Capítulo 55 Final

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*Narra Kyungsoo*

(Leer con discreción)


-No- dije y Jongin abrió más los ojos- no eres patético- tomé sus manos- eres muy especial, eres una persona maravillosa y me hace muy feliz que digas que me amas, que me hayas escogido a mí.

-Kyungsoo- susurró y me acerqué a él.

-Mi respuesta a tu pregunta es sí, Jongin, sí quiero ser tuyo- sonreí.

-¿Enserio?- asentí- te prometo que no te fallaré, te cuidaré y nadie podrá hacerte daño nunca si estás conmigo...- lo callé con un beso.

-Lo sé, confío en ti, te quiero- sonreímos.

-¿Me besas otra vez?- preguntó.

-Tonto- contesté y lo volví a besar.


Estuvimos durante unos minutos sentados en el sofá del living sin hablar mucho, sólo dándonos pequeños besos y mimos. Jongin no dejaba de sonreír.

-¿Porqué me miras así?- le pregunté.

-Ahora puedo hacerlo libremente, antes no podía, también puedo besarte- me dio un beso.

-Eres muy dulce- se sonrojó. Me sentía muy bien por dentro, la sonrisa no se borraba de mi cara aunque lo intentara- ¿crees qué alguien note que nos fuimos de la fiesta?

-No te preocupes, apuesto que nuestros amigos se encargan de eso, ¿por qué te quieres ir?

-No, claro que no, no es eso- me recargué en su hombro- pero se está haciendo tarde.

-Joonmyeon no vendrá hoy, puedes quedarte- me sonrojé ahora yo.

-Está bien- dije y entramos a su habitación.

-Si te sientes incómodo, puedo dormir en la habitación de mi hermano- dijo mientras me daba de su ropa para cambiarme.

-No, está bien- no estoy incómodo- no mentía, Jongin me hacía sentir bien.

-De acuerdo, esa es la puerta del baño, puedes cambiarte ahí- dijo y entré al baño. Jongin me había dado ropa deportiva, me cambié y me lavé la cara antes de salir.

-Jongin- dije saliendo del baño. Él aún no terminaba de cambiarse y no traía puesta su camisa, me sonrojé otra vez.

-Ah, estás listo- terminó de vestirse, su cara ya no tenía maquillaje y su cabello estaba revuelto.

Ambos entramos en su cama, le di la espalda y Jongin apagó las luces, no podía moverme y en un momento lo sentí moverse hasta abrazarme por la espalda, me tensé.

-¿Te molesta?- susurró en mi oreja.

-No- apenas pude responder y sentí que me dio un beso en la oreja. Me giré para quedar frente a él y lo besé.

-No tengo ganas de dormir- dijo.

-Yo tampoco- volvimos a besarnos y sus manos comenzaron a acariciar mi espalda.

-Deberíamos parar ahora- dijo.

-¿Y si no quiero parar?- comencé a repartir besos en su cuello.

-¿Estás seguro?- preguntó y afirmé, para seguir repartiendo besos en su piel mientras sentía sus manos entrar en mi ropa.


Ambos repartíamos besos en la piel del otro mientras las tímidas manos removían la ropa y acariciaban la piel descubierta. Estaba seguro de que Jongin iba a cuidar de mí así que no asusté, era diferente a mis primeras experiencias., yo enserio quería darle todo.

Ambos estábamos sin camisa y Jongin se colocó encima de mí, fue su turno de besar mi cuello, pequeños suspiros comenzaron a escapar de mi boca mientras acariciaba su espalda. Jongin comenzó a bajar y llegó a mi pecho donde comenzó a pasar su lengua y jugar con los pequeños botoncitos que me hacían estremecerme cada vez que los tocaba.

Comencé a sentir un calor agradable recorrerme el cuerpo entero, era como tener mi primera vez aunque no era así. Bajó a mi estómago y sentí su lengua en mi ombligo, sus manos se ubicaron en el borde del pantalón y lo bajó. Me sentí tímido.

-No sabes las ganas que tenía de ver y tocar tus piernas- dijo con la voz ronca y solté un gemido.

Como dijo, empezó a recorrer ambas piernas con manos y boca, para ese punto mi ropa interior me estorbaba, pero antes decidí remover sus pantalones mientras volvíamos a besarnos como por milésima vez esa noche.

Aproveche para darnos vuelta y me puse encima de él, me sentía muy ansioso y recordé el día de la filmación, como ese día puse mi mano encima de su miembro sólo para darme cuenta que estaba bastante duro y erecto. Con la timidez ya lejos, quité su ropa interior y la mía también.

De nuestras bocas salían suspiros y gemidos cada vez que nos tocábamos y rozábamos nuestros cuerpos. El calor llenaba la habitación.

Volvió a ponerse encima de mí y sin darme tiempo a reaccionar bajó hasta meter mi miembro en su boca, un pequeño grito salió de mí cuando sentí como lo engullía y lo recorría sin parar con su lengua. Estaba llegando a mi límite cuando paró repentinamente, solté un jadeo.

-Aún no- dijo, intentó meter un dedo en mi boca y sabía lo que vendría, pero antes debía hacer algo yo así que nuevamente cambié posiciones y fue mi turno de llevarme su miembro a la boca.

Escuchaba sus gemidos y eso me animaba a continuar, mientras tanto mis manos tocaban su cadera suavemente. Hice lo mismo que él y paré antes de que terminara. Tomé su mano y comencé a chupar sus dedos mientras él seguía soltando suspiros.

Una vez listos, los dirigió a mi entrada y comenzó a introducirlos lentamente, estaba siendo suave para no lastimarme. Cuando ya tenía tres adentro comenzó a moverlos despacio y volví a gemir olvidando el dolor.

Una vez preparado, me introdujo su miembro con cuidado, hasta que estuvo completamente dentro y yo sentado encima de él.

Cuando me acostumbré a que estuviera dentro, comencé a moverme lentamente y él colocó sus manos en mi trasero para ayudarme a marcar el ritmo. Después de unos segundos, empecé a cabalgarlo más rápido.

Me volvió a dejar debajo de él, y continuamos besándonos, él acariciaba mi miembro con una de sus manos y seguía moviendo sus caderas hasta que ambos llegamos juntos al final. Explotó dentro de mí y yo lo hice en su estómago.

Salió de mi interior lentamente y se acostó a un lado de mí, mientras ambos regulábamos nuestras respiraciones.

-Te amo- dijo.

-También te amo- respondí.

-Chanyeol me dijo que si te lastimaba me castraría, justo ahora siento que si lo hace, no me importaría porque ya te hice completamente mío- se rió.

-Eres un idiota- dije riendo.

-Me lo vienes diciendo desde la universidad- comentó y ambos reímos.

Nos dimos un último beso y nos acomodamos para dormir abrazados a pesar de que el amanecer se distinguía en la ventana.

Y yo, me sentía como una mariposa que acababa de salir de su capullo, me embargaba una felicidad inmensa, como si mi vida apenas estuviera empezando, como si hubiera renacido.


(Créditos de imagen a quien corresponda)

Y éste es el último capítulo de Revardecer, el siguiente es el epílogo... me duele darle al botón de Publicar -u-

Revardecer / KaiSoo-KaDiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora