Pov. Damien
Joder. ¿pero que me pasa?. Acabo de pasar cerca de campus y vi a Kei besando a el idiota de Matt.
No se porque pero sentía que algo dentro de mi se rompía. ¿Porque?. Hace dias me estoy comportando raro, lo admito, pero no se que paso hoy cuando mi hermana intento hablar conmigo, sinceramente, en ese momento no era yo, las palabras salieron disparadas por si solas.
Suspiro.
Espero que ella me pueda perdonar, no toleraría que se alejara de mi o que me dejara de hablar.
El timbre sonó y todos salieron del salón, cojo mi mi mochila y me voy igual.
No puedo dejar de pensar en lo que pasó hace unas horas atrás, me comporte mal deberia disculparme. Eso haré.
-Damien- oí que me llamaban voltie y me encontré con Luna, mi novia - ¿A dónde vas amor?
-Hola amor- dije un poco incómodo.
Sinceramente el amor que le tenia a ella se fue hace años, pero igual no le puedo romper el corazón. Es la chica más dulce de todas, igual le tengo mucho cariño.
-Voy a la cafetería - respondo.
-¿Bebé puedo acompañarte?- hace su típico puchero.
-Mmm... no lo se- aparto la vista y suspiro- está bien, vamos.
Se agarro de mi brazo mientras sonreía, le devolvi el resto y como dije fuimos a la cafetería. Y valla sorpresa me llevo.
Kei y Matt... juntos... riendo
3, 2, 1 segundos, fue lo que tarde en romperle la nariz a Matt y a la ves abrazaba a mi sorprendida hermana.
-¡No te le acerques!- grito con rabia sin darme cuenta de que todos los estudiantes nos estaban viendo.
-M-Matt- Kei se suelta de mi agarre y se acerca al idiota a ver si está bien.
-Amor, ¿p-pero q-que paso?- cuestiona Luna con cierto tono de miedo.
-Damien, ¿¡que te pasa animal!?- la voz de mi hermana me sacó de mi trance. Vi que me miraba con odio y a la ves con miedo.
-No quiero verte con esa cosa- señalo a Matt.
-¡Y que si quiero estar con él!
-¡QUE NO LOS QUIERO VER JUNTOS!- estalló.
-¿¡PORQUE!?- me responde de igual manera.
Trato de controlarme, no debo hacer ninguna ridiculez. Respiro ondo varias veces hasta que logró calmarme, pero no del todo.
-No importa, ahora vamos- la garro del brazo y salgo de allí.
-Sueltame, no quiero ir contigo, animal- forcejea.
-Callate- involuntariamente perdí el control de mi cuerpo y le di una cachetada.
Pov. Kei
Esto no puede ser, como pudo ser capas de hacerlo. Recojo mis gafas ya que gracias al golpe se cayeron. Mi rostro estaba lleno de lágrimas y la mejilla me dolía y ardía un poco.
Mire a mi hermano con miedo, sin saber que decir, vi que en sus ojos se reflejaba el arrepentimiento.
-K-kei y-yo.
Niego con la cabeza, me levanto y salgo corriendo al baño de mujeres, por suerte no había nadie.
Le meto seguro a la puerta para que nadie entre. Me deje caer al suelo y lloré como nunca antes.
Me dolía, no podía creer que mi propio hermano me halla hecho eso. Sobe mi mejilla tratando de calamar el dolor.
Me levanté y me mire en el espejo. Tenia la mano de Damien pintada en la mejilla derecha.
Busque entre mis cosas un sacapuntas, lo rompí y cojo la cuchilla. Primero la pasó suavemente por mis muñeca, no estoy acostumbrada hacer esto, la última ves fue cuando mi padre se fue, en ese entonces Damien estaba a mi lado.
Me mordí el labio inferior y pase la cuchilla exactamente por mi vena, en seguida sentí como perdía fuerzas. Lleve mis manos a mi cabeza mientras mi vista se nublaba.
-¡KEI, KEI, ABRE!- oi la voz de mi hermano y los golpes en la puerta.
-D-damien- susurré con dificultad, trate de pararme pero instantáneamente caí al suelo.
Lo único que recuerdo fue la puerta abrirse de golpe y a alguien entrar a toda velocidad, después todo se volvió negro.
Pov. Damien
Joder. Todo por mis malditos celos. Abrí la puerta de una patada y vi a mi hermana tirada en suelo, mientras se desangraba.
Llegó a ella y arrancó un pesado de mi camisa, lo envuelvo en su muñeca tratando de calmar el sangrado.
La cargue estilo princesa y corrí por los pasillos hasta la salida. No tenía tiempo para llamar la ambulancia. La monte en mi carro y arranque a toda velocidad.
Llegué al hospital y la cargue en mi espalda. Entre agitado.
-AYUDA POR FAVOR!-grite apenas cruce la puerta.
Varias enfermeras se acercaron con una camilla. Allí deje a mi hermana y rápidamente se la llevaron, trate de alcanzarlas pero no me dejaron.
-No por favor, déjeme ir con ella- rogaba al doctor que tenía enfrente.
-Lo siento joven, no puede pasar, por favor le pido que se siente y espere - maldigo en mis interiores y me siento en las bancas que estaban en recepción.
No pude evitarlo y me derrumbe. Mis ojos se humedecieron involuntariamente. Si no le hubiera pegado no estaríamos en esta situación, ojalá yo fuera el que estuviera en su lugar y no ella.
Pocas horas después, y que conste que cada maldito segundo era un infierno, por fin me dejaron ver a Kei.
Entre en la habitación y pude ver el cuerpo de mi hermana que aún dormia en la camilla. Estaba pálida, con solo apreciar esa imagen volví a romper en llanto, esto era mi culpa y sólo mía.
Me acerque a la cama y me senté en ella.
-Por favor perdona me. No fue mi intención hacerte daño- susurro y a la ves le agarro la mano.
Me acerco a su rostro admirando sus delicadas facciones y todo de el. Su cabello castaño claro, se veía suave y olía bien; Sus delicadas pestañas adornaban ese par de ojos aún cerrados; Y por último sus delgados y apetecibles labios vestidos de color rojo.
Me acerqué mucho más hasta el punto en que nuestros labios rozaban.
"No lo hagas"Esa pequeña voz me decía que iba a cometer un error, pero estaba tan perdido en sus labios que no me di cuenta que ya estaban conectados con los mios.
Eran súper suaves y sabían a chocolate, temia que se despertara pero ¡el chocolate! era irresistible.
Moví mis labios lentamente pero me separé ya que sentí como me correspondía.
Mire su rostro y sus ojos estaban abiertos como platos, y a la ves, pasaba sus dedos lentamente por sus labios.
-Damien...- susurra.
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Solo un sueño
Teen FictionDos hermanos muy lejos de parecerse... Kei, una chica solitaria pero muy inteligente, con un físico poco atractivo ( no lo malpiense no es gorda y nada de eso) pero muy amable y tierna a simple vista. Damien, un chico popular y sexy, el Casanova ent...