El Crush de México. - Hetalia

Capítulo 6: ¿Halloween o Día De Muertos?

Aquí está~
Disfruten :DDD

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Dios. Apenas había quitado los adornos de la independencia, y ahora el gordis me sale con que quiere que decore mi casa con Halloween. ¿Qué no recuerda mis tradiciones?

Pero, aquí estoy, en una escalera poniendo murciélagos falsos en la casa. Lo que uno hace por su Crush.

Ahora que lo pienso, ¿Quién es mi crush? Últimamente les empecé a gustar a todos. Tal vez todos necesitaban un poco de amor.

« ¿Ahora que soy? ¿Mamá gallina? »

Pensé mientras bajaba la escalera y me sentaba en ella. Hasta que una sombra se posó sobre mí. Era una cerveza.

— ¿Ahora qué?...

Y voltee hacia arriba encontrándome con Scott. Una sexy imagen debido a que hacía un chingo de calor y el morro andaba bien sudado.
— Veo que no estas de humor, mañana es hallowen, tómala. — dijo mientras la posicionaba entre mis manos
— Gracias. ¿Quieres ayudarme a decorar?
— Claro.

Y así México fue a comprar adornos para decorar más tiempo junto con el escocés.

— Y... ¿Cuál es tu nombre completo? — vamos a ver que responde, ¿Será capaz de ocultarlo?
— Scott Kirkland.
— Bonito apellido.

¿Qué tramas?

— Esto esta pesado, ¿Me ayudas?
— Claro.

En realidad solo quería verle el trasero, no me había dado tiempo para hacerlo. De hecho tampoco me eh fijado en el trasero de los 3 chiflados.

Mientras tanto en otros tres lugares, tres personas estornudaban y sin saber por qué,  pero presentían algo malo.

Le pregunté muchas cosas a lo largo de la decoración, y me las respondió todas, obviamente no tengo seguro de que las respuestas hayan sido sinceras pero en cierta forma le quería creer.

Pero, si era europeo y hermano de Inglaterra, ¿Qué hacía el aquí? ¿Qué planeaba hacer aquí? Realmente no quería culpar a Inglaterra pero era muy sospechoso. Tal vez no lo sería si no me hubiesen dicho, pero aún así.

— ¿Y tú?
— ¿Qué yo qué?
— ¿Tienes pareja?
— No. ¿Y tú?
— Igual.

Incómodo, como le hacían los extranjeros para quedarse tan callados.

— Uff. ¿No tienes cerveza? Yo creo que ya acabé aquí. Supongo que podríamos descansar.
— Claro que sí. ¿Saco una mesa o adentro?
— Adentro.

No sabíamos cómo, pero en vez de probar la cerveza me probó a mi.

Nos encontrábamos arriba de la mesa besándonos.

— ¿No crees que es muy pronto?
— Tal vez, pero no importa. — me respondió el escocés entre besos y coqueteos hasta que se oyó la puerta abrirse bruscamente.

— ¿QUÉ CREES QUE HACES SCOTT?

Y entró quitándome de encima a Scott mientras lo tomaba de la camisa.

— ¿Cómo que qué hago? ¿No lo ves?
— Lo que no entiendo es que por que lo haces, si en realidad de gusta Arthur. — confesó Alfred asesinándolo con la mirada. Qué sexy.

Scott no contestó, sabía que era verdad a pesar de no querer admitirlo.

— Argh.

Gruñó para después tomar sus cosas y irse de mi casa enojado.

— ¿Estás bien?
— ¿No era Arthur su hermano?
— Sí.

Me quedé callado.

¿Cómo te podía llegar a gustar tu hermano? Osea, se supone que el hermano es tu peor rival. Como para quererlo normal está bien, pero cómo llegas a amarlo.