Capitulo 4: Carne Asada.

614 42 48
                                    

Por que, no podía faltar este capítulo. No me digan que no eh, por que lo aceptarás más si eres norteño.

Ehhhh, si tengo algún error no duden en corregirme plox.

¡Disfruten! :3

<~><~><~><~><~><~><~>

Después de lo que había pasado, México y los demás países terminaron cansados.
Fue en el momento en el que se dieron cuenta que ya eran vacaciones, pero sus jefes no les habían dicho.

Trataron de pedir perdón, más los mandaron a la chingada.

Y así es como México decidió invitar a todos a su quinta, y pensó que hacer de comer, ¿Cómo no? Carne asadaaaa ( leer con voz roca lo último. )

" Ya tenemos casi todo listo. " Pensé mientras veía la quinta. Las mesas ya tenían su mantel, el agua de la piscina limpia y mi hermoso perro intentando meterse en ella.
— ¡Quítate de ahí!... 'Che perro.

— ¿México? — oí decir desde afuera de la casa, rápidamente me dirigí hacia la puerta abriéndola muy feliz.
— ¡Qué bueno que vinieron! Aunque, es un poco temprano ¿no? — dije mientras miraba mi reloj, apenas eran las seis.
— Pero México, pero nos citaste a las seis. — me empezaron a mirar confusos.
— Ahorita les cuento, mejor pásenle, pásenle.

Ya adentro, les mostré el baño y la cocina, para después volver a salir pero ahora por la parte trasera dejando ver el enorme terreno. Yo presumía, por que, realmente me enorgullecía. Mis anteriores presidentes me habían ayudado mucho en hacerla, y igualmente tenía muchos años ya de antigüedad.

La Quinta constaba de un parque con juegos y todas la cosa, dos canchas: una de tenis y otra de fútbol, un resbaladero enorme, un sitio techado en el cual había unas cuantas mesas y era donde estaba el asador, dos casas más, y la alberca obviamente. Ah, y árboles.

— Esta muy bonito aquí, hasta se puede ver el cerro desde aquí. — comentó el chino señalando a dicha cosa.
— Sí... tuve que hacer varios acuerdos para poder hacerla.
—¿acuerdos? — ahora todos me miraban raro.
— Nada, nada... ¿Trajeron ustedes comida?
— ¡Japón y yo trajimos arroz! — habló China para después tirarme un saco de arroz  tirándome.
— ¡Su madre! — y caí. Pero de repente, sentí como alguien tomaba mis brazos, espera, eran tres personas. — Achis. — voltee hacia arriba encontrándome con los gemelos y Prussia jalándome para levantarme, más me dejaban colgando,

— Yo lo levanto.
— Cállate Canadá, tu no te cargas ni a ti mismo.
— Tú ni existes. Más el asombroso Hero es fuerte...

— ¡QUÍTENSE A LA VERGA! — les interrumpí soltándome. Mala idea por que me caí y me di en el coxis, no dije nada por puro orgullo. Me levanté, lo ignoré, y seguí. — ¿Qué más trajeron?

— ¡Traje carne para hacer hamburguesas!
— Yo traje salchichas y panes.
— ¡Pasta!~
— Pizza...
— ¡Yo traje tomates!
— ¿De qué nos va a servir tanto tomate? — pregunté enojado.
— Yo qué sé. — me callé, y seguí con los demás.
— ¿Rusia?
— Yo no traje nada.
— Gueno. Vamos a empezar. Hay 3 asadores y la cocina está dentro de aquella casa. Los  que no tienen nada que hacer, pueden ayudar a los demás, o simplemente, ¡Divertirse! Y... ¿Quién se quedará a dormir? — pregunté a lo que todos levantaron la mano. ¿Por qué tantos? — Bueeeno. Empecemos.

El Crush de México. - HetaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora