Seven (part I)

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Kai se quedó mirando el monitor sin ninguna expresión en la mirada, regresaba la cinta para jugar con su temperamento.

Miro hacia arriba cuando sus hombres entraron, sonrío.

—Hyunsik —Cuando Kai recibió a sus hombres ellos arrojaron al hijo de puta en el alfombrado piso.

—Jefe.

Kai levantó la mano y Hyunsik se mordió la lengua. El líder se levantó del sillón y camino hacia la chimenea; en ningún momento se volvió para mirar al lío de rodillas que se encontraba en el centro de la habitación.

—Tienes bolas Hyunsik —comentó con voz profunda mientras caminaba hacia un lado donde su campo de mini golf se encontraba—. Hay que decir que tu ambición era inesperada —continuo mientras se dispuso a jugar con los dedos con su stand del juego.

El hijo de puta dejó escapar un suspiro de alivio para después acomodarse en su lugar, pero los hombres a sus costados lo obligaron a estar agachado nuevamente manteniéndolo en su lugar. Lo miro antes de empujar sus manos fuera de él, cepillo fuera de su traje un polvo invisible y trato de quitar las arrugas.

Se pasó la mano por el cabello con una arrogancia, y un olor nauseabundo inundó el aire mientras hablaba—. No es nada jefe, solo estaba haciendo mi trabajo —aquellas humildes palabras salieron de su boca, solo hicieron que pareciera más arrogante. Pedazo de mierda.

—Ah —Kai articulo, un festín de ego sobresalía mientras asentía ante aquello—. Solo estabas haciendo tu trabajo —le dedico una mueca, mientras continuaba con los que hacía en silencio, la respuesta de Hyunsik fue la respuesta final para desatar la caja de Pandora—. Solo haciendo su trabajo —exhalo.

Kai se dio la vuelta y golpeó la cabeza de Hyunsik con un palo de golf, fue tanta la fuerza que le fracturó el cráneo. Se aseguró de que así fuera.

Apunto el palo aún lado de la cara ensangrentada de Hyunsik, justo aún centímetro de distancia de romperle la nariz—. Levántate —ordenó mientras se alejaba y miraba el cuerpo convulsionado.

La cabeza de Hyunsik lastima mientras se incorporaba por sí mismo, le temblaban las palmas de las manos que lo ayudaban a sostenerse del suelo, aunque le doliera hizo el esfuerzo para mirar hacia arriba.

—Je-Jefe.... Que hice...

Sin duda Hyunsik ahora tenía la nariz rota, pero en esta ocasión era por el puño de Kai. Su visión se hizo borrosa, los oídos le resonaban, la bilis se le subió a su garganta seca y no podía hablar, las venas se le abultaban en la sien. Era incluso difícil poder respirar. Hizo una mueca cuando Kai tomó un puño de su cabello dolorosamente, fue con tanta fuerza que estaba seguro que la piel estaba apunto de rasgarse.

Hyunsik trató de enfocar la mirada hacia aquel hombre de negro, pero lo único que veía eran puntos negros. Se atragantó con el sabor metálico de la sangre que amenazaba con derramarse.

—Tienes muchas pelotas Hyunsik —el aliento de Kai hizo que le ardiera en toda la carne que tenía al descubierto—. Toma estas peloteas de acero por cada vez que pensaste en colocar tus manos sobre mi perra —Kai golpeó su cabeza con aquel duro mental, le rasgo el cuero cabelludo justo detrás de la oreja. Una vez. Dos veces. Otra vez y Kai después se enderezó, tomó una profunda respiración y se desabrochó el último botón del cuello. Colocó el cartucho de su zapato Armani sobre la mejilla hinchada, fue un roce tan fuerte que rompió la piel a su paso, todo eso antes de colocarlo sobre aquel cráneo. Fue todo tan cuidadoso que no se notaba el metal aún lado.

Kai se balanceó de atrás hacia delante, disfrutaba de la hermosa sinfonía de dolor y angustia la cual era creado por una sola mano y por aquel equipo de deporte que lo había ayudado a abrir aquel cuero cabelludo—. ¿Duele —Preguntó Kai, piso más fuerte a aquel hombre mientras esté se retorcía de dolor— ¿Pensaste que esa puta valía la pena? Esa boca hizo que pensaras irracionalmente —excavó su talón sobre la cuenca del ojo.

JUST A HOBBY (traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora