Capítulo 5: La Persona Correcta

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El día sábado, no oí ni una sola palabra de Itsuki o de Ciel y Tanaka. Permanecí encerrado en mi cuarto todo el día hundido en una gran depresión, saliendo de este únicamente para almorzar y cenar con mi familia. Estos notaron al instante mi estado y consultaron más de una vez que me pasaba. Sin embargo, yo me negaba a contarles y afirmaba que estaba "todo bien".

- ¡No me digas que te están tratando mal otra vez! -exclamó mi madre preocupada y observándome con ternura. Mi padre y hermana me miraron en silencio, esperando una respuesta.

La verdad es que hasta hacía un año yo iba a una escuela muy diferente donde, como habré mencionado anteriormente, no tenía ningún amigo. Ahí todos se reían de mi manera de actuar por que era, en sus palabras, muy "de puto" o "re gay". Las burlas e insultos se volvieron tan graves que también caí en una depresión, razón por la que mi mamá inmediatamente lo asoció con eso. Debido a esto fue que me cambiaron de colegio, y tuve la maravillosa oportunidad de conocer a Itsuki y a los demás. 

- Nada de eso, mamá -le dije para tranquilizarla -fue sólo un problema con unos amigos míos.

- ¿¡TENES AMIGOS!? -gritaron los tres con los ojos abiertos de par en par. Asentí con la cabeza y los tres sonrieron a modo de alivio.

- ¿Por qué nunca nos hablas de ellos? -consultó mi papá.

- Dale, dinos. ¿Cómo son? ¿Hace cuánto son amigos? -preguntó mi hermana.

Mientras tanto, mi madre miraba con lágrimas en los ojos debido a la emoción y alegría que le generaba mi comentario.

- Se llaman Itsuki, Ciel y Tanaka -les conté -Los tres son personas increíbles. No me juzgan en lo más mínimo, siempre me apoyan y estan cuando los necesito... tardé bastante pero me conseguí a los mejores amigos posibles -sonreí conmovido, recordando todos los buenos momentos que habíamos pasado. Pero esa sonrisa se borró rápidamente al recordar la situación en la que me encontraba -Ciel y Tanaka tuvieron un pequeño incidente el otro día y la verdad que me da miedo que las cosas no vuelvan a ser igual -obviamente no mencioné mi otro problema, con Itsuki, ya que mis padres no tenían idea de mi trabajo ni nada similar. 

- No te preocupes, todo se va a arreglar -afirmó mi mamá revolviendo mi cabello suavemente con su delicada mano -Si son tan buenos amigos, nada los va a separar. 

Esa fue mi cena. Luego, volví a mi habitación y me acurruqué en la cama. Gracias a las palabras de mi familia y el apoyo de esta, me sentía un poco mejor respecto a la situación entre Ciel y Tanaka. Después de todo, los dos querían seguir siendo amigos así que no hay razón por la que yo debería preocuparme. Con el tiempo, eso se arreglaría. Lo que continuaba atormentándome era lo mío con Itsuki. No podía contarle esto a mis padres o a Suzuki ya que para eso también tendría que decirles sobre cómo me hago pasar por mujer. Este era un problema que no sabía cómo resolver. Tenía miedo a ser rechazado, pero tampoco podía continuar mintiendo tan descaradamente.

Con ese tipo de pensamientos dentro de mí, caí profundamente dormido. 

Al rededor de las 10 de la mañana del domingo, fui despertado por el sonido de mi celular. Lo agarré y atendía al instante, demasiado cansado como para ver si quiera de quién se trataba. 

- Hola... -saludé cansado y bostezando

- ¡Hola, Sora! -saludó alegremente una hermosa voz del otro lado. Reconocería esa voz en cualquier lado, era Itsuki.

- ¿Itsuki? ¿Q-qué pasó? 

- Nada, nada. Perdón que te llame tan temprano, ¿estabas dormido? 

- Eh... ha decir verdad sí -afirmé riendo -pero no hay problema. No es tan malo escuchar tu voz como primera cosa a la mañana -agregué y me sonrojé al instante.

Si fuera mujer, ¿podría enamorarme de tí?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora