llaves, la cerré y fui a la reja.
- tu ropa apenas la metí a la lavadora- lo mire.
- no vengo por eso- me mira, seco como siempre.
- ¿entonces?.- empecé a abrir el candado.
- encontré tu maleta- una sonrisa apareció en mi rostro, abrí la reja y lo deje pasar, la cerré y fui a la puerta principal.-
- entra- paso y fui a colgar la ropa, termine rápido y fui a verlo- ¿donde esta?.
- ten- estaba en buen estado, pero, se me hace raro, la abri y mi ropa.... Estaba rasgada.
- wow, se me hacia raro que la maleta estuviera bien.- el me miro.- bueno se que debes irte, así que deja voy a abrirte.
- ¿estas bien?- puse cabeza baja.
- si, muy bien,¿ por que?.- abrí la puerta, me hice a un lado.
- te ves mal.- salio y lo seguí.
- a ti que te interesa?- lo mire
Abrí la puerta y dejé que el saliera, cerré la reja y me fui, maldita sea, esa maleta me la dio... Di un brinco al escuchar mi celular, lo agarre y conteste.
- ¿bueno?
- ¿ya esta lista?- reconozco la voz- por que ya voy para aya.
- si, ya lo estoy.- colgué.
Me agarre el cabello y me fui a ponerme un poco de rubor, les serví comida a mis pequeños y escuché el timbre, me despedí y salí, deje las llaves debajo del nomo y me subí al auto.
Era Ángeles mi amiga del trabajo, siempre venia por mi, ella era mas grande que yo. Fuimos a la cafetería, me fui y agarre el letrero de abierto, comenzaron a llegar personas.
Pero el, ¿que hacia aquí?, Me miro y se rió.
- un café late por favor- me miro.
- claro, ¿con todo?- puse cara de odiarlo.
Cuando se terminó el día salí y el estaba afuera, me miro Ángeles y se fue.
-¿que haces aquí?- lo mire con los brazos cruzados.
- solo quería esperarte- me miro y sonrió.
Mi cuerpo comenzó a arder en fuego, su sonrisa, blanca como perlas, sus labios carnosos que me gustaria besar, todo el me volvía loca, pero se que no le gustó.
- ¿por que?- mire a los lados nerviosa.
- pues, nada más.- abrió la puerta del copiloto y se hizo a un lado para que me subiera, respire y subí, ¿era solo un juego?.
El se fue al otro lado y empezó a manejar.