Peligrosamente irresistible.

Capitulo 7

•Narra Adele•

Me pidio que sea su novia, que hermoso, me siento muy feliz, no puedo creer que un chico como el se fije en una chica como yo, bueno,  no tengo buena fama en la escuela.

Mi primer noviazgo bonito, me hundí en mis pensamientos y volví cuando el hizo un sonido con su garganta.

–Yo se que a lo mejor es muy rápido y... 

No deje que continuará hablando y lo calle con un beso.
Rápido reacciono y se acoplo a mis labios, me tomo de la cintura y al momento sentí un cosquilleo agradable en mi estomago.

Me separe de el mordiendo su labio inferior y después baje mi mirada, sonreí y el con su mano acaricio mi mejilla.

–¿Que dices bonita?

–Yo si, si quiero ser tu novia Simón.

En su rostro se dibujó esa sonrisa tan perfecta que siempre me ha encantado.

–Prometo hacerte muy feliz bonita,  dijo y me abrazo.

–Gracias, gracias, gracias por darme la oportunidad.
Me siento muy feliz.

–Que lindo eres, puse una mano sobre su pecho y con mi dedo empecé a dibujar un corazón en su camisa.
El lo noto, tomo mi mano y la entrelazo con la suya.

•Narrador normal•

Ella subió su mirada y se quedaron mirando fijamente por unos cuantos segundos.

Se acercó lentamente a ella, sentía cierto nerviosismo, su primer beso de novios, un pensamiento tonto pensó el.

Esos labios rojos que tanto admiraba de lejos los tenia a milímetros de los suyos, y de pensar que ahora los podría probar mucho más seguido lo hacia muy feliz.

Y ahí estaba la chica más popular de la escuela besándose con él chico nerd.

Un trueno hizo que ella mordiera el labio de el y este sangrara.

–Lo lamento, es que, yo, me dan miedo los truenos, paso su dedo sobre el labio de él y limpio la sangre.

–Tranquila bonita, la abrazó, los truenos no te pueden hacer nada, lo peligroso son los rayos que caen antes, el sonido viene después.

–Qué inteligente ojitos bonitos.

– Y los tuyos son los más hermosos.

Un rayo iluminó el cielo por unos segundos, seguido de un estruendo.
Unas cuantas gotas de agua comenzaron a caer.

–Estas gotas están súper grandes dijo ella poniendo la palma de su mano al aire.

–Si, están súper grandes, ven, la tomo de la mano, vamos adentro.

La pequeña cabaña quedaba a unos 20 metros de donde ellos estaban sentados.

–Caminemos más rápido dijo el.

Ella solo asintió con una sonrisa.

Un poco adelante de donde estaban ellos dos había una raíz de un árbol.

El la paso sin dificultad, pero ella tropezó.

–¡Cuidado!

Simón apretó su mano y la logro agarrar de la cintura para que no cayera.

–¿Estas bien Delly?

–Si, si estoy bien, gracias por salvarme, sonrió , eres mi héroe.

–Siempre lo seré bonita, dio un toque con su dedo en la nariz de ella y siguieron caminando.