Si fuera mujer, ¿podría enamorarme de tí?

Capítulo 2: Este amor no es real

- ¿Qué te pasa? -preguntó Leia notando mi rostro de preocupación. Ella también estaba vistiéndose y en el momento se encontraba usando solo un corpiño y una bombacha, ambas piezas de color blanco. Ella generalmente usaba su largo cabello pelirrojo atado cuando trabajaba, pero ahora lo tenía suelto, llegándole a la cintura.

- Tengo una cita con Itsuki ahora mismo, pero me olvidé que no tengo nada de ropa acá. Quiero decir, nada de ropa para mujer -expliqué desesperado. Leia sacudió la cabeza con desaprobación y soltó un suspiro.

- De acuerdo, esto es lo que haremos -comenzó diciendo, cruzándose de brazos -hoy, sólo por hoy, te voy a prestar mi ropa y yo usaré la tuya. Pero luego la quiero de vuelta, y que no se repita -concluyó

- ¡GRACIAS, LEIA! -me abalancé sobre ella para abrazarla

- ¡Salí, pervertido! -gritó abofeteándome, intentando cubrirse el cuerpo con las manos -¿no me vas a decir que ahora tenes ganas de tocar a una chica, verdad?

- ¡Claro que no! -negué acariciando mi mejilla izquierda, roja y adolorida del golpe -No hay mucho para tocar ahí, después de todo... -dije en voz baja refiriéndome a sus pechos, pero me escuchó porque lo que siguió fue una patada voladora directa a la cara.

Después de eso tuve que arrodillarme y disculparme un millón de veces para que accediera a prestarme su ropa nuevamente. Finalmente, me perdonó y pude vestirme.

Si bien Leia se caracterizaba por su personalidad ruda y agresiva, la mejor forma para describir su ropa sería "adorable". Lo que usé ese día de ella consistía en una pollera con diseño floral que llegaba casi hasta las rodillas y una remera de manga corta color azul mar. Me miré en el espejo y acomodé la peluca.

- Suerte en tu cita -comentó Leia y volté a mirarla.

Me sorprendí mucho cuando la vi. Estaba usando mi pantalón y mi buzo gris, pero le quedaban mejor de lo que pensaba.

- ...pareces un chico -dije sin pensarlo y sin quitarle la mirada de encima. De nuevo, patada voladora

- ¡Maldito gay pervertido! -gritó -Salí de acá antes de que te mande volando por los cielos como el equipo Rocket, imbécil

Muy asustado, salí corriendo como me había dicho.

Me despedí del resto de mis compañeras. Primero de Yuki, una chica muy seria pero atractiva. Tenía el cabello morocho y con rulos, el cual llegaba hasta la altura de los hombros. Sus ojos eran de un peculiar color violeta. Luego, saludé a Hana. Ella era rubia y con el pelo increíblemente lacio, largo hasta la cadera. Sus ojos eran verdes y grandes. Era una persona muy coqueta pero a la vez, amable. Por último, Natsu. Morocha con pelo largo, ojos marrones y con una muy buena figura. Me apena decir que todas estas chicas, incluso Leia, eran más altas que yo a pesar de tener aproximadamente la misma edad...

Salí de la cafetería y me encontré con Itsuki que estaba esperando en la puerta.

- ¡Estoy lista! -exclamé alegremente, poniéndome en frente suyo. Este abrió los ojos de par en par, sorprendido

- Wow... te ves hermosa -comentó sonrojado

- G-gracias -me sonrojé también y sonreí

Itsuki me tomó de la mano y comenzamos a caminar.

- ¿A dónde vamos? -pregunté interesado

- Estaba pensando en el cine. ¿Te parece buena idea?

- ¡Perfecto!

- ¿Qué te gustaría ver?

- ¡Oh! ¡Ya sé! ¡Veamos "Bajo la misma estrella"! Dicen que es muy romántica -le dije fascinado, amaba las películas románticas con drama. Sin embargo, Itsuki me miró apenado