Llegue a mi casa, cansada y muy transpirada, había pasado mucho miedo, incluso creo que fue el mayor miedo de mi vida, sin exagerar, bueno eso sí si dejamos de lado el día más horrible de mi vida, mi cumpleaños. Odio absolutamente mi cumpleaños, creo que es aburrido festejar el día en que una persona nació, es como si festejaríamos cada vez que vamos al baño.
Ese día cumplía diez años, mi mama me llevo al zoológico ya que no tenía mejor idea ni regalo para darme.
Otra cosa que me parece estúpida son los zoológicos, ¿Por qué reírse de un animal que está atrapado en una jaula, con ganas de estar en su hábitat natural y de origen para disfrutar todo lo que puede vivir? Al final creo que los peores animales que existe en el planeta tierra se llaman "humanos".
Habíamos entrado al zoológico y con lo primero que te encontrabas era con unos monos muy lindos, no sé bien de que especies son, tampoco me interesa porque deberían de estar donde les pertenece.
Me acerqué un poco a los monos para verlos, por lo menos disfrutar un poco o lo más mínimo del regalo que intento darme una madre que no conoce mis gustos ni siquiera mi forma de pensar.
Estaba viendo a uno cuando, de repente, siento como si alguien me hubiese tirado una piedra, pero no se sintió como una piedra porque no me pegó y cayó al suelo, sino que se quedo ahí, en mi remera. No lo deje pasar y escuchaba a gente que me estaba viendo, señalando, y riéndose de mi, tan agradable no fue, bueno no creo que sea tan agradable para ninguna persona en existencia que personas que no conoces ni su nombre, te esté señalando y riéndose de ti ¿Verdad?
Me di vuelta, y lo primero que encontré, fue a más personas señalando a mi remera, miré hacia ella y resultaba ser que el mono me había tirado de su materia fecal, mejor llamada caca. Lo mejor de todo esto, fue que seguramente el mono no había hecho vaca hace como una semana, o creo que más, porque no exagero, era ENORME.
Me fui corriendo hacia el auto, entre y me quedé ahí sola.
Mi mama fue al auto un minuto después.
- ¿Hija que pasó? Hizo con una voz de "desentendida"
-...
-Okey, vallamos a casa, creo que no tuviste un buen día.
¿Es enserio? Esta mujer que era mi madre me vino a decir que no fue unos de mis mejores días, miren, la mujer descubrió América.
Preparé la sartén, le puse aceite y me hice unas patitas de pollo que estaban en la heladera, subí a mi habitación, me puse los auriculares, y el volumen al máximo, listo, no necesitaba más, estaba en mi mundo, "El mundo de Sofía".
Revisé mi celular y me aparecieron varias notificaciones.
*20 mensajes de 2 chats*
¿Tantos mensajes? Que raro, no soy de recibir muchos mensajes seguidos en realidad, no estaba acostumbrada a recibir veinte mensajes. Si, no eras muy sociable en mi infancia, prefería estar sola en un pasillo antes de estar con unos chicos/as que me usaban por cualquier cosa, y cuando digo que me usaban es porque no estoy exagerando, me usaban.
Leí los mensajes y eran todos de mi mejor amiga diciéndome esto:
¡SOFÍA!
¡SOFIA CONÉCTATE!
¡EL ENSAYO ES EN CINCO MINUTOS SOFÍA!
Y bueno, diecisiete mensajes igualitos a esos.
¿Ensayo? ¿Ensayo de que? ¿De quién es la más antisocial? A, en ese caso no necesitaría ningún tipo de practica ni de ensayos, ya estaría lista para actuar y ganarme un Oscar.
Traté de acordarme de que ensayo estaba hablando mi mejor amiga, pero no pude recordar asique, aunque le contesté los veinte mensajes en uno sólo.
¿Qué ensayo?
Tardó más o menos unos cinco o diez segundos en responder a mi pregunta.
-AL DE LA OBRA ESCOLAR SOFÍA
Ups, cierto, había una obra escolar en la que todavía no habían designados los papeles, pero les puedo asegurar que a mi mejor amiga le iba a tocar el mejor papel, porque ella era una chica linda, talentosa, y que enamoraba a la mayoría de chicos de la escuela. En cambio, yo, bueno a mí siempre pero cuando siempre es SIEMPRE me tocaba hacer de la chica que abre y cierra el telón, si, esa.
Pensé dos veces si ir o no, pero bueno por ahí tenía un poco de suerte, igual no creo.
Me senté en la cama, me saque los auriculares, los desenchufe del celular, y lo puse en mi bolsillo. Me puse las zapatillas, y un buzo.
Me estaba por ir, pero me acordé que mi mama no sabía nada sobre esa obra escolar, asique agarré un papel, lapicera y le escribí una hermosa carta diciendo que me iba al ensayo de la obra escolar de la que ella no sabía nada. Puse la carta arriba de la mesa, cosa que cuando apenas llegue y no empiece a gritar "SOFÍA DONDE ESTAS". Mejor que se guarde esos gritos.
Salí rumbo a la escuela.
ESTÁS LEYENDO
La Desaparición de Sofia. [EN EDICIÓN]
Mystery / ThrillerImagínate que tienes trece años, que eres una chica como todas hasta que un día te secuestran. ¿De que serian capaces tus amigos y familiares? ¿Tus familiares saben lo que estas pasando? ¿Tu sabes lo que ellos están haciendo por ti? En esta novela...