lo que menos esperé | cdm

"Cita Doble (XVIII)"

Su- (Mi tía me llamó para cenar; había cocinado empanadas de capresse y una ensalada. Comimos juntas y hablamos por un largo rato. Luego, me puse el pijama y me fui a dormir sin preocupación alguna). 

Vacaciones de invierno... nada innovadoras para Sucrette y sus amigos. Al parecer, la mayoría de ellos decidió quedarse en casa y relajarse. Los primeros días tras el campamento, Sucrette fue al hospital y finalmente su muñeca se encontraba completamente curada. Más de un día, Sucrette se juntó con Rosa, Castiel, o cualquier otro amigo que quisiese salir de su casa por un tiempo. La última semana, nuestra protagonista y su tía decidieron ir de viaje a la cordillera; fueron unos fantásticos días, rodeadas de nieve y diversión. De hecho, conectaron mejor que nunca, aunque Sucrette no pudo evitar pensar en que quizás habría sido mucho mejor si hubiese viajado con sus amigos. Es por esto que, cuando volvió a su casa el jueves, decidió que aprovecharía el último fin de semana de vacaciones a lo grande.

Su- (Me desperté la mañana del viernes y bostecé. No puedo creer que volví a la ciudad y que las vacaciones están por terminar; tendré que volver a todas mis responsabilidades. Miré mi celular y me di cuenta de que eran las diez de la mañana. Fui a bañarme y me vestí con ropa cómoda. Hoy voy a tener un buen día; lo voy a aprovechar al máximo. Tomé mi teléfono y comencé a revisar mi lista de contactos, buscando a alguien con quien pasar la tarde. Hmm, Ro. podríamos ir a tomar un café o algo así. Voy a escribirle).

—Hello, Ro.

—Hola, Su. ¿Cómo estás?

—Bien, bien. Quería saber si estabas libre hoy, podríamos juntarno, estoy un poco aburrida. Hace mucho no organizamos algo juntas.

—Ah, ¡que buena idea! De hecho, se me ocurre algo...

—¿Qué tenés en mente?

—¡Una cita doble!

—Madre mía. Yo había pensado en ir a merendar tranquilamente o algo así.

—Jajaja, vengo a estropear tus planes. ¿Qué te parece? Leigh, Castiel, vos y yo.

—Bueno, no sé que tanto le guste a Castiel, pero a mi me gusta bastante tu idea.

—¡Preguntale! Podríamos ir al cine... voy a fijarme que películas hay en cartelera, ya vengo.

Su- (Ah, suena como una idea entretenida. Ojalá Castiel no lo rechace... y que Rosa no elija una película de terror, por favor. Mi celular vibró, ah, es Rosa).

—Bueno, vi unas películas de terror que pueden estar buenas. Tienen reseñas de cuatro estrellas para arriba.

—No, películas de terror... me van a matar en el cine, en serio.

—Jajajaja, tranquila, yo también soy bastante débil con eso. A Leigh tampoco le gustan demasiado, pero podría ser divertido. ¿Qué decís?

—Ah... ¿no hay algo que no sea de terror?

—¡Su! Castiel y yo estaremos a tu lado. Nos aseguraremos de que ningún ente te ataque, tranquila.

—Jajajaja, bueno. Está bien. Me convenciste. ¿A qué hora está la película?

—A las seis.

—Okay. Yo le aviso a Cast y vos a Leigh, ¿si?

—Si, pero necesito que hagamos algo juntas. Las dos solas, sin chicos.

—Bueno, podrías venir a dormir a casa, si querés.

—¡Si, si! Que buena idea. Me encantaría.