Two (part I)

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Kai miraba al fajo de billetes de cien dólares, todo signo de diversión había desaparecido. La sonrisa de satisfacción que había tenido en la mañana había desaparecido, ahora estaba molesto con la mandíbula tensa.

Una muestra de agradecimiento. Esa puta estaba tratando con él como si fuera una especie de perra. Se tensaron los músculos de su cara. Él no es era la perra de nadie, y exactamente eso era lo que le iba a enseñar a esa puta.

-Tao-, llamó. Su hombre inmediatamente dio un paso hacia delante con la intención de prestar atención a cualquier orden. -Ten el coche listo-, bajo la vista de nuevo a la mesa donde estaban aquellos papeles verdes. -Vamos a visitar a un viejo amigo.

-

-El chico que bailo anoche-, Kai dijo mientras miraba aquel conocido rostro del rubio dueño de aquel club nocturno. -Véndemelo.

Kris no respondió. ni tenía expresión alguna. Kai observó al otro soltar un fuerte suspiro. Dejó la taza sobre la mesa, rápidamente se encontró con la mirada de Kai antes de dirigir su mirada hacia abajo para admirar la fina porcelana. -Hipócrita!!-.

En un instante Tao tenía su pistola apuntando a la cabeza del hombre. Todo lo que necesitaba era recibir una orden de su jefe y, una bala seguramente le atravesaría el los sesos de su cerebro. Pero Kris no parecía inmune en lo más mínimo.

-Detente-, Kai espero hasta que su hombre diera un paso hacia atrás antes de volver a retomar su conversación, -Voy a pagar el doble.

Kris lo miró a los ojos. -No me pertenece, Kai. Él no es del Ring-.

Ring era un exclusivo mercado subterráneo, una especie de mercado negro. Ahí era donde Kris conseguía a la mayor parte de sus trabajadores... Exóticos. Kris encendió un cigarro y le dio una larga calada. -Le doy un escenario y él me trae dinero-, exhalo el humo. -Ese fue nuestro acuerdo. Eso ni siquiera funciona para mí, ¡joder!

Kai permaneció en silencio pensando y analizado lo que había oído. Hizo un gesto con el dedo y un hombre de negro camino junto a él sosteniendo un maletín plateado. -Deja de contarlo-, ordenó antes de ponerle en la mesa un montón de dinero en efectivo. -Dame tu club-, dijo mientras dirigía la mirada al otro hombre. - Aquí hay 3.4 millones de dólares en efectivo, y serán tuyos.

JUST A HOBBY (traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora