C A P I T U L O 8

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Me tambalee ante el golpe que había provocado un balón, por suerte no me caí ya que había mantenido el equilibrio de mi misma.

Sentía un fuerte dolor en mi cabeza, no lo sentí lo suficientemente grave como para ir a la enfermería, aunque debería no lo quiero hacer, me perdería la materia de educación física causando que pierda nota y yo no quiero eso... maldita sea la persona que tiro ese balón.

Y cuando veo al responsable, no muy lejos de el lugar que estaba, era uno de los idiotas de salón de clases, maldito Derek.

— ¡Lo siento!.- grita el idiota que provoco mi dolor en la cabeza.

Ignore su disculpa, mirando a otro lado y fingiendo que no me dolió nada, aunque por dentro me duela un montón, verme indefensa y herida mataría mi orgullo, aparte es malo verse inestable en frente del enemigo.

Hablando de enemigo, ¿Qué paso con la carrera que hacia con Jung Kook

- ¿Estas bien?.- me pregunto la persona que había nombrado en mis pensamientos.

— Claro, estoy de maravilla — dije con una voz sarcástica pero también tratando de aparentar que no me duele nada, aparte a él que le importa.

— Pero si te golpeo con un balón de básquet.

— Es sarcasmo — rodee los ojos

— Si lo sé, solo te hacía acuerdo de que doloroso es recibir el dolor de un balón de básquet — él rodeó los ojos.

— No te copies de mí, yo rodee los ojos primeros — dije sacándole la lengua.

Rose eres tan "madura", se supone que haces estos juegos aniñados con Lana, no con hombres...

— No es copiar, yo hacía eso antes — me saco otra vez la lengua.

¿Rose desde cuándo ganaste tanta confianza a Jung Kook?

— Bueno, al final te gane en la carrera — puse mis manos en la cintura, curvando mis labios en una sonrisa triunfadora

— ¿Quién dijo que era una competencia?— preguntó en tono obvio.- Solo te dije lenta.

— Pero tú...— la voz de Jung Kook me interrumpió.

— No, no, yo solo dije que eras lenta, no que hagamos una competencia — aclaró.

— Pero tu comenzaste a correr mucho más rápido cuando te estaba por alcanzar.

— No es mi culpa que mal entiendas las cosas, además así es como yo corro normalmente, comienzo en paso normal para después aumentar la velocidad.

¡¿Qué?! ¡Me hizo gastar todas mis fuerzas para nada! ¡Maldito orgullo que confunde las cosas!.

Ahora estoy cansada y seguro mañana me dolerán las piernas por el repentino exceso de ejercicio que no tengo de meses.

— Eres un...— el sonido del silbato del profesor no dejo escuchar la última palabra que dije.

— ¿Qué ibas a decir? — preguntó ingenuo.

— Nada — respondí.

El sabe perfectamente lo que iba a decir, de que me sirve repetirlo.

— La última palabra no la escuche bien, repetirla — dijo desafiante.

¿Me está ordenando?

— Lástima que no la escuches, porque no lo voy a repetir.

— ¿Acaso te da miedo de que escuche la última palabra?— alzó una ceja esperando mi respuesta.

MEJOR QUE TÚ | JUNGKOOK/BTS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora