No Soy El Mismo (Secuela)

Mas que un diluvio

Corrían deprisa, la llovizna se había vuelto una tormenta, sus pasos fuertes salpicaban en los charcos, sin pensar en nada se dirigían muy rápidamente al edificio de donde habían partido anteriormente.

Poco antes de llegar, se detuvieron al verse cansados del trecho que habían recorrido:

- (Exhalaciones) ¿Quien diría que la noche estaría así? (Risita)- se preguntó sacudiéndose los rubios mechones

- (Exhalaciones) Tal vez ver las noticias no te sería de mas- le resultaba inmaduro la forma de actuar de este, él era todo un adulto, comprometido con su trabajo y a cargo de un joven

- ¿Y eso que tiene de divertido?- miraba a los lados, pues su descanso no lo habían pensado, y así terminaron a la mitad de la calle

- (Gruñido) ¡¿Sabes?! Ya eres un adulto... ¡¿QUE IMPORTA SI ES DIVERTIDO O NO?! Simplemente se le llama ser responsable- Es alguien tan mediocre- sintiendo la desesperación que le provocaba se seca el agua que reposaba en su cara

- (Mofarse) Deja ya de regañarme- con la cabeza gacha esbozo divertido una sonrisa- ¿Acaso solo merezco tu desprecio?- levanto la mirada viendo al aún exhausto joven

- Claro que te lo mereceses- aprieta los nudillos evitando soltar alguna palabra hiriente- ¿En serio quieres que responda?... idiota- había logrado tranquilizarse

- No cambia- solo siguió sonriendo, provocando el enfado del otro, y en cuanto iba a ser insultado la bocina del claxon alertó a Kauru- Presidente, cuidado- rodeó el cuerpo distraído y se empujó hasta la banqueta, bajo el resguardo de una pequeña capilla- Eso estuvo cerca- el silencio que se podrujo lo hizo recordar a quien tenía entre sus brazos- (Mofarse) Ten mas cuidado lindo...- apretó al débil para así poder sentir mas el temblor del físico- ¿Que haría sin usted?- susurró cerrando los ojos y aspirando el suave aroma de su acompañante

- ¡¡Sueltame tarado!! ¡No necesito tus cursilerías!- empujaba una y otra vez sin lograr nada

- No estoy diciendo que las necesites- desde aquella posición Connor notó como su sonrisa se desvanecía

- ¿Por que?- se zafó y al compás volvieron a andar bajo la lluvia

- ¿"Por qué" qué?- sin avisar, se despoja de su saco puesto perfectamente en su torso

- ¿Por qué, a pesar de todo lo que te digo, no te molestas?- no lo admitía, pero eso le resultaba algo considerado, eso significaría que aún lo quería

- (Mofarse) ¿Deberia?- había vuelto a la normalidad, su sonrisa sarcástica e irónica volvió

- (Gruñido) Maldito anormal- bufo apenado pues sentía la seductora mirada de su acompañante- Es tan irritante... quiero que me odie- el saco del rubio se proyectó a él abrazando su cabeza y cayendo sobre sus hombros- ¿Uh?-

- Lo que sea que venga de tu voz... quiero oírlo- a ambos le resultaba extraño su felicidad

- ¿Y ahora esto? No lo necesito, pontelo de vuelta- a pesar de decirlo, no era verdad, solo quería verse orgulloso- Por favor, hazme caso y quitamelo- imploró al cerrar los párpados sintiendo cerca de si las manos del otro

- ¿Recuerdas aquella noche? Tal vez no, pero... toma esto como un agradecimiento- Un pobre chico confundido y enamorado que ahora me niega...- se estiró y acarició la coronilla llena de gotas de lluvia- Se dignó a salir de su cómoda habitación y cobijar a este rebelde que lo volvía loco- cuando dirigió la mirada a él le siguió sonriendo como hace siete años

- No se de que rayos me hablas- se lamentó sarcasticamente, Kauru solo se limitó a soltar una débil risa, después juntos volvieron a correr.

El solitario pórtico se lleno de pisadas que salpicaban gotas de los charcos y respiraciones agitadas: