Cuando Jungkook apareció de nuevo en su campo de su visión, sonriendo alegre, intentó dejar de pensar en lo ocurrido hacia un par de minutos atrás, concentrándose en la persona que tenía frente a ella, pero fue inútil, las palabras de aquel chico seguían rondando por su cabeza, y aquel mechón verde sólo parecía empeorar su estado, haciendo que más dudas surgieran en su cabeza, una detrás de otra, hasta conseguir un fuerte dolor de cabeza. La película apenas había iniciado y EunJi ya quería irse a casa, pues ni siquiera podía concentrarse en lo que estaba ocurriendo a su alrededor. La película terminó y ella a duras penas se enteró de que trataba.
— ¿Estás bien? —Jungkook, aunque había estado poniendo atención a la película, no había pasado de largo el extraño comportamiento de su compañera. EunJi se sintió mal por haber arruinado lo que debería haber sido una tarde agradable, así que sólo pudo asentir con una leve sonrisa de boca cerrada—. ¿Quieres que te acompañe a casa? —preguntó de repente. EunJi se sorprendió por la pregunta, pero aun así consiguió asentir en respuesta, un poco más animada que antes.
El camino a casa fue silencioso, cada uno parecía estar metido en su mundo, pero aun así a veces solían voltear a verse y se sonrían mutuamente sin poder controlarlo. Tan pronto como llegaron a su casa EunJi empezó a sentir un tanto desanimada, pues quería haber podido pasar más tiempo con Jungkook, ya que pese a todo, su compañía le hacía sentir una paz bastante agradable. Se despidieron y EunJi entró a su casa, sintiendo que le faltaba algo. Se quitó los zapatos y entró a la casa, encontrándose con la imagen de su madre completamente desparramada sobre el sofá de la sala. No quiso despertarla, así que simplemente tomó una cobija y la arropó con esta, dejando un cálido beso sobre su frente.
Al día siguiente despertó con un mal presentimiento, pero con un humor bastante agradable para ser una persona que constantemente tenía pesadillas al dormir. Cuando terminó de arreglarse notó algo extraño al tomar su celular: no había ningún mensaje o llamada perdida. Frunció el ceño, extrañada, pero decidió no darle importancia. Era aún bastante temprano, así que se quedó recostada en su cama mirando hacia el techo, haciendo un recuento de todo lo que había pasado el día anterior y no pudo evitar suspirar al ver cuánto había cambiado su vida en apenas un mes; ahora hasta recibía amenazas de peli-verdes que no conocía. Aunque no estaba tan segura de que en realidad aquel chico fuera un completo desconocido. Sus pensamientos se vieron interrumpidos por la voz de su mamá, informando que era hora de irse.
Avanzaba junto a su mamá hacia la institución en el habitual silencio de siempre, cada uno en su mundo. EunJi por alguna razón se sentía nerviosa al pensar en ver a Jungkook ese día; con sólo recordar su rostro su corazón parecía acelerarse más de lo normal, y se estaba empezando a preocupar en serio acerca de su salud.
...
Había pasado la primera hora, y para fortuna o desgracia, Jungkook no había aparecido. No sabía por qué se sentía tan ansiosa por verle, pero al ver el asiento de vacío de Jungkook sentía la adrenalina correr por sus venas. Fue a segunda hora, cuando Jungkook entró al salón, cabizbajo y a paso de tortuga, cuando por fin sintió relajarse. Esa adrenalina que había sentido antes había sido reemplazada por unas inmensas ganas de hablarle y ver su sonrisa. Fue por eso que varias veces se encontró a sí misma a punto de aventarle notitas de papel o ir a hablar con él cuando el profesor se ausentaba. Era algo que nunca había sentido antes, pero que cuando de Jungkook se trataba, no le molestaba.
Llegó la hora del descanso y vio a Jungkook levantarse con prisa, sin siquiera pararse a mirarla una vez antes de irse, pero no se preocupó mucho por eso, pues pensó que simplemente querría adelantarse para no tener que hacer mucha fila en la cafetería como otras veces, así que, con su típica flojera de siempre, se dirigió a paso lento a la biblioteca, pensando que después Jungkook la alcanzaría. Sin embargo, eso nunca ocurrió. Quizá fue por eso que cuando divisó a Jimin entrando con su habitual energía de siempre, y la saludó con esa bella sonrisa que tenía, se sintió un tanto desorbitada, pues aunque apreciaba su presencia, no era la suya la que esperaba con tantas ansias.
— ¿Y Jungkook? —preguntó ella, con una sonrisa temblorosa, no estando segura de querer saber la respuesta. El que Jimin instantáneamente cambiara su mirada, casi mirándola con lástima y dándole una sonrisa caritativa, hizo que su corazón doliera, y que su cabeza empezara a imaginar lo peor.
—Él no ha podido venir hoy por... asuntos pendientes con un profesor. Sí, eso —rió nervioso, asintiendo, como queriendo afirmar lo que había dicho—. Pero me pidió que viniera cuidarte. Me dijo que tú nunca comes sino te ves obligada a hacerlo, por lo que hizo que te trajera esto —informó, riendo levemente -probablemente por lo protector que era el menor- y sentándose frente a ella, en el lugar que Jungkook solía ocupar, para después extenderle una manzana roja, moviéndola frente a ella e incitándola a tomarla.
EunJi por su parte se limitó a asentir con la cabeza y tomar la manzana desganada, después de todo, Jungkook también tenía cosas que hacer y necesitaba su espacio.
Pero sin duda alguna no esperaba que aquellos "asuntos pendientes" se extendieran por toda una semana. Era ya día viernes y Jungkook parecía evitarla a propósito; no respondía los mensajes y cuando tenían la oportunidad de encontrarse en los pasillos, Jungkook salía corriendo o simplemente hacía como que la veía. Estaba empezando a preocuparse, pensando en que quizá había hecho algo mal en aquella pequeña reunión, pero ese día Jungkook se había mostrado tan tranquilo y sonriente como siempre, así que simplemente no había podido entenderlo. A estas alturas ya se le había hecho costumbre quedarle mirando durante clases cuando él estaba distraído con alguna cosa, incluso, él la había pescado varias veces mirándolo, donde con nada de disimulo, EunJi solía voltear la mirada, haciendo como si nada. Pero ella sabía que Jungkook no era tonto, y por lo mismo solía reprenderse a sí misma al ser tan poco discreta. No iba a negar que se sentía algo psicópata acosándolo tanto, sin embargo, era algo que no podía controlar, pues simplemente lo hacía sin darse cuenta.
Estaban ya en la última clase. EunJi se sentía agobiada, impotente, tenía una mezcla de sentimientos que no la dejaban en paz y empezaba a odiar a Jungkook por hacerle sentir tanto. Aquello días ella había extrañado su sonrisa de conejo, había extrañado su melodiosa voz, su forma de animarle el día. Aunque le molestara admitirlo, en poco tiempo, Jungkook se había convertido en alguien muy importante en su vida. El profesor hablaba y hablaba sin parar, pero EunJi parecía más entretenida viendo a Jungkook escribir y fruncir el ceño cuando tenía algún error ortográfico. Se divertía viendo cómo Jungkook parecía tan concentrado en todo lo que decía el profesor. No lo había notado antes, pero Jungkook era un excelente alumno, a diferencia de ella, que normalmente no estudiaba o se molestaba mucho en hacer tareas, pues de alguna forma siempre terminaba aprobando el curso. Era algo muy raro que ella nunca lograría entender, el cómo le iba tan bien en los exámenes cuando siempre estaba en su propio mundo siempre sería un misterio. Pero fue cuando Jungkook volteó a verla, mordiéndose los labios y con el ceño levemente fruncido, que por fin pareció regresar a la realidad. Jungkook volvió su vista hacia el profesor e hizo una pregunta que a EunJi le llamó bastante la atención, pues todo lo que decía le parecía importante.
— ¿Qué ha dicho?
—Que tienen que hacer un trabajo en parejas. Y Jungkook, tú has quedado con Kim EunJi, espero no me decepcionen.
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N/A: después del siguiente capítulo, es probable que publique el one-shot:v bueno, nos vemos el próximo añ- digo, la próxima semana c:
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Lost Stars. || Jeon Jungkook.
Fiksi PenggemarQuizá había sido la forma en la que la miraba con aquellos ojos oscuros que tanto le gustaban, o la forma en la que con su melodiosa voz parecía acurrucarla, pero Jungkook en poco tiempo había logrado calar en lo más profundo de su ser, sacándola d...