Capitulo 2

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Sofía caminaba, pero no sola, de esto se dió cuenta unas cuadras después de salir rumbo a su casa.
Algo, o alguien estaba atrás de ella, siguiendo los pasos que estaba haciendo, se dio vuelta y era un hombre, no tan bien vestido pero como dicen todos, no hay que juzgar a las personas por su apariencia, Sofía sabía de esto pero no podía pasar de alto esto, rápidamente se asustó y esto hizo que Sofia, apresurara su paso.
Entre la canción de The Beatles "Hey Jude"y el ruido que hacía para caminar escucho que el hombre que estaba atrás de ella le dijo.
-Nena.
Se acerca más a Sofía.
Sofía pensó tres cosas que podía hacer.
La primera era ignorar al hombre, hacer que su música estaba muy fuerte, seguir al paso que esta o apresurarse cada vez un poco más y que el hombre no se de cuenta de que se sentí a perseguida por el.
Su segunda opción era correr, solamente era correr y correr sin mirar atrás hasta que llegue a su casa y así poder estar a salvo.
La tercer y última opción de trataba de detenerse y preguntarle al hombre que quería o que necesitaba.
Sin conciencia de lo que podía pasar, Sofía tomó la tercer y última opción.
Se dio vuelta y vio que el hombre estaba más cerca de lo que ella pensaba.
El hombre tenia aproximadamente entre unos veinte a veinticinco años estaba vestido con una remera verde asquerosa, bueno, eso pensaba Sofía. Llevaba también unos jeans comunes y unas zapatillas negras, y por último tenia una gorra negra.
Sofía se dijo a si misma que quizás tomo la decisión correcta porque no era lo que ella pensaba, era un hombre no tan musculoso pero tampoco tan flaco, y si, a Sofía le gustó el hombre que la estaba persiguiendo pero ella seguía teniendo miedo por lo que iba a pasar.
Se dio vuelta y se sacó un auricular para escuchar mejor lo que le el hombre le estaba por decir, a pesar de que físicamente el chico era lindo, no tenía tan linda cara como ella se imaginaba al ver el cuerpo, como si su cara hubiese sido sacada de otra persona y se la hubiesen puesto en el cuerpo de ese hombre.
Tenía cara de enojado, como si no fuese el mejor día de su vida, con las cejas arqueadas y arrugas en su frente, fue ahí cuando a Sofía se le volvió el miedo completamente.
-Si señor, ¿Que necesita?.
Dijo Sofía con una voz bastante temblorosa y con sudor pasando por su frente.
-Dos cosas, primero no soy un señor ¿Acaso tengo tanta cara de viejo? -Dijo el chico con una sonrisa en su boca y un poco enojado.
Desde que dijo esas palabras, a Sofía se le volvió el alma al cuerpo, como si de repente el miedo se fuera.
Sofía saca una risa un poco forzada, al menos un poco de miedo tenía, todavía no sabía que quería o que necesitaba el chico.
De pronto el celular de Sofía empezó a sonar, era una llamada que le estabas llegando.
-¿Necesitas atender?
-En realidad, no ¿Qué necesita? -Dijo Sofía un poco seria, ya quería pasar ese momento bastante incómodo para ella, y ella creía que el chico también estaba un poco incómodo ya que se comía las uñas.
-¿Esto es tuyo? -Dijo señalando un llavero rosa con un unicornio.
-Emmm. Si.-Dijo Sofía, tenia los cachetes colorados, ya que el llavero lo tenía que usar por obligación, se lo había regalado su madre, no la quería decepcionar y no usarlo, asique decidió ponérselo en la mochila.
-¿Te gustan los unicornios y Los Beatles? Wow nunca había visto una niña así, me llamo Lucas, por cierto.
-Sofía, y no, no me gustan los unicornios, pienso que son asquerosos. Me gustaría seguir esta conversación no tan buena pero me tengo que ir, mi mama debe de estar preocupada porque no llegue a casa.
-Esta bien, ¿Nos vemos después?
-Espero que no.
-¿Porque tan mala onda?
-Soy muy sincera, adiós.- Se dió vuelta, y siguió su camino.
-Adiós. -Dijo el chico mirándola a los ojos.
Sofía siguió su camino y no se detuvo para ver si estaba o no el chico que la "perseguía"
En el camino no pensó en eso, saco su celular y este le marcaba las 12:15 PM.
Apresuro más su paso al ver la hora que era, ahora Sofía no quería llegar a su casa, no quería escuchar a su madre gritarle que no tiene que quedarse hablando con chicas, y bla bla bla.
Le faltaba solamente una cuadra para llegar a su casa cuando recibió un llamado.
Número desconocido.
Atendió.
-¿Hola?
-Sofía, te avisaba que no estoy en casa, prepárate para comer.
-Okey mamá.
Se alegro de que su madre no esté en casa para que le grite y le grite porque ella había estado una hora atrasada. Suspiró, se acomodó su pantalón y si remera, y con una sonrisa forzada, hizo la cuadra que le faltaba.

La Desaparición de Sofia. [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora