Cap3

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N. Taemin

Estaba en la caja pagando todo lo que compre, tenía mucha hambre.

-Gracias por su compra- me dijo la cajera, camine hasta la entrada.

-Ah...Que cansador esto.- camine hasta el departamento.

-Hey.- sentí la voz de una niña, mire al lado mío, justo en un callejón y era ella.

-¿Veniste a darme las gracias?- la mire algo picarón.

-Claro que no, vine por mi dinero.- extendió su mano.

-¿Qué dinero?-

-Mi dinero, se me callo cuando choque contigo.

-No vi nada cuando te caíste- revise mis bolsillos y no tenía nada.

-¿Cómo...?- ahora ella me revisaba los bolsillos.- no no...esto es imposible....-

-¿Qué cosa?- la mire extraño y deteniendo sus manos.

-Mi dinero...no está...- empezó a temblar, estaba asustada.

-¿Lo necesitas?- ella me miro furiosa, al parecer dije algo feo.

-¡Claro que la necesito, con eso me alimento y vivo! ¡Imbécil!- me pego en el pecho.

-Yo no tengo la culpa.

-Claro que si, si no me hubiera topado contigo, ahora estaría durmiendo feliz.

-¿Feliz? ¿A caso es normal para ti que viejos te persigan?

-Claro que si...- no podía dejarla ahí. La tome del brazo y la lleve conmigo.

-¿Qué haces?

-Te llevo conmigo.

-Lo se pero ¿ a donde?-

-A un lugar seguro.

Fue extraño que desde ahí ella dejó de hacer forcejeó y de quedarse.

Llegamos y ella se detuvo.

-Estas es una residencial de famosos, yo no pienso entrar así.-

-Es verdad, estas toda sucia.- me puse a pensar como podía pasar desprevenida.

-Toma- me saque mi chaqueta- ponte esto hasta que lleguemos al ascensor.

Me miro muy extraña.

-Ah...- suspiro- se nota que doy vergüenza...bien- la tomo y se la puso- esto me queda algo grande.

-Te queda bien- le sonreí- bien, ahora no digas nada y déjamelo todo a mi.

-¿Quieres que confíe en ti?-

-Si, esa es la idea.-

-Que desagradable...- me miro de reojos.

-Ya, deja de quejarte y vamos- camine y ella iba al lado mío.

-Buenos noches- escuché de el asistente, yo solo saludé con la mano.

Entramos al ascensor y ella todavía no se sacaba mi chaqueta, parece que le había gustado.

Caminamos hasta la habitación y entramos.

-Así que aquí vives-

-No vivo aquí, solo me quedo por un tiempo- me acerque a mi maleta, saque una polera y una toalla.

-Toma- se la tire cuando la vi, ella me miro algo extraña

-¿Qué?- miro las cosas

-Tomate una ducha- me senté en el sofa- no voy a tener a gente sucia viviendo conmigo.

El Famoso Y La Pobre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora