Capítulo 1

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Nos vamos para Miami

-!No, no nooooo¡¡¡- Victoria iba de camino a la universidad cuando se dio cuenta que había dejado sus llaves en casa.

      Se devolvió a buscarlas. Por suerte su hermana todavía estaba en casa. Si no fuera por ella tendría que esperar hasta tarde en la noche para volver entrar a casa.

    Ya en el tren con rumbo a la universidad, Victoria saca su audifonos para distraerse del viaje. Al poner la música nota que solo puede escuchar de un lado y el otro lado por más que ella trataba no funcionaba.

-No porque siempre le pasa las cosas malas a las personas que no se lo merecen.

    Para suerte de ella era viernes. ¿Quien no se alegra porque sea vierne? Ella no porque sabía que no tenía planes para el fin de semana. Ella decía que su vida después de clases apestaba.

    El final del día de clases llego rápido y por suerte no tenias tareas que hacer. Solo terminar un proyecto para fin de mes. Y como toda buena estudiante lo dejo para último momento y mucho que lo lamentara. 

      En su viaje super aburrido de la universidad a su casa, comienza a leer una revista digital que tenía en su celular. La revistas ocasionalmente contenían cosas interesante para ella, era su última opción porque no tenía audífonos.

    Ella comenzó este hábito para tener algo que hacer luego de la escuela, comenzó con un pequeño libro que su mejor amiga dejó en su casa a propósito. Riley quería que se uniera al lado oscuro y lo logró. Desde que terminó ese libro no ha parado de leer. Leer es poder, dice ella. Pero la verdadera razón por la que lo hace es porque no quiere ser una persona normal, que ve tv todo el tiempo. Eso definitivamente no es lo de ella. Aunque a veces algunas series en Netflix toman el control de ella.

    En medio de un párrafo muy interesante su celular comienza a sonar la canción de cheerleader. No necesita ver para saber quien es porque es el tono que le puso a su mejor amiga, Riley. El mal humor sigue en ella por la pérdida de sus audífonos.

-¿Qué quieres?- Dijo Tory al contestar la llamada.

-¿Pero qué mosca fue que te pico? Tu mama no te ha enseñado cómo contestar una llamada.

-No estoy de buen humor Riley. Estoy cansada y no tuve un buen día en la escuela.-Contestó Tory mientras bajaba las escaleras de la estación del tren.

-Que mal chica.

-¿Para qué me llamas?- Dice Tori con toda la hostilidad que tiene en su ser- Estaba en medio de algo importante.

-Claro que no. Tu vida es más aburrida que  un documental de una tortuga que vive en una pecera.

-Pues créeme que lo estaba. ¿Que quieres? ¿Para que me llamaste?- Dice Victoria de mala gana.

Al otro lado del teléfono Riley vira los ojos. Y piensa: “Qué amiga tan mala hablada tengo.”

-Era para decirte que te tengo un buena noticia.- Con sus segundas intenciones añadió los siguientes- Pero si estás tan ocupada te dejo que sigas con tus cosas.

-Ha ver que noticia buena tienes para mí.

-Estas sentada.

-Me lo dirás o no.
Y sin pelos en la lengua dijo- Te conseguí un trabajo-

Los ojos de Victoria se iluminaron, su sonrisa era tan grande que le hacía competencia a la del gato de Alicia en el país de las maravillas.

-¿Que? No puede ser. Aaaahhhhhh.
Riley amaba darle noticias así a su mejor amiga. Sus reacciones eran tan épicas.

-Noooo, de verdad Lili- Dijo Victoria emocionada.

-Siiiiiiii. Es un medio tiempo en una tienda al lado del McDonald dónde trabajo.

-OMG. Sabes lo que eso significa. Vamos a poder ir a Miami en navidad.- Su tono de voz en ese momento era tan alto que toda la cuadra podía escucharla.-Me escuchaste Riley, Vamos para Miami.

Entre las nubes y las estrellas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora