CAPÍTULO 21

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*Narra Dylan*

Me paro frente a la puerta, mientras busco mis llaves, se que hay alguien dentro, pero no me importa, las encuentro y las introduzco en la cerradura, mi mente viaja al pasado, una de las razones por las que me fui.

Los últimos días no fueron los mejores, pero siendo sincero buenos días nunca he tenido, a mí vienen imágenes fugosas de lo que ha pasado, gritos, sonidos atronadores, la sensación de no tener noción, colores intensos, ¿marcado de por vida?... Eso creo, ni siquiera yo puedo creerlo, no puedo creer que haya pasado, hago lo que puedo para ahuyentar esos recuerdos y muevo mi cabeza de un lado a otro negando.

Despierto de esa pesadilla y sigo aquí, parado frente a una puerta, me repito que no soy débil y que eso no me afecta, sereno tanto mi expresión como todo mi cuerpo y finalmente abro.

-¡¿Hey, oye donde estabas?!- grita Luke desde el primer sillón mientras se llena la boca de frituras, mas no me inmuto, cierro completamente la puerta del departamento y camino hacia él.

-No tengo que dar explicaciones, que no te importe- lo paso de largo, decidido a meterme a la ducha, han sido días largos.

-¿Que no me importe?... !Desapareciste por tres días¡- Escupió con brusquedad, seguí sereno.

-¿Y que? ¿Se acabó el dinero? ¿la comida? ¿Tu existencia?- Hago una mueca.

-Entonces, ¿sera hací?

Volteo a verlo y enmarco una ceja como de costumbre, él cambia su expresión seria por una de marcada burla.

-¿Desapareceras despues de un romántico y tierno beso bajo la lluvia?- sentí como mis músculos se tensaron y mi expresión cambio, pero no me sorprendió, podía ser mas que un dolor de cabeza cuando se lo proponía - Pobre de Kaetlyn- musitó y odie esa maldita sonrisa.

-¿Como?- Pregunté de tal manera que parecía no a ver oído lo anterior.

-Solo lo se- miro a otro lado y luego retomo su postura- Y espero que tú... - me señalo con el dedo índice- Sepas que estas cavando tu propia tumba.

-Entonces me estoy haciendo un favor- reí irónico mientras levantaba las manos, él estalló.

-¡Es que tu no entiendes O'Brien, Nos estas arrastrando contigo!- se puso de pie, quedando a poca distancia a mí.

-Una visita al infierno, suena interesante, ¿no lo crees?- ahora yo sonreí- ¿me dirás que jamas lo has visitado?- No obtuve respuesta, algo que ya esperaba, solo una mandíbula tensa y tres palabras.

-Alejate de Kaetlyn- no pude evitar reaccionar de golpe.

-Ella no ésta en esta discusión- me apresure a decir.

-De todas, ¿por que mierda ella?... Por que la que puede puede jodernos a todos?- Gritaba mientras comenzaba a reír irónicamente.

-Ella no esta en esta discusión- repetí ya molesto.

-¿Y cuando lo estará? ¿cuando huyamos?- dio un paso hacia mí, oh no, que no se que ocurra Hemmings.

-¿Disculpa?- Susurré gravemente mientras yo daba un paso hacia él frente.

-¡No es una sugerencia!- Negó repetidas veces mientras rechina los dientes, puse los ojos en blanco.

-¿Y quien demonios te creés para darme órdenes? ¿Mi padre?- Desafíe con firmeza.

-¡Jamas sería como ese maldito bastardo!- La sangre se drenó de mi organismo y fue sustituida por un fuego que me hacía arder.

Di él paso que nos separaba, estaba de mil demonios y no me importaba que fuera mi primo, le plante un gran puñetazo en el ojo izquierdo, no medí mi fuerza y Luke cayó sobre la pequeña mesita de centro, rompió el centro de vidrio y quedó sobre las esquinas de madera.

La Ausencia Del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora