Loca por el Nerd ||Jelsa||

10

"Te diré una cosa, el amor es más fuerte que cien palabras. Sólo se demuestra con hechos...
¿Y qué si cometemos ridiculeses por ese amor?
¿O qué si estamos en las nubes por pensar en él?
No seamos como todos. Ni tu ni yo. Sólo somos uno contra el mundo; ¿Quieres eso?
¿Vivir la aventura de este amor conmigo?
Te juro que no habrá secretos, ni nada que nos haga sentir ofendidos. ¿Y qué si nuestro beso no fue bajo esa noche estrellada? Sé que aún fue especial.
Te amo, mi nerd.
¿Aceptas nuestras locuras?

-Elsa"

****

El beso... ese primer beso fue lo mejor que he hecho en este último tiempo. Sus labios son suaves, con un toque de sabor a fresas ¡Mis favoritas!
Mis manos se enredan con los cabellos de su nuca y noto como se estremece, ¿Se arrepentirá si me separo?
Ni muerta me separo ahora, sólo quiero disfrutar un poco más...

Maldito aire...

Ni que fuera un besotón. ¿Cómo el aire se puede ir así sin más?
Sin más que hacer, me separo poco a poco. Mi ojos miran esos hermosos ojos azules, y él mira los mios con sus mejillas rojas. De seguro estoy igual.

—E-Elsa yo... —Susurra, muy nervioso.

Primera vez que veo un chico tan inocente...

—Shh... —Mi dedo índice lo apoyo en sus labios para que se calle. Le sonrío tímida— Tú no eres mi broma; eres mejor que eso. Y-Yo te quiero, aunque no me creas...

Me mira, como si estuviera buscando un rastro en mi sobre si le miento. Sé que estuve mal en mentirle sobre esa mujer que venía; si vino una vez, pero una sola.
De repente, siento su mano sobre mi mejilla. Sus suaves dedos la acaricían con una ternura que me hace suspirar.
Soy feliz.
Muy felíz junto a este nerd.

—¿P-Por qué yo...? —Pregunta, mirándome a los ojos. Sonrío

—¿Y por qué no?

La mirada de Jack cae, evitándo mirarme. Se aleja un paso y sé que algo malo pasa.
Ay no...
Por favor, que no sea Tooth...
Por favor, que no sea...
Por favor, que no...

—Eres linda —Admite, volviendose a ruborizar.— Y-Yo... no soy así...

—¡Pues claro, eres un chico, Jack! —Exclamo soltando una risilla

Seré torpe, pero sé distinguir que él es un chico y yo no. Que soy femenina, hombre.
A menos que...
Por favor, que no sea gay...
Por favor, que no sea...
Por favor, que no...

Me mira un segundo y vuelve a bajarla. No entiendo que quiere decir con que no soy igual que él. Ambos somos humanos. Ambos tenemos la—supongo—misma edad. Vivimos al lado. Estudiamos, o él lo hace y yo a veces.
Amenos que sea un extraterrestre o algo parecido, digo, de lo contrario no entiendo porque está así: triste, pensativo.

—Jack... —Me acerco preocupada— ¿Qué pasa? —No me contesta, y de repente siento el miedo y la tristeza invadirme— ¿T-Te... te arrepientes?

De inmediato me mira, sus ojos se abren de par en par. Siento mis ojos lloroso, y me odio por querer llorar a mar abierto. Soy una tonta, a él le gusta Tooth y yo lo besé.

—¡No! —¿Qué?— N-No es eso. No llores, Els...

Els...

—Es sólo que... —Suspira, pasándose la mano por su nuca— nunca había salido con u-una chica y... n-no creo que te interese un inexperto o algo así. —Termina por decir en un susurro.

Oh...

—Fue mi primer beso. —Admito, me mira sorprendido— ¿Qué? Yo nunca me enamoré y no le iba a dar el beso a cualquiera.

Me ruborizo cuando me doy cuenta de lo que digo. Por un momento veo ilusión en sus ojos que me ruborizan más; su mano vuelve a mi mejilla y por primera vez, deja la timidez—aunque le cuesta—de lado y me besa. Acepto con gusto, volviendo a enrollar mis brazos alrededor de su cuello. Si la gente nos ve, que me importa.
Sólo él y yo. Nada más.

—Es el segundo beso que nos damos... —Susurro. Sonríe de lado y me da otro beso— Beso tres... —Otro beso— cuatro... —Otro— quinientos...

—Sigue el cinco —Murmura soltándo una risilla

—Da igual... —Me encojo de hombros.

Hasta para contar soy inútil.

Me abrazo a él, si alguien me dijera que yo estaría así de seguro lo mandaría a volar. Pero no me arrepiento. Soy felíz estando aquí, en sus brazos.

(...)

Regresamos a casa, ¿y qué creen? ¡Hemos llegado tomados de la mano!
¿Este día podría ser mejor?
Antes de parar frente a mi casa, le doy un beso en la mejilla y lo abrazo nuevamente. Me corresponde casi de inmediato, sacándome otra sonrisa.

—Tengo que entrar —Me separo mirándolo a los ojos.— Te quiero, Jack.

Y sonríe otra vez, regalándome un beso en la mejilla. Nos sonrojamos, él más.
Comienzo a caminar para entrar a casa, pero su llamado me hace voltear.

—¡Elsa! —Dice, otra vez tiene su tic nervioso— Y-Yo también...

—¿También qué?

—Ta... —Traga saliva— Tambien t-te quiero.

Sonrío más e ingreso a casa. Luego por la ventana, noto como camina hasta entrar a su casa.
Definitivamente estoy felíz.
Aunque eso ya debí de haberlo dicho.

—¿Qué pasa contigo, Elsa?

Conosco esa voz de chica ruda. Miro al sofá y me emociono al ver a mis dos primas favoritas sentadas, mirándome con una sonrisa pícara. Sin evitarlo, voy y abrazo a Mérida y a Sky. A esa pelirroja con esa cabeza azabache que tengo por primas, ambas hermanas de ojos azules.

—¿Cuándo llegaron? —Tiro la mochila al suelo y me siento a conversar

—Hace una hora. —Responde Sky, entrecerrándo los ojos sin dejar de sonreír— ¿Quién es Jack?

Diablos..., ¡Mi diario!

Sonrío nerviosa.
Durante toda la semana he observado a Jack, tanto en el instituto como en la casa. Le he visto jugar futbol con su hermana en el jardín trasero, y lo escribí en mi diario. Lo vi ayudar a su madre a cortar el césped, también lo escribí. Y lo he visto cambiarse de ropa; con lujo y detalle lo escribí en el diario.
Hasta saqué copia por si se me perdía.
Lo casual.

Sin embargo, es privado. Me avergüenza que mis primas revisaran mis cosas y en cierta forma me molesta. Sólo espero que mi primo Carlos no sepa de él...

—No revisen mi diario ni nada más. —Me cruzé de brazos.

—No fue el diario, chica. —Mérida mástica una manzana

—Tienes fotos del chico —Habla Sky ruborizándome— y atrás viene el nombre y la fecha. ¡Incluso la hora de cuando las tomastes!

—Callénse. —Saco una risa nerviosa— Él es un amigo... —Muevo mis manos antes de señalarlas seriamente— Pero es mío.

Sonríen negando divertidas.
Quizá no sea tan malo tenerlos en casa después de todo...