"Confesión (XI)"

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Su- ¿Quién eres? ¿Estás loco?

...- ¿Valentine? ¿Sos vos?

Su- ¿Castiel? ¿Qué haces aquí?

Castiel- Yo debería preguntarme lo mismo, deberías estar en tu carpa.

Su- No, yo acabo de salir. Tú pareces llevar más tiempo aquí, ¿qué mierda hacías?

Castiel- Pues no tenía a quién molestar. Lysandro está completamente dormido y no quería despertarlo. Tenía ganas de caminar.

Su- Imagino que no tienes más amigos ¿no?

Castiel- Si. Así me gusta.

Su- Ya... Pues yo también tenía ganas de caminar un poco, puedo ser tu fiel compañera esta vez.

Castiel- Bien, vamos. 

Su- (Comenzamos a caminar y, al cabo de unos minutos, llegamos a la costa de un río. Madre mía, que paisaje tan hermoso. La luna contrasta a la perfección con las aguas). Hey, este lugar es muy lindo, Castiel. ¿Te apetece que nos sentemos un rato? (Bueno, sin detenerme a oír su respuesta, me senté en la orilla. No iba a perderme esto).

Castiel- Tus deseos son órdenes por esta vez.

Su- (Esbocé una sonrisa.  Estr cerca de él... siento que en cierta forma, he querido ocultar mis sentimientos estos días. Lo he evitado un poco, es cierto. Pero no puedo reprimirlo de por vida; cada vez que tenemos este tipo de momentos en los que estamos tan unidos... siento que pierdo la noción del tiempo. Decidí accionar. Apoyé mi cabeza en su hombro y él no me apartó, es más, comenzó a acariciar mi cabello con delicadeza). (Estuvimos unos minutos en esa posición, hasta que decidí dar el primer paso. Erguí mi espalda y lo mirpe). C-Castiel, yo... (él me miró con cara de confusión. Dios mío, temo estar tomando una decisión erronea, pero no quiero acobardarme). Tengo algo que decirte.

Castiel- Soltalo.

Su- Creo que desde hace un tiempo me gustas, y he intentado negármelo pero se me hace imposible a este punto. (Ya. Lo he soltado todo. Castiel se rio segundos después de mi confesión, ¿qué?)

Castiel-  ¿Eso era lo que te tenías guardado, en serio?

Su- (No sé que responder. Creo que he cometido un grave error. No me parece para nada gracioso, este momento es muy embarazoso para mí. Cubrí mi cara con mis manos en forma de vergüenza, pero Castiel tomó mi mano suavemente y se acercó a mi para besarme. Fue un beso tierno, pero a la vez con muchas ganas contenidas. Es como si ambos hubiésemos estado esperando un beso de verdad por mucho tiempo. Tras ese suceso, nos quedamos un rato más acurrucados frente al agua. Me arde la cara; parte mil). Castiel, es algo tarde, deberíamos volver...

Castiel- Tenés razón; estoy cansado. Fue un día bastante largo.

Su- Si. Hey, Castiel. Lo siento pero, realmente necesito saber si te sientes igual que yo.

Castiel- ¿No te lo dejé claro?

Su- (Castiel lleva una sonrisa pícara en los labios que me contagió facilmente. Besé delicadamente su mejilla y ambos nos dirigimos a nuestras tiendas). Buenas noches, Castiel.

Castiel- Buenas noches, tabla.

Su- ¡¿Tabla?! ¿Y eso de donde ha salido?

Castiel- Bueno, que me gustes no significa que pueda negar la realidad.

Su- Hala. Vale, aunque yo no ando diciendo cosas por ahí sobre tu culo inexistente.

Castiel- Bien, estamos a mano.

Su- Pues esta tabla se va a dormir. Adiós. (Una novedad; tabla. Ya sé que soy plana pero... que va. Ya se va a arrepentir. Tenemos la suerte de poder tener ese tipo de chistes sin que ninguno de los dos se ofenda. Estamos en un ambiente de confianza y a mi no me duelen ese tipo de comentarios, la verdad. Apenas recosté mi cabeza en la almohada, caí rendida en los brazos de Morfeo). (El siguiente amanecer, noté que mis compañeras seguían durmiendo. Decidí levantarme cuidadosamente para que no se despierten. He dejado todas mis agallas anoche, no creo poder seguir tomando riesgos del estilo. De momento, quiero permanecer tranquila y poder ventilar mis emociones. Castiel y yo... no creo que tengamos etiqueta de momento. Sostengo lo que pensaba antes, no creo que estemos en el punto de estar en una relación. Aunque, quizás... De todas formas, tomé mi móvil y mis audífonos para escuchar música. Decidí ir a sentarme al famoso río donde todo ocurrió. Mira, hablando del rey de Roma). Buenos días, Castiel.

Castiel- Ah, hola. No esperaba verte esta mañana.

Su- Yo tampoco, la verdad. ¿Qué hacés aquí?

Castiel- Quería relajarme un poco antes de que todos se despierten y comiencen a molestarme.

Su- No todos buscan molestarte.

Castiel- Pero todos terminan haciéndolo.

Su- Ya. Lo entiendo. Eres el típico lobo solitario. ¿Qué te han hecho para que acabes así?

Castiel- No es eso. Siempre me gustó mantener un grupo cerrado de amigos. Con dos personas me basta, y todavía creo que tienen mucho por conocer de mí.

Su- Si, yo también creo que me falta conocer mucho de tí.

Castiel- ¿Qué te hizo pensar que hablaba de vos en un inicio, Valentine?

Su- Digamos que un par de cosas me hacen sentirme segura de ello. Corrígeme si no estoy en lo correcto. De todas formas, siento que ambos tenemos que conocernos mucho aún... ¿te gustaría que así fuese? (Su mirada estaba perdida mirando al horizonte, no estoy segura de qué le ocurre...)

Castiel- Si. No sé. Bueno, no quiero perder más tiempo. Voy a volver.

Su- ¡O-Oye, Castiel! (¿Qué mierda le pasa? ¿por qué está tan raro de la nada? Parecía que se había ido sin esperarme, pero luego se dio media vuelta).

Castiel- Vení conmigo.

Su- (Castiel tomó mi mano y me llevó con él. Vale, lo entiendo. Él tampoco es bueno con sus emociones. Ambos llegamos juntos tomados de las manos al "centro" donde siempre nos reuníamos. Era de esperarmelo, pero noté la mirada de Amber clavada sobre nuestras manos entrelazadas. En tu cara, imbécil). Castiel, deberíamos ir con Kentin, las actividades están por comenzar.

Castiel- Si, mi adorado Kentin.

Su- No quiero que se peleen esta vez, te lo ruego.

Castiel- Él me odia, no es mi culpa. No me da buenas vibras.

Su- Ya... no entiendo qué le ocurre. Pero es un gran amigo, después de todo. No mi gustaría que mi amigo y... tú, se lleven mal. (Castiel me miró con una sonrisa de lado y asintió. Nos fuimos hacia donde estaba Kentin). 

Kentin- Buen día, chicos. ¿Están listos para hoy?

Su- ¡Si, Kentin! Ojalá nos vaya bien como ayer. (Farrés comenzó a explicar la actividad de hoy; una carrera de orientación. Nos dieron un mapa y brújula y, por las dudas, todos tomamos nuestras linternas. Teníamos que permanecer juntos y encontrar la salida del bosque con ayuda de los elementos que teníamos a mano). Bueno, espero que tengamos un buen sentido de la orientación.

Castiel- Llevaré el mapa y la brújula.

Su- Si, está bien. (Comenzamos a caminar sin seguir rumbo alguno. Castiel nos dictaba lo que decía el mapa pero, al cabo de una largo tiempo, no habíamos llegado a ninguna parte). Oye, Castiel, ¿podría ver el mapa?

Castiel- Eh, eso va a ser un poco complicado...

Kentin- ¿Qué has hecho?

Castiel- Los perdí, no sé cómo ni cuándo.

Kentin- ¡Eres un imbécil! ¿Cómo te las has arreglado para perder un pedazo de papel y un cacho de metal?

Castiel- Bajá dos cambios. Fue un accidente.

Su- (Castiel estaba perdiendo su paciencia al igual que Kentin. Me pregunto por qué tengo que actuar como si fuese la madre de estos dos personajes) Ya, nos las arreglaremos. (Kentin ha puesto los ojos en blanco, me tiene un poco cansada, la verdad). ¿Tienes una mejor propuesta, Kentin?

Kentin- No, no. Yo iré por mi lado a buscar una salida. Éxitos.

Su- (Kentin se marchó y Castiel y yo seguimos buscando la salida por nuestro lado).

lo que menos esperé | cdmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora