Yo deseo...un bebé

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Parte 1


Ocho meses atrás...

Magnus estaba acostado en el sillón de la sala con un tazón enorme de palomitas apoyado en su estómago, mientras Alec ponía una película en la televisión cuando la película comenzó Alec se sentó en el sillón dejando que la cabeza de Magnus se apoyara en sus piernas.

La película trataba sobre una mujer que se realizaba un embarazo por inseminación artificial, ya que ella comenzaba a creer que nunca encontraría al hombre perfecto con el cual casarse y formar un bonita familia. Después de la visita al medico conoció a un hombre ,el cual a pesar de sus defectos, resulto ser la persona indicada para ella con el tiempo ambos se enamoraron pero el miedo a ser padre de un hijo que no era suyo y de sus pocos planes para tener una familia el hombre la dejo.

-¿en que piensas?.-le pregunto Magnus.

-¿Porque las mujeres hacen eso?.

-¿Embarazarse artificialmente?

-si.-respondio alec.

-bueno hay ocasiones en las que las personas no encuentran a alguien con quien quieran compartir su vida o alguien que quiera comprometerse tanto que quieran tener un bebé. Un hijo es una gran responsabilidad.

-¿pero eso no es peligroso?.-pregunto el nefilim mientras tomaba un puño de palomitas del tazón.

-supongo que tiene sus riesgos como todo procedimiento médico pero algunas mujeres desean ser madres y eso es una buena solución. Para las mujeres la edad también es un factor muy importante entre más avance menos posibilidades hay de tener ciertos riesgos durante la gestación.

Alexander se quedó pensando en su madre, la mujer no había tenido ningún problema durante sus embarazos. Alec siempre había pensado en que su mamá era una mujer muy fuerte. También pensó en clary e isabelle, ninguna de ellas había tenido problemas con el nacimiento de sus hijos, incluso clary había tenido dos hijos a la vez.

A veces solía pensar en la posibilidad de tener un hijo de Magnus, se preguntaba como podía ser el pequeño quizás tuviera los ojos del brujo esos ojos que tanto le fascinaban, tal vez podría ser un gran guerrero nefilim como él y toda su familia o incluso un brujo. El más grande brujo de todos los tiempos después de Magnus. En su mente comenzó a formarse esa idea, un hijo suyo sería una gran noticia.

Entendía que sus pensamientos eran solo sueños. Amaba a Magnus con todo su ser y no estaba dispuesto a cambiar nada dentro de su relación, ni siquiera por la idea de tener un bebé.

Magnus y Alec siempre se habían entendido sin la necesidad de hablar. Por lo que Magnus entendió hacia donde se dirigían los pensamientos de su esposo mucho antes de que esté logrará expresarlos.

-¿Tú has pensado en cómo sería un bebe nuestro?.

Magnus entendía las limitaciones que tenían para poder tener un hijo, los dos eran hombres y el consejo nefilim, después de Sebastián, había quedado muy sensible con los hijos que sobrepasaban su entendimiento, pero aunque le costara aceptarlo siempre pensaba en que algún día el perdería a Alec y que quizás necesitaria a alguien que pudiera darle apoyo cuando eso pasará.

Algo que tuviera una pequeña parte de Alec y que esta fuera eterna. Pensar en la posibilidad de tener un hijo no era una de sus ideas más descabelladas. La adopción había sido contemplada e incluso habían ido a visitar un orfanato pero las leyes de adopción aún no habían sido completamente aceptadas por lo tanto ellos aún no podían obtener la custodia de ninguno de los niños.

-yo...-comenzo alec sin saber muy bien que decir.

-Solo se honesto.-pido Magnus.

-Si.-sonrio alec.-a veces lo pienso.-se envío levemente de hombros.-ver a mis hermanos con sus hijos ha creado algo dentro de mi.

Lightwood-Bane [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora