mira Noe, lígate a ese!

1K 47 0
                                    

Siempre esperaba con ansias el cumple de mi hermano: era el único día que tenía a mi lado a las dos familias, la materna y la paterna. Para mí, era el mejor día. Comíamos paella, como éramos tantos había que hacer dos y nos picábamos por ver cuál era mejor: la de mi tía o la de mi madre. Jugábamos a las cartas o algo de eso, bajábamos a la piscina de mi tía y luego para cenar hacíamos barbacoa y estábamos hasta las tantas. Era increíble.

Pero desde que mi abuela murió nada es igual. Este año solo viene mi tío. Como cambia la vida! Si digo que no estoy deprimida, miento. Ni si quiera hablo con Blas. Cuando me pregunta le digo que al estar aquí mi hermano es más difícil hablar sin ser pillada. No sé si se lo cree o no, pero no dice nada.

Con todo lo del accidente del tren en Galicia, les hice prometer a los chicos que me darían un toque cada vez que cogieran uno y cuando llegaran. Así me quedaba yo más tranquila.

El cumple llegó, y aunque solo había dormido 4 horas, me obligué a sonreír y hacer el payaso, por mi hermano. Pero en seguida deje de fingir, es mi familia y eso siempre me alegra. Además, que tuve internet ese día y hable con mi gente, mi otra familia.

No sé cómo, pero Blas y yo habíamos acordado sin ni siquiera hablarlo, una forma de comunicarnos. Era fácil: a través de la radio. Cuando había una canción en los 40 que hablaba de cómo nos sentíamos, que tuviera ese mensaje para el otro, nos dábamos un toque y en seguida poníamos la radio.

Estaba en mi habitación leyendo cuando me dio un toque. Encendí rápidamente la radio. ‘Tu mirada me hace grande’ de Maldita Nerea. Me encantaba esa canción y el mensaje más aun: “necesito verte aquí”. Lo que él no sabía era que en menos de una semana nos volveríamos a ver.

Pero antes de eso, me encargué de picarle y mucho cuando emitieron los programas de Pasapalabra donde ellos salían. Lo de la pista musical me mataba… se lo recordaría siempre.

-cielo…tú me das cremita, yo te doy cremita. Aprieta bien el tubo que sale muy fresquita…-le empecé a cantar por teléfono. Me llamaron para que comentara con ellos el programa.

Álvaro: fíjate mi cara. Nosotros tres nos partíamos, porque el día anterior estuviste cantándola todo el rato.- comentó haciendo que estalláramos en risas mientras Blas protestaba. Pero bien que se reía él de Dani y su pitissua.

Pero la cosa no queda ahí. El segundo día participaban Álvaro y David. Y mi maridito me copió la frase de ‘anonadado me hallo’, ya le cobraría yo derechos de autor. Y la albóndiga por el barranco de David…a mi me quería matar de un ataque de risa. Menos mal que el tercer día ya se tranquilizaron “un poco”.

Cuando finalmente llegué a Madrid, llamé a Álvaro para cerciorarme de que estaban también aquí.

Álvaro: si se digna  a llamar!- dijo al descolgarme el teléfono

-tampoco tú me has llamado…- le reproché. Parecíamos hermanos ya, que ni saludarnos hacia falta cuando nos llamábamos.

Álvaro: pero no soy yo quien está desaparecido…

-no estoy desaparecida! Solo de vacaciones

Álvaro: pero a Blas si le llamas no?

-y no quieres saber para que te llamo?- pregunté cambiando de tema.

Álvaro: venga anda, dime.- dijo riéndose, y me lo imagino negando con la cabeza.

-estoy en Madrid!!!

Álvaro: venga ya. Si fuera así, Blas no hubiera quedado conmigo hoy.

-tal vez…porque no lo sabe?- le dije como si fuera lo más obvio del mundo.- solo tú.

1- Breathe your fireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora