Lo que no está escrito

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Una y otra vez,  perdió la cuenta antes de notarlo pero lo que no perdía de vista era la retorcida sonrisa y el zumbido que hacía el metal al cortar el aire justo antes de clavarse en su piel, justo antes de arrebatar su último aliento, tosía con fuerza, con furia, y con esperanza pensando en que Batman llegaría a tiempo, que él no le abandonaría jamás pero esa esperanza se disolvió antes de que pudiera ser efectiva junto con los últimos segundos de la cuenta regresiva, a esas alturas el abandono le caló hasta los huesos y sus últimas palabras se ahogaron en sollozos de desesperación, para un chico al que nunca perteneció ninguna cosa al grado de no llegar a ser dueño de sí mismo era un final común, pero no por ello la autocompasión dejó de embargarle o la desesperación fue menos profunda Jason había conocido la alegría y el amor antes de esa noche en la que le fue arrebatado más de lo que pensó tendría algún día, los días desperdiciados, las noches en la misma cama, el aroma dulce de la piel ajena, el sabor de sus labios, su sonrisa, el calor de su cuerpo, la perfecta sincronía entre ambos, rememoraba cada cosa mientras se aferraba a la vida, mientras su cuerpo se entumecía y la bomba estallaba, todo se volvía de un blanco cegador que le arrancaba violentamente del cálido escape a sus recuerdos y le devolvía a su realidad.

  — Llegué tarde...
Fue lo único que Bruce pudo decirle a Tim luego de que este último le confrontara pidiendo una explicación sobre dónde estaba Jay y porqué no era localizable, por lo menos hasta ver el semblante descompuesto del mayor y los papeles del forense en el escritorio y así comprender sin ser capaz de asimilar lo que había ocurrido, instintivamente llevó una de sus manos a la cicatriz en su hombro aquella donde su destino estaba escrito  mientras se desplomaba en la alfombra y un cúmulo de emociones se atoraba en su garganta como trozos de cristal que desgarraban todo a su paso en sollozos que no eran capaces de sacar su dolor.
La muerte de Jason trajo a la familia una gran sacudida y el luto se llevaba de distintas maneras por cada uno de los habitantes de la mansión ahora silenciosa y llena de melancolía para cada uno de sus habitantes, el funeral había sido por demás doloroso, particularmente desgarrador para el pajarillo que no pudo forzar una faceta seria, estaba ahogándose en la desesperación de perder a su amante, le importaba un bledo el estúpido destino, él quería a Jason por quien era, porque nadie había conseguido comprender al chico más que él, porque nadie conocía el verdadero valor del otro robín mejor que él, se hincó al pie de la tumba mientras Bruce y Alfred le miraban con evidente sufrimiento, la ausencia del segundo robín también había arrancado una parte del tercero y ellos eran testigos de ello sin poder ser juez o parte, solo podían observar como el chico se hundía, finalmente Bruce se animó a alcanzar al menor y palmear su espalda, los rastos de la pérdida reclamaban casi con furia su semblante cansado y ojeroso pero eso al menos hizo comprender al chico que no estaba solo con el dolor que sentía, entonces colocó un clavel rojo sobre la tumba de su amante apoyándose en la fuerza que su tutor le había dado momentáneamente antes de sumirse en un mar de recuerdos que azotaron su mente de tal manera que sollozó hasta lucir tan frágil que parecía una ráfaga de viento podría romperlo.

Había escuchado muchas veces de personas distintas "El tiempo lo cura todo" pero en su caso el tiempo solo servía para asentar la ausencia de su amante, las noches frías de otoño le hacían añorar los brazos ajenos y lo único que podía hacer para calmar su necesidad del mayor era aferrarse a las sábanas que habían compartido en el pasado, aquellas que aun tenían un suave aroma a él, robín dormía más de la cuenta, pasaba mucho tiempo encerrado en su alcoba o en su laboratorio, trabajando hasta no poder más y luego durmiendo para despertar con dolor de cabeza y cargarse de trabajo, sabía bien que era la única forma que conseguiría de descansar y había encontrado en sus sueños un descanso para su agotada mente.

  — vamos babybird no puedes estar enojado, quizá explotó un poco pero fue un accidente ¿No vas a perdonarme?

  — Solo tienes que aceptar que me amas  

  — Puedo ser romántico cuando me lo propongo ¿A que soy un gran novio? 

  — Solo dame una oportunidad... 

Recordaba con claridad cada cosa que le fue dicha por el otro, cada promesa que no se cumplió y cada beso y caricia que fueron dejados en su piel, ¿las lagrimas se acababan alguna vez? era una pregunta recurrente cuando una sombra, un ruido, un aroma o cualquier cosa le hacían pensar que Jason estaba vivo, que volvería a su lado algún día, que iba a perdonarle por no haber estado ahí esa noche.







Reverse (JayTim)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora