Loca por el Nerd ||Jelsa||

19

Un nuevo día y aquí me encuentro de camino al instituto. Como siempre, los pasillos están repletos de alumnos y hago maniobras para poder llegar al salón de literatura que es el que me toca, por suerte, estoy con mis amigas o de seguro me aburriría.
Doblo en una esquina y entro hasta llegar a mi asiento y poder descansar al fin. Dejo mi mochila sobre la mesa y suelto un respiro antes de sacar unas galletas de su interior mientras veo como los demás ingresan al aula, entre ellos viene Melissa quien sonriente toma asiento a mi lado.

—¡Hola!

—Hola —respondo, guardando las galletas dentro de mi mochila—. Es un milagro, llegamos temprano.

—Lo sé —suelta una risilla, sacando un cuaderno de dibujo—. ¿Emocionada por lo de mañana?

Sonrío. Nerviosa más bien...

—Sí, es primera vez que voy de campamento —comento, ocultando los nervios.

Nervios que tendré todo el día y noche, talvez mañana sea igual...

—¿Enserio? —sus ojos me escanean toda la cara antes de trazar de manera delicada los trazos en el cuaderno—. ¡Te divertirás! Recuerdo que el año pasado con Aura nos perdimos por un día, pero lo demás estuvo bien.

—Gracias, así sé que no debo seguirlas a ustedes para no perderme —me golpea ligeramente en el hombro, riéndonos.

Es cierto, hace tres semanas que estamos planeando un viaje al campamento que haremos por dos semanas como un relajo. O por lo menos para mi, porque luego de llegar a la semana siguiente es la presentación del teatro y de la coreografía de danza árabe que estamos preparando, Melissa y Aura están incluídas. Me siento presionada.

Por fin el profesor llegó, y todos se fueron a sus lugares. Aura atrás nuestro sin nadie más a su lado, quejandose del sueño que traía. La entiendo perfectamente.
Mientras la clase continúa, escribo los apuntes que el profesor apunta en la pizarra o que dicta con la mente en las nubes, pensando en esta noche.

Recuerdo que hoy es nuestro primer mesiversiario que tenemos Jack y yo.
Mi regalo es el pequeño álbum de fotos que una vez prometí hacer y que lo he logrado cumplir. Fotos con nuestros amigos y las que nos hemos tomado estando sólo los dos este mes, todas están aquí. Con la portada del álbum de una pareja de osos abrazados.
La típica imagen.

Cuando la clase termina (por fin), salgo directo a la cafetería con mi mochila en hombro. Con las chicas no hemos desayunado y a escondidas nos comimos mis galletas durante la clase, sólo para sobrevivir a la hambruna que llevamos. Puedo jurar que entre las tres, nos comemos tres vacas completas, una para cada una. Así es el hambre que sentimos, sólo espero que no me de fatiga.

Cuando entramos, nos formamos en la fila. Aura por delante, yo en medio y Melissa detrás, todas hablando de lo que vamos a pedir. Podré soportar la comida de este lugar durante los desayunos, pero no puedo con la del almuerzo. Eso lo detesto a muerte.
Por mi parte me compré un sandwich completo con galletas de chocolate y una leche de fresa. Debo sobrevivir con esto...

—¿Nos sentamos con los chicos? —preguntó Aura, señalando la mesa donde mi novio comía una manzana ignorando una pelea entre Kristoff y Rapunzel.

—Esta bien —dijo Melissa, caminando en su dirección.

Con las mariposas revoloteando en el estómago, camino mientras procuro sostener bien la bandeja para no ser una idiota como en un principio. Lo último que me falta es caerme en estos momentos. Me siento junto a Jack, quien se sonroja apenas me ve. Sé porqué. Y él sabe el porqué de mi nerviosismo. Somos concientes de que las horas pasan rápido cuando menos nos demos cuenta y que el momento llegará pronto.