Era un día normal, en una ciudad gris y con grandes edificios, en donde la gente siempre conservaban una carita trizte, su vida era levantarse a diario, arreglarse un poco para ir a su trabajó en ésos altos edificios para luego salir, regresar a sí casa, cenar algo, e irse a dormir, esa era la rutina diaria de muchos en aquella ciudad, era una vida rutinaria y sencilla, sin emociones no colores, asta que un día, de presenció algo nuevo en aquella ciudad.
¡POR TODOS LOS CIELOS! Era una persona con carita feliz, sin embargo la gente hacía comentarios como:"no es de por aquí" "no va a durar mucho" "que aproveche mientras es felíz y después de va a hacer igual que el resto" entre muchos otros comentario negativos, mientras tanto la carita feliz andaba por toda la ciudad normal y tranquila, y como era su costumbre estaba felíz, y mientras caminaba no se percató de que alguien iba caminando alfrente de ella, y estos chocaron.
-Oh Diablos,lo siento soy muy torpe, no te vi, estoy muy tonto, perdón...-
-Oh, tú tranquila, no pasa nada, sólo fue un pequeño golpe y ya- y la carita felíz siguió avanzando, la gente no podía creerlo, no le gritó, no le dijo algo como: "fíjate por donde caminas tonto" o "estas siego o ¿qué?".
La gente simplemente no podía creerlo; Después de tanto caminar, la carita feliz de sentó en la banca de un parqué, con la esperanza de ver a niños jugando, o personas haciendo ejercicio, pero el cambio sólo había unas cuántas personas solitarias debajo de los árboles, muy serías y sin hacer nada, y cuando menos se lo esperó, llego un pequeño niño y se sentó a su lado.
-Hola...-
-Oh, hola- dijo sonriente
-¿te sientes bien?-
-Si, de ¡maravilla!, ¿por qué?-
-no lose, no parece normal que seas tan felíz, ha nadie camina por la calle sin rumbo fijó o se sienta en estas bancas, muchos se sientan, pero debajo de los árboles, lo hacen para pensar, o para llorar, o incluso algunos cuando está lloviendo, para que los parta un rayo!-
-mñn pues verás, no por que mucho lo hagan, significa que este bien-
-y a usted ¿nunca le a pasado nada malo-
-uf, claro que si, pero no le doy mucha importancia, pienso que el tan sólo levantarse cada día, es la felicidad más fuerte que puede opacar a cualquie cosa mala- y entonce la carita muy felíz siguió su camino, y ya nadie la volvió a ver en la ciudad, pero ese día, algo había cambiado dentro del pequeño, no sabía como describirlo, pero de repente, su carita triste cambió, y de la nada a piso felíz.
Él sabía que ya nada iba a ser igual en la ciudad...
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Y entonces... Supe que te perdí
Short StoryNo todos los cuentos empiezan con un "Habia una vez" o terminan con un final feliz.